Kamelot - Turilli/Lione Rhapsody en Chile

Sábado 4 de febrero – Teatro Caupolicán

Santiago - Chile

 

Una gran jornada con mucho calor externo e interno se disfrutó ayer en un entusiasta y eufórico Caupolicán, donde los elegidos para dar el vamos fue el cuarteto nacional Resilience que brindó un solvente, compacto y muy sólido show de 30 minutos de duración donde Felipe Reyes en voces, Marcelo Oyanedel en bajo, Francisco Salazar en guitarras y Hugo Ibarra en batería, demostraron una vez más, el alto nivel y calidad que poseen las bandas nacionales. Canciones como ‘Bombas’, ‘Revolución’, la espectacular ‘Valle de la Luna’, la ganchera ‘Hoy’ y las finales y aplaudidas ‘Respira’ y ‘Mil Memorias’ fueron el set que presentó el grupo y que contó con la amplia aprobación del público, sobre todo cuando Felipe envió un mensaje de apoyo a la gente del sur que está sufriendo con la tragedia de los incendios forestales. Lo cierto es que esta banda que viene trabajando desde 2014, fue una gratísima sorpresa para la gente que no los conocía.

 

 

20 horas en punto y la ahora banda multinacional Kamelot salta al escenario con toda la grandilocuencia que acostumbran sus shows. Uno a uno, el batería alemán Alex Landenburg, el tecladista germano Oliver Palotai, el bajista norteamericano Sean Tibbetts, el guitarrista y líder, el también norteamericano del estado de Florida Thomas Youngblood y finalmente, el vocalista sueco Tommy Karevik, toman posesión del escenario para arrancar con ‘Phantom Divine (Shadow Empire)’ y enganchar de inmediato con ‘Rule The World’ y la coreada ‘Insomnia’. Lo cierto es que el público había venido a pasarlo bien y desde el primer minuto, la banda ya tenía a todos a su merced. El sonido estaba algo soterrado y no muy definido, lo que mejoró con el correr de los minutos, aunque siempre tuvo en efecto de eco y reverberación un tanto áspera para una banda con la exquisita y fina sonoridad de Kamelot. En esta oportunidad la acompañante femenina en las voces fue la espectacular y bella vocalista suiza Melissa Bonny, que demostró su amplio rango vocal que va desde lo operático hasta lo gutural, y no hay ninguna duda de que esta chica prontamente llegará a las grandes ligas, para situarse al lado de otras divas ilustres como Tarja, Floor Jansen o Simone Simons.

 

Con un nuevo album ad portas de ser lanzado el próximo 17 marzo (“The Awekening”), el grupo presentó su single de adelanto en la parte final del show, y también revisitaron su época dorada con el gran vocalista noruego Roy Khan, tocando canciones enormes como ‘Karma’, ‘Center Of The Universe’, ‘Forever’ o ‘March Of Mephisto’, que fue el primer encore de la noche. Pero antes, en ‘Here’s To The Fall’, Tommy Karevik sorpendió a todo el mundo al aparecer sobre una pequeña tarima en la parte trasera del teatro y realizar desde ahí una sentida y lograda interpretación en su gran papel de frontman. Lo cierto es que en esta cuarta visita de la banda a Chile, Kamelot demostró nuevamente que la calidad y consistencia de sus shows no decae y la euforia demostrada por el público durante sus 80 minutos de actuación fue una constante, lo que significó un ovacionado remate final con ‘One More Flag in The Ground’ y ‘Liar Liar (Wasteland Monarchy)’, que cerraron el show por todo lo alto. Solo resta esperar que el nuevo álbum esté a la altura de las circunstancias, y que el gran Thomas Youngblood nos confirme que sus musas creativas siguen en un alto nivel.

 

Siguiendo con la puntal programación, a las 21:45 horas el quinteto italiano TL Rhapsody, liderado por el guitarrista Luca Turilli y el vocalista Fabio Lione, tomaron literalmente el escenario por asalto para salir a matar. Y vaya si lo consiguieron cuando todo el mundo se volvió loco de inmediato con los primeros acordes de ‘Dawn Of Victory’, siguiendo con ‘Emerald Sword’. Para nadie es un misterio que “Legendary Tales” (1997), “Symphony of Enchanted Lands” (1998), y “Dawn of Victory” (2000), son tres discazos al nivel de lo mejor de Helloween, Blind Guardian o los propios Kamelot, discos que además salieron en la edad de oro del Power Metal, entonces todo el show estuvo centrado mayoritariamente en esos álbumes para la delicia y el gozo infinito de los fans que llegaron al Caupolicán en gran cantidad. Aparte de la calidad de las seis cuerdas de Luca (que incluso hasta se dio un porrazo dada su hiperactividad sobre el scenario corriendo y saltando de un lado para otor), y la vigencia del gran estado vocal de Fabio, que además es un gran frontman, la banda se completa con los solventes Dominique Leurquin en guitarra, Patrice Guers en bajo y su nueva arma de destrucción masiva, el brutal y espectacular Fabio Alessandrini en batería (también toca en Annihilator), una apisonadora del doble bombo que tomó el puesto dejado vacante por Alex Holzwarth que anda de gira con Tarja.

 

 

Con un sonido más orgánico y natural que el de Kamelot y a pesar de que todos los teclados y orquestaciones estaban sampleados, esta versión de Rhapsody sonó muy bien y brindó 90 minutos de sólido y efusivo concierto donde grandes canciones no podían faltar, como ‘Wisdom Of Kings’, ‘Wings of Destiny’, la enorme y epopéyica ‘Symphony Of Enchanted Lands’, ‘Land Of Immortal’ y ‘Holy Thunderforce’, incluso hubo algunos temas donde Fabio cantó en italiano como ‘Lamento Eroico’, la que si mal no recuerdo, dedicó al maestro Cristopher Lee y pidió brindar con pisco sour en su español italianizado, para dar paso al contundente cierre con ‘Unholy Warcry’ y ‘Grand Finale’, cerrando una noche completamente épica que todo el mundo disfrutó feliz y es que fue un ‘Veni Vidi Vice’ aplastante y genial.

 

Cristián Pavez

Fotos: Alejandro Parra