Moonspell: El Hechizo no decae

02 de abril – Club Chocolate

Santiago - Chile

 

No todos los días se cumplen tres décadas de carrera musical, y una gira era más que ideal para celebrar tal logro dentro del Metal Gótico, subgénero en el que Moonspell es considerado uno de sus mayores cultores. A casi cinco años exactos de su última visita, presentando el conceptual “1755” en la Blondie, los portugueses regresaron para mostrar lo mejor de su discografía, mostrando tanto material de años recientes como también los infaltables clásicos, además de contar con un importante cambio en su formación y un posterior LP, demostrando que tras tanto y a pesar de dicho contratiempo, siguen sin bajar su constante ritmo de trabajo.  

 

El proyecto del guitarrista y vocalista J.P. Krom fue el invitado local para la jornada, partiendo puntualmente a la hora que indicó previamente la producción. Con una impronta que él mismo define como Astrometal, uniendo todo lo relacionado a los signos zodiacales y la astrología con los sonidos más pesados, la banda mostró lo suyo en una media hora que contó con el apoyo de los primeros asistentes que llegaron al Club Chocolate. Con una buena cercanía con los presentes, el líder y sus acompañantes sacaron aplausos con su propuesta con influencias de Type O Negative o The Sisters of Mercy, entre varios otros, presentando canciones como ‘Poison Girl’, ‘Tower of Destruction’ o ‘Abstract Illusion of an Existence’, aprovechando de adelantar lo que será su próximo lanzamiento en estudio, el cual llegaría en agosto. Con mucha música todavía en el horizonte, este nombre local mostró su solidez en un evento en el que fue más que idóneo, y claramente fue una gran oportunidad para llegar a más adeptos a este estilo, siendo aprobado por quienes se apostaban en el local del barrio Bellavista.

 

Si bien los lusitanos celebran 30 años de existencia, tampoco hay que olvidar que también tienen la oportunidad de mostrar en vivo “Hermitage”, su más reciente trabajo en estudio lanzado en 2021, del cual solamente escuchamos ‘The Greater Good’, encargada de dar inicio al esperado regreso de Moonspell a nuestro país. Tras unas breves palabras de bienvenida por parte del vocalista Fernando Ribeiro, quien se dirigió a los presentes en un perfecto español en cada intervención, ‘Extinct’ y el himno ‘Opium’ siguieron con la jornada, desatando esta última la locura en el recinto, sobre todo en la parte de la pista frente al escenario. Para entonces, ya podríamos hablar de un lleno total en el Club Chocolate, con pocos espacios libres para el desplazamiento, y si bien no hubo un completo sold out previo, tampoco es que haya faltado mucho, reflejando el arrastre que los de Portugal mantienen en nuestro país.

 

Incluso con la oscuridad que evoca tanto su música como sus temáticas, la banda no perdió el buen humor sobre durante el show, con Ribeiro teniendo palabras para agradecer la muy cálida recepción a esta ya sexta vez en territorio nacional, asegurando que estaba siendo la mejor parada de la actual gira latinoamericana. Dentro de sus intervenciones, aprovechó de recordar aquel debut en el entonces Estadio Chile en 1998, promocionando “Sin / Pecado”, disco que según el mismo vocalista que fue amado por muchos y odiado por otros, antes de dar el paso a ‘Abysmo’, canción no tocada en fechas anteriores de su actual recorrido, siendo una grata sorpresa. El resto de los músicos no se quedó atrás en cuanto a presencia, incluso bromeando entre ellos en determinadas ocasiones y con el tecladista Pedro Paixão se acercó al palco lateral para recibir con gusto una cerveza que alguien del público le ofreció. Cabe destacar que fue la primera vez con Hugo Ribeiro en batería, reemplazando al fundador Miguel Gaspar, y dado el fervor de los presentes, difícilmente olvidará esta fecha.

 

Como ya dijimos, solo un corte fue el que sonó como parte del material reciente de la banda, siendo el resto del setlist algo variado entre clásicos de los 90 y canciones del siglo XXI, siendo ejemplos de lo último ‘Night Eternal’, ‘Finisterra’, primera de varias en donde Paixão pasó del teclado a la guitarra, ‘Nocturna’ o ‘Scorpion Flower’, entre otras, mientras que los mayores vítores del público se lo llevaron cortes más emblemáticos como ‘Mephisto’, ‘Vampiria’, dedicada especialmente a las vampiras presentes, y la siempre coreada ‘Alma Mater’, uno de los puntos más altos de los alrededor de 100 minutos de los lusos sobre el escenario, contando con un sonido claro y potente, aunque partiendo con poco poder en los teclados durante los primeros momentos. 

 

 

Para quienes han estado en al menos una visita anterior de los liderados por Fernando Ribeiro, el setlist no incluyó mayores novedades, siendo varias de sus canciones tocadas en shows previos de distintos años, con la clara excepción del tema inicial. ¿Es esto un punto en contra? Para nada, porque como en tantos otros casos, son de esas canciones capaces de hacer vibrar tanto a los más fans que les resultan archiconocidas, como también a aquellos que por primera vez se deleitaban con los lobos portugueses. Incluso cuando varios álbumes fueron dejados de lado, es justo decir que la jornada cumplió con su cometido de mostrar lo mejor de estas tres décadas de oscuros sonidos, y con semejante energía sobre el escenario, poco se les puede criticar más allá de aquellas inclusiones que quedan en el tintero para tantos. 

 

Las clásicas ‘Wolfshade (A Werewolf Masquerade)’ y ‘Full Moon Madness’ fueron el punto final de la gótica jornada, con un total agradecimiento por ambas partes por la grata experiencia para la banda y el público, siendo uno de esos shows en que todo marchó perfectamente, desde la puntualidad, la elección del artista invitado, el sonido, hasta la presentación en sí, con una banda a la que los años le sientan bien, es cosa de ponerle atención a la voz del frontman para darnos cuenta de que esa potencia tanto gutural como limpia sigue ahí, sin mencionar la muy clara calidad instrumental de cada miembro. Todavía vigentes, un regreso a Chile es más que posible dentro de un par de años, sobre todo con una creatividad musical que no se ha ido, como también estipula su último álbum a la fecha. 

 

Luciano González

Fotos: Francisco Aguilar