Uada: La luna llora sangre Las hordas del Black Metal asolaron el RBX Viernes, 13 de Octubre de 2023 Jueves 12 de octubre de 2023 Sala RBX Si hablamos de black metal moderno, es probable que Mgla y Uada sean los nombres que saltan a la palestra inmediatamente, ya que tanto los polacos como los estadounidenses sirven como introducción al género en la actualidad, además de los clásicos imperecederos como Mayhem, Darkthrone, Emperor, Burzum, Gorgoroth o Inmortal, por nombrar solo algunos ejemplos. Ambas bandas coinciden en estética, ya que siguen la tendencia de enmascararse por completo, como si quisieran esconderse de este mundo tan hiperconectado en el que la imagen lo es todo. Que la música hable por sí misma, esa es la consigna. En el caso de Uada, su puesta en escena, tanto visual como sonora, les ha traído adeptos que muestran su devoción total, pero también detractores que les disparan críticas feroces. Hay parte de la prensa musical que no quedó satisfecha con el recientemente editado “Crepuscule Natura” (2023), aludiendo a que los trucos del combo lucen fatigados y que obras como “Cult of the Dying Sun” (2018) siguen siendo su mayor activo. Como reza el dicho popular, “en la cancha se ven los gallos”, así que asistir a su primer concierto como acto principal en Chile era un deber para los amantes de esta corriente, sobre todo considerando que ya algo se había adelantado en su paso por el Castration To The Priest 2019. Este era el momento de la verdad, tanto para los que se prendaron con su magia negra en esa oportunidad, como los que se entregaban por primera vez al caldero de black metal que nos tenían preparados. La armada chilena encargada de abrir los fuegos para este ritual era otro de los motivos de peso para decir presente. En primer término estaba Sol Sistere, uno de los mejores representantes nacionales del género que llegó al RBX con el respaldo de un disco tan sólido como su homónimo lanzado el 2021 y una exitosa gira por Europa. De manera puntual, llevaron a la audiencia hacia lo más profundo del abismo con cortes como ‘Relentless Ascension’ de su prodigioso debut “Unfading Incorporeal Vacuum” (2016) y ‘The Narrow Path’ del aclamado “Sol Sistere” (2021), en los que sobresale esa mixtura exquisita entre un black metal corpulento y las atmósferas frías del post-metal. Desde las guitarras de Carlos Fuentes y Ricardo Araya emerge un ataque coordinado, entre un palm-muting aguerrido y acordes extraños, mientras la uñeta de Pedro Chávez aplaca con fuerza las cinco cuerdas de su bajo y las baquetas de Pablo Vera deambulan entre los blast beats y la espacialidad de los momentos más pesados en la sincopada ‘Nothofagus’. La teatralidad de S. es intensa, nunca deja el gutural, se mueve como un alma poseída en total control de su reino en ‘Elemental Chaos’, esa puerta de entrada al magnífico “Extinguished Cold Light” (2019), quizá su disco más pesado hasta ahora. Tras su concisa actuación, notamos que estamos ante otro gran paso de Sol Sistere junto a referentes de la movida. Tal y como lo hicieron junto a Mgla o Harakiri For The Sky, los chilenos vuelven a demostrar su valía, su maestría y su solidez, atributos que se han ganado no solo a través de su esfuerzo, sino que poniendo sobre la mesa un trabajo de alta calidad que merece ser aún más celebrado. Los siguientes en aparecer en la cartilla fueron Necrodemon, enclave señero de la escena nacional que viene escupiendo blasfemia desde 1993, cuando partieron en su natal Arica. Desde el principio con ‘The Return’ ya se marca la tónica de lo que veremos en esta pasada, una arremetida de death metal salvaje y dinámico siguiendo la escuela sueca de estandartes como Dismember o Entombed. Las baterías de Mario Torres pasan de lo cavernoso a lo denso sin tregua, incluso en los visos de heavy metal que se avizoran en ‘The Lost Kind of Magic’, apodada graciosamente por un miembro del público como “los caldos maggi”, haciendo alusión a la similitud en la pronunciación de la palabra “magic” y el conocido condimento chileno. Conforme avanza el minutaje, su actuación aumenta cada vez más sus niveles de vigor, luciendo una exactitud quirúrgica en todos los frentes instrumentales. De hecho, los guitarristas Ignacio Espíndola y Ricardo Gallegos conforman una entidad por sí misma en ‘Satanized’, sus riffs son entretenidos, conversan bien entre ellos y propician la bestialidad que sale a raudales por los amplificadores. Ambos se conectan de manera instantánea con Rodrigo Velásquez, quien recorre su gran bajo de seis cuerdas en una frenética carrera con base en una digitación contundente. Desde el micrófono principal, se nota que Cristian Gallegos la pasa bien, el escenario es su hábitat natural y él lo sabe. Su dramatización en ‘In The Ectasy of Fire’ es magnética, apunta con sus dedos, se aleja y vuelve para establecer contacto visual mientras toda la base instrumental se despliega de manera compleja y avasalladora. Tras una empezada en falso de ‘Que muera el perro Jesús!!!’, traspié que la banda se tomó con mucho humor junto al respetable, se cerró la acertada incursión de Necrodemon, que llegaron al recinto de Vicuña Mackenna con toda una historia que los avala, desde el hito junto a Kreator en los 90 hasta compartir escenario con uno de los nombres más interesantes del black metal del siglo XXI como Uada. Y es que la unión de generaciones siempre será positiva para seguir perpetrando el metal. Con el cosmos del “Crepuscule Natura” como escenografía y una introducción etérea, el cuarteto encapuchado salió a la tarima para convertir al RBX en un agujero negro de pura potencia. Con dos pentagramas y una cabeza de carnero en el centro colgando desde techo, ‘The Purging Fire’ y ‘Snakes & Vultures’ desataron el headbanging en el acto, entre el humo, los puños en alto y estos cuatro espectros que se mueven al son de sus rítmicas intervenciones. Y es que si hay algo que encanta de Uada es la convivencia de dos almas en su propuesta, lo que se refleja, por ejemplo, desde el simbolismo que le atribuyen a la luna, elemento que está presente en las gráficas de todos sus discos y que para ellos representa la dualidad entre la luz y las sombras, según cuentan a revista Decibel. Llevado a la música, por un lado encontramos la furia en los blast beats carniceros de un Trevor McClain imparable y matemático, pero que también demuestra ser un constructor de cadencias pegajosas desde la batería. ‘Djinn’ es un buen ejemplo de eso, porque fluctúa entre lo melódico y lo pesado en un vaivén constante que le da sustancia en la performance. Acá la banda y el público están con la energía a tope hasta que el solo de Rob Shaffer nos lleva hacia una épica de tintes de doom, sin duda uno de los momentos centrales de la actuación. Esa capacidad para mezclar estilos se aprecia aún mejor en ‘In the Absence of Matter’, en la que se huele un tufillo a viking metal para saltar a un riff totalmente progresivo que a la larga evacua en un black metal trepidante, con el bajo de Nate Verschoor manteniéndose en modo serrucho a fin de respaldar todo lo que está pasando a su alrededor, con momentos de protagonismo tanto en la mencionada ‘The Purging Fire’ y en el principio de ‘The Dark (Winter)’. La cinética ‘Retraversing the Void’ muestra a un Jake Superchi en transe, moviendo su cabeza de lado a lado en las penumbras, mientras sus cuerdas vocales se transforman en punzantes estalactitas que caen y parten el alma, pero es en ‘Cult of a Dying Sun’ en la que entrega los mejores momentos, con esos acordes abiertos en los que sus brazos giran como unas aspas hasta que su grito agudo petrifica en medio de secciones lentas muy emocionantes y un cierre apoteósico que haría sangrar a la luna. Parado sobre una tarima y con una postura fija ante el público, da la orden para seguir con ‘Black Autumn, White Spring’, la única de su debut en el concierto, una despedida agresiva hasta la próxima vez que estas cuatro ánimas vuelvan a manifestarse para triturar nuestros sentidos. Sin chance de un encore, el combo estadounidense pasó como un torbellino. Ocho canciones, cada una excediendo con creces los cinco minutos de duración en una hora de show que mantiene siempre un halo de frialdad a primera vista, pero que bajo esa capa de hielo esconde un magma incandescente con la banda dándolo lo mejor por un lado, y el público recibiendo y gozando la descarga de energía. No hay choque de puños con los asistentes, no hace falta, ya decíamos que el contacto es solo a través de esta música oscura y densa, pero increíblemente enaltecedora. Había que tener un show de Uada por las de ellos, uno que convirtiera el recinto en un purgatorio y que prendiera fuego a nuestras almas. Quedó demostrado de manera fehaciente por qué son uno de los nombres más prominentes en la escena internacional y, lo mejor, es que se nota que sellaron un pacto de sangre con los asistentes a este culto, eclipsando el zumbido de sus detractores y las comparaciones odiosas. Todo hace presagiar que esta horda del black metal ha encontrado un lugar propicio para asolar con más fuerza en cada venida. Aquí estaremos, esperándolos para volver a abrir el portal y entregarnos a una noche en que la luna vuelva a llorar sangre. Pablo Cerda Fotos: Francisco Aguilar Tags #Uada #Sol Sistere #Necrodemon #RBX Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Metal Noticias Mastodon y Lamb of God unen fuerzas en el single 'Floods of Triton' Jueves, 12 de Septiembre de 2024 Metal Noticias Bosque de Hualles fija fecha de lanzamiento de su álbum debut Jueves, 12 de Septiembre de 2024 Metal Noticias Vinilo Under Fest confirma su segunda edición Miércoles, 11 de Septiembre de 2024 Metal Noticias Kingdom of Silence VII: Weight of Emptiness y Neural Dissonance en MiBar Miércoles, 11 de Septiembre de 2024 Metal Noticias CL.Prog entrega los primeros detalles de su edición 2025 Miércoles, 11 de Septiembre de 2024 Metal Shows Tesseract: Emotividad y técnica marcan el futuro del metal Miércoles, 11 de Septiembre de 2024 Metal Discos Leprous Miércoles, 11 de Septiembre de 2024 Metal Noticias 'Winds of Death' es el nuevo videoclip de Luctus Hydra Martes, 10 de Septiembre de 2024