Carcass & Pentagram: Dos pesos pesados

5 de mayo de 2024 - Teatro Caupolicán

 

(Revisa AQUÍ la galería de fotos del show)

 

Desde temprano el Caupolicán lucía repleto, con nerviosismo y ansiedad. Carcass en vivo es un acontecimiento en sí mismo, y si sumamos a Pentagram el lineup se vuelve demoledor. Una experiencia de death metal con nivel internacional.

 

Con puntualidad fue el comienzo del show, 18:45 marcaban cuando Pentagram subió al escenario. El cuarteto nacional es uno de los actos destacados de la escena internacional del death metal, veloces, feroces y directos, Juan Pablo Uribe en guitarra, Anton Reisenegger en guitarra y voces, Juan Francisco Cueto en bajo y Juan Pablo Donoso en batería deslumbraron con soltura y crudeza a través de un setlist remozado y bestial.

 

El show fue un repaso por su discografía, con énfasis en su más reciente lanzamiento, “Eternal Life of Madness”. Abrieron con ‘El Imbunche’, una muestra de la solidez actual de la banda, con velocidad, rigor y calidad. Siguieron con ‘Profaner’, un clásico germinal, repleto de virulencia y fiereza. ‘Demented’, otro clásico, subió el delirio a niveles inconmensurables con un mosh insano. ‘The Portal’, también de su último lanzamiento, mantuvo la irracionalidad, contagiando a un Caupolicán repleto (cosa rara para shows de teloneros, lo que transparenta la relevancia de la banda). ‘Evil Incarnate’, un clásico primigenio, fue otro punto alto, inhumano y feroz, con un mosh acelerado y enloquecido, uno de los destacados de la tarde.

 

‘Fatal Predictions’, el siguiente en el setlist, otro corte iniciático de la banda, incrementó la pasión de los fanáticos, no cesó el frenesí y la muestra de death metal sacudió el recinto. ‘Possessor’, otro corte de su álbum nuevo, tuvo buenos solos de guitarra, una batería veloz y pujante y una voz gutural y pesada, dejando una presteza y nivel inigualable. Los pasajes de ferocidad musical terminaron con ‘Demoniac Possession’, mucho mosh y mucha locura para un cierre fantástico. Pentagram es una institución en la escena del death metal global, y cada uno de sus shows es una constatación de su relevancia histórica. Nuevamente, grande Pentagram.

 

 

La espera para el espectáculo de cierre estuvo repleta de ansiedad, con un teatro Caupolicán casi lleno y con los asistentes necesitados de más metal. Carcass, otro de los números destacados de la escena global, era el plato de fondo que todos esperaban, y que sería el punto cúlmine de una jornada de rudeza y pesadez. Destacar la puntualidad de la organización, imitable y que evidencia seriedad y profesionalismo.

 

A las 20 horas fue el momento de un reencuentro colosal y que todos esperaban, el cuarteto inglés se apoderó del escenario y sacudió a todos los asistentes. La banda se lució en la totalidad de su presentación ejecutando algunos de sus cortes más clásicos mezclados con canciones de sus recientes álbumes. Jeff Walker, en bajo y voz, Bill Steer en guitarra y voces, Daniel Wilding en batería y Nippy Blackford en guitarra son la actualidad de una banda histórica, con un arraigo enorme y con una relevancia en la escena que ha trascendido los años y que ha influido en otras agrupaciones.

 

Cabe mencionar que las canciones elegidas son una muestra muy referencial de la historia musical de Carcass, donde se puede apreciar las diferencias de estructura que se dan entre cada álbum: ‘Exhume to Consume’, ‘Genital Grinder’, ‘Corporal Jigsore Quandary’, ‘Ruptured in Purulence’, ‘Incarnated Solvent Abuse’, ‘Pyosisified (Still Rotten to the Gore)’ y ‘Tools of the Trade’ son la marca de un estilo primitivo y arcano, una base monolítica que se mueve entre el grind y el death, un lujo. No así los cortes modernos, ‘Kelly's Meat Emporium’, ‘The Scythe's Remorseless Swing’, ‘Under the Scalpel Blade’, ‘Dance of Ixtab (Psychopomp & Circumstance March No.1 in B)’ y ‘316L Grade Surgical Steel’, las que son canciones de un death marcado y directo, renovado y remozado, aunque al mismo tiempo riguroso y pesado.

 

 

Por último, hubo espacio para aquella mirada intermedia de la banda, esos años donde Carcass se erigió como uno de los actos inevitables de la música extrema, modernizando la escena e influyendo a lo largo del planeta: ‘Buried Dreams’, ‘Death Certificate’, ‘This Mortal Coil’, ‘Heartwork’, ‘Black Star’, ‘Keep On Rotting in the Free World’ y ‘Tomorrow Belongs to Nobody’ fueron los cortes que evidenciaron un desplante que, en aquellos años, hizo de Carcass una de las agrupaciones más innovadoras y brutales.

 

Ayer fuimos testigos de una historia sin fecha de término, que solo por la interrupción de los años 90, superaría los treinta años de actividad, que se ha reinventado, que ha rejuvenecido y que se mantiene intacta.

 

Felipe Reyes

Fotos: Sergio Mella