Bulldozer: Sombrías fuerzas diabólicas se toman la noche

23 de agosto de 2024 - Sala RBX

 

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Al pensar en Italia la asociación es inmediata, podríamos posicionarla como cuna del arte, del renacimiento entre otras cosas, pero no precisamente del metal extremo. Sin embargo, entre las turbias tinieblas de un catolicismo recalcitrante emerge como respuesta Bulldozer, que si bien tiene una acotada discografía y ha sufrido varias modificaciones en su alineación, logra marcar un precedente en cuanto a integrar de la más refinada forma el black, thrash y speed metal en medio de una época musical donde todo estaba pasando, siguiendo directamente los pasos de bandas como Mötorhead y Venom. ¿El resultado? Un debut capaz de patearte el cráneo con “The Day Of Wrath” (1985) dueña de un sonido crudo en su estado más primitivo y cavernario, directo desde el neolítico y con la única misión de destruir todo lo que quede en pie. Es así que ya tras 6 años de ausencia y celebrando los 40 años de su primer lanzamiento nos vuelven a visitar estas leyendas para que seamos testigos de lo mejor de su material. 

 

El lugar escogido para el sacrilegio es el RBX, con un recinto lleno de almas sucias e impías tres bandas nacionales nos dan la bienvenida en esta fría noche de viernes. Comenzando por Abysmal Death, quienes con su death metal de corte más técnico fueron una inesperada buena sorpresa para quienes no conocían a estos viñamarinos, integrando de manera elegante cierta complejidad progresiva de esas que logran captar tu atención y no como muchas que solo funcionan a modo de somnífero. Hay un trabajo super pulcro en guitarras y su composición, pero sobre todo un trabajo vocal muy destacable bajo una receta interesante que a momentos pueden recordar al mundo del hardcore. Indudablemente muy estudiosos y dueños de un death metal que logra refrescar un poco lo que se venía escuchando. Esperamos verlos telonear en más eventos.

 

Eventualmente les siguió la vieja escuela de Saviour, quienes emergen en la época de oro del death metal con el infernal y recomendable demo “Call From Below” (1993) del cual presentaron algunos temas, como también de su primer LP “Memories of a Spirit Sentence” (2020). Con una onda similar a una etapa temprana a Benediction, pudieron dar un buen show representando a la escena del under chileno. Para cerrar la noche con broche de oro en cuanto a la escena nacional, Demoniac toma la batuta luego de regresar de su exitoso paso por Finlandia en el Hellsinki Metal Festival representando a nuestro país gracias a la iniciativa Come to Latin America. Estos limachinos han sido capaces de innovar la fórmula del thrash teniendo como resultado un sonido a momentos introspectivo como también capaz de volverse violentos de un segundo a otro. Arrancan la presentación yendo directamente al grano con 'The Trap', uno de sus éxitos de “So It Goes” (2020) y con un público muy adepto que ya conocía a la perfección las canciones. Por supuesto, el aclamado “Nube Negra” (2023) se hizo presente con temas como 'Granada', en donde se muestra toda la versatilidad de la banda y demuestran el nivel de complejidad con el que están trabajando actualmente su material. Metal colérico y rabioso que ha logrado posicionarse dentro de lo mejor de la escena actual y que los veremos nuevamente teloneando a Napalm Death en octubre.

 

 

Con un RBX lleno a tope, puede que se haya subestimado la capacidad de convocatoria de este evento, y entre ese mar de gente y calor humano nos pudimos olvidar que esta noche es una de las más frías. Es así que rodeado bajo un aura vampiresca, el performático A.C Wild saluda vestido de su emblemática capa entre un tumulto de expectación y una angustia generalizada por hacer catarsis por parte de los asistentes, quienes no dudaron ningún segundo en ponerse al día con lo poco y nada que daba el espacio. Bulldozer no es una banda que medie o vaya por niveles, sino que disparan como cañón y el tema de la rapidez es la esencia fundamental que galopea su sonido, sobre todo el álbum con el que vinieron. 

 

A pesar de los años la banda aún se defiende, manteniendo gran parte de su sonido de antaño entre los dos integrantes originales que quedan; Andy Panigada indudablemente es una de las piedras angulares o quizá el factor más determinante en el éxito de esta banda, y sigue teniendo esa magia irrefutable. Riffs agresivos que no titubean en cortarte la cabeza como lo fue con 'Fallen Angel' o 'Mad Man', y que agregan toda esa energía desquiciada que convirtió su debut en algo tan destacable. Si te detienes a pensarlo la fórmula es bastante simple aislando cada uno de los elementos e inclusive los instrumentos, pero que en su conjunto lograron crear un clásico de aquellos. Asimismo, Wild si bien ya no tiene la voz de antes tampoco se aleja tanto de aquellos días, sobre todo a oídos de alguien que no escuche frecuentemente esta banda puede pasar totalmente desapercibido y aún logra dar con creces esos gruñidos característicos que a muchos momentos nos rememoran a Cronos.

 

 

A pesar de todo, el público se encontraba más concentrado en pasarla bien, entre humos y proyectiles de cerveza, entre el calor y mosh el speed/black/thrash se hizo presente, como si lo mencionado fueran los requisitos para invocarlo al ser un espectro del más allá. Rito que pudo cumplirse a cabalidad, encontrando sus puntos cúlmine en temas como el futbolìstico 'The Derby', añadiendo a los estribillos el nombre de nuestro país, y tal vez el más esperado de la noche con 'Whisky Time', el que enfrasca el real espíritu de la situación y donde el público se desató completamente. Wild con botella en mano le da unos buenos sorbos y nos invita a esa famosa noche de perdición a la que refiere esta canción.

 

Respecto al setlist integraron en un buen equilibrio su primera etapa como banda, entre el álbum debut y “The Final Separation” (1986) para dejar de manifiesto los cimientos que construyeron la identidad de estos italianos, y para muchos fanáticos la fase favorita de su trayectoria. Por supuesto, no se puede dar el gusto a todo el mundo y entre el público se extrañó 'Neurodeliri' o 'Ilona, the Very best', que ya corresponden a otra etapa posterior. A pesar de todo y como regalo de despedida, rindiendo tributo a su banda mater nos entregan una versión de 'Overkill' de la que Lemmy estaría orgulloso y con ello cerrado una presentación intensa a la altura de las circunstancias. Bulldozer no es una banda que haya inventado la rueda, ni tampoco “The Day of Wrath” (1985) es un álbum que haya sido trascendental en el género, pero sí es una gema que ha logrado resistir el paso del tiempo y que en esta noche los oriundos de Milán lograron entretener a su gente entregándoles exactamente lo que necesitaban; una maldita y oscura lección de rock n roll.

 

Fran Tassara