Hypocrisy: Noche de picados y Metal

Domingo 10 de noviembre de 2024, Sala Metrónomo

 

La cancelación de CL.Rock, el festival de Metal que se realizaría el domingo 10 en el Hipódromo Chile, dejó a muchas de las bandas convocadas con pasaje comprado, pero con las ganas y el espacio de tocar a pesar de los inconvenientes provocados. Por ello, el segundo fin de semana de noviembre estuvo muy movido en cuanto a convocatorias a conciertos en locales que con frecuencia aglutinan a los seguidores del sonido más extremo como de vanguardia del mismo. Esta vez, fue Chamuco prods quien se encargó de reunir a Hypocrisy, Infected Rain y Grá en Sala Metrónomo para un domingo cargado de Metal extremo en la capital, porque en el teatro Cariola de San Diego también se llevó a cabo otro encuentro de bandas que debieron tocar en el fallido encuentro.

 

La jornada en Metrónomo conto además con la presencia de los chilenos Undercroft, quienes también eran parte del lineup del festival. La clásica banda de death metal chileno conformada en los años noventa, aprovechó la instancia para además llevar su música a otras ciudades del país en un tour que abarcó Talca, Rancagua, Valparaíso, La Serena, Concepción y el cierre la gira en Santiago. Según la producción involucrada, el horario de inicio era a las 18:55, sin embargo, pasada la hora mencionada solo veíamos a los técnicos de Hypocrisy probar equipos de sonido e instrumentos, lo que inevitablemente atrasaría en minutos todo el resto de presentaciones. 

 

A las 19:20 hacen ingreso al stage de Metrónomo Tito Melín y sus compañeros de banda, entregando un poderoso show por el que pasaron ‘Mercy’ y ‘They Kill for Me’ de sus discos más emblemáticos. También hubo espacio para una nueva canción, ‘Bonebreaker’ de su etapa 97, y el rescate de ‘Danza Macabra’, que queda muy bien en la voz de Melín, demostrando por qué Undercroft es una de las bandas ancla del metal nacional de todas las épocas. 'To the Final Battle' cerró el show para luego pasar a uno de los momentos que provocaron algo de inquietud en el público.

 

Previo a la presentación de Grá hubo problemas o desperfectos técnicos que nuevamente provocaron el retraso en la salida de los suecos. Esta vez, el escenario fue adecuado con los elementos de la estética black metal, acompañando a la banda en una correcta presentación. ‘Brännmärkt’ de su disco “Lycaon” (2023) dio el inicio con su tempo lento y arrastrado, dando ribetes de mística ceremonia para pasar a las más dinámicas ‘The devil’s tribe’ y ‘White city devil’. Da la impresión que la banda liderada por Erik Andreas Vingbäck –también voz de Dark Funeral- cortó su show sin previo aviso, tocando solo una canción más aparte de las mencionadas. Quizá por los atrasos mencionados, como también porque todavía faltaban dos bandas más, los platos fuertes de la noche. 

 

Si había una banda que le daría un toque distinto a la propuesta más clásica de las bandas mencionadas, esa era Infected Rain de Moldavia, tanto por su juventud –formados en 2008- como lo que escuchamos sónicamente; una propuesta más nü metal pero pasada a la actualidad con fragmentos sonoros muy Messhugah o Jinjer. La vocalista Elena Cataraga es un huracán de energía. Desde sus largos dreadlocks hasta su desatada perfomance atlética destacó e hizo mover, saltar, e incluso hincarse en el suelo a un respetable que estaba ahí en su mayoría por Hypocrisy.

 

'The Realm Chaos’, ‘Pandemonium’, ‘Fighter’ y ‘Dying Light’ se sucedieron una tras otra en una vorágine que contempló un repaso por lo que ha sido el Metal moderno, o de cómo evolucionó lo que hizo Sepultura desde "Roots". Vidick, su guitarrista, tiene todo ese modo en sus movimientos e interpretación, mientras que también fue destacable la labor de Alice Lane en el bajo, con un sonido pulcro y movimientos que logran cautivar. Lo de Infected Rain, aunque esté arraigado a una tendencia más nueva, es un aporte su inclusión a festivales con bandas más consolidadas.

 

La cuarta vez de Hypocrisy en chile, referente del sonido de la vieja escuela del Death Metal sueco, se da por segunda vez en el contexto de un festival. Fue solo en su debut en 2004 y en 2022 que lograron presentarse solos y dar rienda suelta a una discografía generosa en su catálogo, pero que tuvo sus desvíos en el camino a otros géneros. Prueba de ello son los discos de la etapa 2000-2004, en donde Peter Tägtgren supo cómo sobrevivir a la oleada del nü metal y traer a Hypocrisy con vida al 2024. Aún así, y pese a la diferencia que puede existir en discos como “Penetralia” o “Catch 22”, hoy Hypocrisy suena con la identidad que lo mantiene a ese sonido de asfixiante death metal. 

 

Cerca de las diez y media de la noche de un domingo algo movido a las cercanías de Sala Metrónomo, Tägtgren y sus compañeros salieron a escena a simplemente aniquilar a los presentes con un setlist corto pero muy intenso. ‘Fractured Millennium’ y ‘Adjusting the sun’ nos llevaron al mundo imaginario (o no) de Aliens, y nos envolvieron en la lírica que ha caracterizado a la banda por décadas, mientras que ‘Eraser’, esa gran pieza melódica del disco “The Arrival”, calmaba un poco los ánimos. El líder se veía algo molesto, sea por el retraso ya mencionado o por el lanzamiento de un objeto al escenario, lo que no fue impedimento en que los suecos tocaran con toda voluntad. ‘Fire in the sky’ y ‘Roswell 47’ sentenciaban el final de una jornada que se extendió por temas técnicos, pero que la capacidad y años en el oficio de todos los involucrados sacó en limpio y adelante una jornada en la que el Metal de todas sus épocas fue el protagonista, como siempre debe ser.

 

Nelson Silva A.