Kataklysm en Chile: Sobrados de brutalidad

Kataklysm – Recrucide – Cerberus
18 de abril de 2017 - Blondie
Santiago - Chile

En sus ya casi 25 años de carrera, Kataklysm nunca había llegado a suelo chileno, hecho que hacía más esperada su visita, la cual llegaría presentando “Of Ghosts and Gods” (2015), su último material a la fecha. Llegado el día del debut de los canadienses, serían recibidos en una Blondie que, si bien tuvo un margen de público bastante menor a lo que se esperaría de una banda que por tantos años se esperó su visita, además de su trayectoria, respondió a su potente y cercano show, dejando en claro que la actitud de la banda va más allá de lo que puedan convocar.

La primera banda nacional invitada fue Cerberus, que inició su presentación ante un público que aún llegaba lentamente al recinto, pero que disfrutó de todas formas, ganándose sus aplausos. El sonido los acompañó en todo momento, por lo que pudieron mostrar lo mejor de sus ya 23 años de sólida carrera con temas como ‘Ebola’, ‘Decimation’ e ‘Immortal Hate’, aportando con cerca de 25 minutos de directo death metal que fue ejecutado con total energía y dedicación por parte de los chilenos.

Recrucide siguió la misma línea con su propuesta algo más técnica, pero con la brutalidad que un evento como este requería. En aproximadamente media hora, demostraron por qué se han convertido en uno de los nombres más importantes del género en los recientes años, contando con una puesta en escena enérgica e incluyendo un video en la pantalla en donde se mostraban dibujos relacionados al contenido de las letras. Canciones como ‘God Didn’t’ o ‘Hipócrita’ fueron también apreciadas por los presentes, manteniendo además el buen sonido a pesar de algunos acoples durante los primeros momentos de su show.

Con una Blondie apenas ocupada a la mitad de la capacidad total, el esperado debut de Kataklysm fue recibido de forma efusiva por quienes esperaron tanto tiempo. Desde el inicio con ‘Like Angels Weeping (The Dark)’ tanto la banda como los fans se desataron de forma inmediata, sin importarle a ninguna de las dos partes la poca concurrencia. De forma enérgica, los canadienses hicieron que los años de ausencia valieran la pena al verse más que motivados sobre el escenario, el vocalista Maurizio Iacono, tomándose el tiempo suficiente para saludar, presentar gran parte de los temas del repertorio, e incluso hacer notar lo bien que lo han pasado en Chile, haciendo referencia al ya clásico “Terremoto”, trago que afirmó haber conocido el día anterior. Por su parte, el guitarrista y fundador junto con Iacono, Jean-François Dagenais, cumplía con su deber aportando con un intenso headbanging, al igual que el bajista Stéphane Barbe, que incluso saludó de mano a los de las primeras filas, demostrando cercanía con los suyos. Quien más concentrado se veía a la hora de tocar fue el baterista Oliver Beaudoin, lo cual fue más que entendible con los agresivos y técnicos golpes que le daba a su instrumento, algo que fue esencial a la hora de definir su sonido hace ya varios años.

Estando su actual gira “Ghosts and Gods of Latin America” basada en su más reciente álbum, cortes que ahí aparecen como ‘The Black Sheep’, ‘Soul Destroyer’ o ‘Thy Serpent’s Tongue’ fueron los que formaron parte del setlist, siendo todos recibidos como si se tratara de clásicos, por más que no hubiera espacio espacio alguno para material de la primera época de la banda. Todo lo que Kataklysm tocó, causó la locura de los asistentes, dejándolo en claro, por ejemplo, con un intenso mosh al momento de ‘The Embassador of Pain’, uno de los puntos altos de la brutal presentación de los canadienses. El repertorio abarcó desde el álbum de 2002 “Shadows and Dust” en adelante, estando compuesto por cortes como ‘Where the Enemy Sleeps…’, ‘As I Slither’, ‘Crippled and Broken’, ‘Taking the World By Storm’ o ‘Push the Venom’, entre otros, haciendo una especie de revisión a parte de lo lanzado en el nuevo milenio, lo cual nadie rechazó, demostrando que la fanaticada fue fiel como pocas.

La brutalidad que se percibe al escuchar cada álbum se manifestó de gran manera en vivo. Maurizio Iacono mantiene su gutural voz y cada músico tiene un considerable nivel, por lo que, sumado al potente y claro sonido, no hubo nada que objetar por este lado. El público, por su parte, mantuvo una firme conexión con la banda, ya sea a través del infaltable headbanging, mosh, o reacción a cada tema o cuando el vocalista lo pedía. Si bien parte de los presentes prefirió ver el show desde una posición más tranquila, otros respondían a lo intenso de la música entregada, por lo que no mostraban señales de querer estar precisamente quietos. Ejemplo de esto se vio llegado el momento del encore tras ‘Road to Devastation’, ya que vendría ‘In Shadows and Dust’, otro claro ejemplo del intenso mosh que se desató, para terminar con la coreada ‘Elevate’, cuya elección para cerrar los casi 90 minutos de show fue algo que llama la atención al ser un tema bastante reciente, sin recurrir a un clásico para ello, como tantos hacen.

Si hubo un punto bajo de la brutal jornada de este martes, definitivamente fue la poca asistencia. Kataklysm fue una de esas bandas que se esperaron por no pocos años, incluso tuvimos una visita frustrada en 2014 con el malogrado Beer Metal Open Air, por lo que hizo falta un público que, al menos, no hiciera ver tan vacío el recinto, a pesar de la eufórica recepción que entregaron. Aun así, a los presentes no pareció importarle, ni mucho menos a los canadienses que se llevaron una sensación de que fueron muy bien recibidos en su debut, por lo que ganas de volver en un futuro próximo no faltarán. Los pocos que estuvieron ahí quedarán con más que grato recuerdo de una noche de death metal nacional e internacional a la que le sobró potencia y brutalidad.

Luciano González
Fotos Jorge López

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