George Martin: Más que el quinto Beatle Jueves, 10 de Marzo de 2016 George, productor de la carrera musical completa de una banda de rock n roll de clubes que logró alcanzar el estatus de revolucionarios musicales y culturales, murió con 90 años recién cumplidos. Esa banda era The Beatles y él era el quinto integrante del grupo. Antes de los Beatles, productores de renombre como Phil Spector y Berry Gordy controlaban el proceso de grabación, para definir los modos y hasta designar a los músicos que ejecutaban los temas, control que en ocasiones se ampliaba al punto de escribir las canciones o de reclamar el crédito para ellos como productores y creadores. Los Beatles, con la novedosa postura del equipo conformado por John Lennon y Paul McCartney, se convirtieron en sus propios jefes y fueron de los primeros grupos de rock en componer su propio material. Inspirados por su talento natural, un mundo de influencias musicales y cualquier tipo de estimulantes, estos dos eran buscadores de la magia que pedía a gritos por nuevas sonoridades. George Martin estuvo a la altura de la tarea de descifrarlos y articularlos para el mundo entero y los Beatles deben estar agradecidos que haya sido así. George Martin fue demasiado modesto para llamarse a sí mismo el "quinto Beatle", no obstante como dijo Paul McCartney "si alguien se ganó el título, ese era George. Era un verdadero caballero y como un segundo padre para mí. George Martin fue el hombre que descubrió el talento de un ignoto cuarteto de Liverpool, quien los grabó y les produjo desde el principio, el que sacó sus ideas musicales de sus cabezas para traducirlas en cinta grabada. Nada menos. Aunque su porte y presencia era infinitamente más elegante que la de los The Beatles, la verdad es que George también pertenecía a la clase trabajadora. Nacido en el norte de Londres en 1926, fue el hijo de un carpintero, se crió en una casa de tres habitaciones sin cocina, baño o electricidad. Desde pequeño fue reconocido como un músico dotado que aprendió a Chopin "de oído", un experimentador musical que se encantaba cada vez que descubría un nuevo acorde. Después de prestar servicio para el ejército en la Segunda Guerra Mundial asistió al Guildhall School of Music de Londres, donde estudió composición y orquestación, con un interés especial en la ejecución del oboe y el piano. Contratado por la División EMI, la entonces humilde Parlophone Records, en 1950, George Martin trabajó inicialmente en grabaciones clásicas con la London Baroque Ensemble. Para 1955, ya era el jefe de esta división discográfica por lo que le tocó trabajar con Judy Garland, con estrellas del jazz como Stan Getz y con Peter Sellers y Spike Milligan del "Goon Show", un acto de comedia del absurdo muy apreciado por los integrantes de The Beatles. En la década los sesenta, ya involucrado con su banda emblema pero no aún de manera exclusiva, Martin produjo éxitos de Cilla Black, Gerry y los Pacemakers, y Billy J. Kramer y los Dakota y por un lapso de casi 40 semanas del año 1963, una u otra de sus grabaciones encabezaba las listas británicas. Con el tiempo sus propios talentos fueron debidamente reconocidos: nominado para un premio de la Academia por la producción de la banda sonora de The Beatles, "A Hard Day s Night", ganador de seis premios Grammy e inducido en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1999. Además de los Beatles, George Martin trabajó con Jeff Beck, Elton John, Celine Dion y en varios discos en solitario de Paul McCartney. Desde el primer disco trabajado con The Beatles en bruto en 1962, para el que contó con tan solo un día de grabación, a la producción de meses que requirió "Sgt. Pepper s Lonely Hearts Club Band", pasaron tan sólo cinco años. Periodo en el que Martin presidiría y ayudaría, a veces en un total segundo plano, la empresa que explica cómo The Beatles avanzaron en pasos cuánticos como compositores y exploradores sónicos. Protagonista de decenas de clásicos más tradicionales que van desde She Loves You a Hey Jude, Martin convirtió el estudio de grabación en un paraíso de cintas en reversa, multi-pistas, overdubs, tempos impredecibles, pliegues sinfónicos y montajes caleidoscópicos. Nunca más se trataría de la música rock que se definía por las canciones de amor de dos minutos con arreglos de guitarra-bajo-batería. "Una vez que fuimos más allá de la etapa de chicle, la de las primeras grabaciones, queríamos hacer algo más aventurero Imaginen lo que debe haber sido trabajar en el estudio con los Beatles, desde aquella instancia, la de la primera audición (pasando por su decisión de eliminar a Pete Best de la batería titular) a vivir la experimentación salvaje del mencionado Sgt. Pepper s... , con efectos de sonido, ruidos de animales y orquestas completas vestidas de gala a pedido de Paul McCartney incluidos. Martin produjo algunas de las canciones más entrañables y reconocibles de la cultura popular y álbumes tan influyentes en los tiempos modernos como el Revolver y el Abbey Road, LPs de rock que elevaron la percepción de una colección de canciones sueltas a una forma de arte, "el conceptual". Hay una razón por la que se llama a este hombre Sir. Varias en realidad, por las que se ha ganado el título honorífico que fue complementado con el de Caballero del Imperio Británico entregado por la propia monarquía inglesa. Sir George Martin sin duda está a la altura de una especie de semidios en la iglesia de los Beatles. Es el único (tal vez con Geoff Emerick en algunos casos aislados), en hacerse responsable de varios logros brillantes de Beatles en el estudio. Es más, las vidas de estos asistentes e ingenieros de estudio son la piedra angular de la industria de la grabación durante la muy influyente década de los sesenta. A menudo el productor era requerido para llevar a cabo lo imposible, y en varias ocasiones lo logró a cabalidad. Histórico es el empalme y sincronización de diferentes velocidades para Strawberry Fields Forever, o en Being for the Benefit of Mr Kite!, por simular un órgano con teclados, armónica y un armonio que el propio Martin tocó con tal intensidad que se desmayó en el suelo. Por otro lado, también facturó en los teclados excelentes performances junto a The Beatles para secciones que él mismo compuso, el solo de piano en Lovely Rita de McCartney y una ensoñación barroca (grabado a la mitad de velocidad) como puente que une las partes de In My Life de Lennon. Los miembros de The Beatles, no sabían leer música y por tanto dependían de la formación clásica de Martin. Podía darse el caso de que tararear una melodía para el productor se traduciría en una partitura formal como lo hizo para un solo de trompeta que Paul McCartney requería en Penny Lane. También en otra de Macca, la ubicua Yesterday, fue George Martin quien convenció al compositor que un cuarteto de tristes pero bellas cuerdas serviría para acentuar el remordimiento que inundaba la canción. El oír a George Martin relatando sus experiencias de primera mano ayudando a The Beatles a lograr lo inimaginable (con algunas excepciones menores en todo caso, como la del Let It Be, grabación en la cual se restó), es la manera más certera de entender el proceso de producción de los Fabulosos 4 de Liverpool, ya que de partida sus recuerdos no están nublados en una bruma de drogas como el de otros protagonistas de este periodo, su memoria tiende a ser más confiable -a veces incluso más que los propios Beatles- porque Sir George siempre vino a ser eso, un hombre bien informado, lúcido, y auténtico. Todo lo que necesitas son orejas Es que un aspecto importantísimo en tanto al grupo musical más importante de todos los tiempos, es el de cómo hicieron la música que cambió el mundo, el de ellos y el nuestro. Hay varios libros (entre ellos el All You Need Is Ears) que pueden proporcionarnos una mirada al interior de George Martin -con razón denominado el otro George- en su proceso creativo, arreglos, ejecución y hasta la improvisación práctica que facilitó el camino para que ellos (The Beatles) dieran con su sonido. Esto no pretende ser una discusión a fondo de cómo los Beatles dependieron en gran medida de Martin, ni en qué temas pudo haber sido este productor británico más instrumental para la consecución de los mismos. Más bien un homenaje a la persona, el músico e ingeniero que por cierto, tanto antes como después hizo muchas otras cosas además de producir a The Beatles. Como por ejemplo tener que lidiar de manera creativa con los sorprendentes cambios en la tecnología de grabación que acontecieron en un tiempo tan corto como el transcurso de una década, la más importante de su carrera. Entre ellos aspectos específicos tales como la acústica de estudios, el papel siempre cambiante de los productores de discos -rol que Martin ayudó a redefinir- y los métodos que tendieron a orquestar un disco tal como si fuese la banda sonora de una película. De inmediato, llama la atención la amplitud del criterio y la comprensión sónica de George, su aprecio por muchos tipos de música más allá de su pasión por lo clásico y su acercamiento curioso a todo lo que fuera la experimentación y la vanguardia. De hecho, para 1970, Martin pudo predecir la mayor parte de los avances tecnológicos que ocurrieron desde entonces, incluyendo el auge de la grabación digital y hasta los discos compactos. Ser un profesional en la industria de la música de hoy y darse cuenta del trabajo de hormiga que literalmente George Martin debió realizar hace medio siglo es fascinante, la tecnología con la que estaban trabajando marca un hito tan profundo como el paso desde el audio monofónico al advenimiento de la grabación estéreo. Es algo que ni siquiera podemos concebir hoy, apenas sino los productores de la época de Martín, lo de grabar -y convertir- a The Beatles en estéreo fue algo tan definitivo como lo que significó el paso del análogo al digital, de las multipistas a la grabación en discos duros de computadoras en la actualidad. Sorprende saber que Martin no hizo una fortuna con los discos de los Beatles. Hoy en día, productores comparables a su talla como Glenn Ballard, Rick Rubin, Bob Ezrin o Bob Rock se han embolsado decenas de millones de dólares. Martin no ganó de las regalías en aquellos registros en los él fue clave, no solo en la supervisión sino en la performance negándose también a una participación en la editorial creada exclusivamente para canciones de The Beatles. Esto probablemente le costó más de un ciento de millones de dólares, una prueba que un productor genio es, posiblemente, el peor hombre de negocios del mundo que podamos imaginar. Muchísimas personas hicieron millones con los Beatles y el más cercano a ellos no. Es verdaderamente asombroso. Paul McCartney, su alumno más aventajado, dijo que con su muerte, el mundo ha perdido a un gran hombre que dejó una marca indeleble en su alma y en la historia de la música británica. Punto final. Alfredo Lewin Tags #George Martin # GeorgeMartin # The Beatles # TheBeatles # Beatles Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. 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