The Clash: El choque de las civilizaciones Los 40 años de "London Calling" Martes, 31 de Diciembre de 2019 Desde que apareció en las estanterías del mundo un 14 de diciembre de 1979, “London Calling” de The Clash fue recibido como una obra maestra que venía a cambiar las reglas del juego justo al final de una década que no fue fácil para Inglaterra. El convulsionado contexto social que vivió la isla originó el terremoto del punk tan solo unos años antes, pero su espontaneidad, apatía e inmediatez empezaban a madurar y a diseminarse en distintas corrientes como la new wave, el hardcore y el postpunk. Para ese entonces, los Sex Pistols se habían acabado y solo quedaban las réplicas de un movimiento telúrico que sacudió a la sociedad británica. En esos tiempos de cambio, Joe Strummer y los suyos decidieron colisionar distintos estilos para crear un registro que acabó para siempre con la estrechez del punk, gracias a una coherencia musical, textual y conceptual. Para profundizar el análisis, conversamos con Rolando Ramos, reconocido comunicador del medio nacional e icónica figura del punk en Chile, para desmenuzar las implicancias de lo que él mismo define como “una bofetada”. Por Pablo Cerda En 1993, la prestigiosa revista estadounidense Foreign Affairs publicó un artículo que plantearía todo un cambio de paradigma para el estudio de la política internacional, llamado “El choque de las civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial” de Samuel Huntington. El politólogo y profesor de Ciencias Políticas postulaba que el foco político de la nueva era no iba a estar en las barreras ideológicas ni económicas, ya que la gran división de la humanidad y las fuentes dominantes del conflicto sería cultural. ¿Por qué motivos chocarían las civilizaciones? Por sus diferencias, por su evolución social, por los nacionalismos que buscan romper vínculos con otros pueblos, por las religiones, por el regionalismo económico y también por la interacción entre personas y grupos de diferentes partes del mundo, lo que, según Huntington, vuelve a las personas más conscientes de sus diferencias. Si aterrizamos este fenómeno, el caso de The Clash habla perfectamente sobre cómo la colisión cultural queda plasmada en su propuesta cuando hacen propios los rasgos diferenciadores de las distintas “civilizaciones” musicales a las que estaban expuestos. Ya para su disco debut decidieron versionar un clásico del reggae como ‘Police and thieves’ de Junior Murvin, no solo para satisfacer sus inquietudes sonoras, sino que para acercarse a las raíces de un pueblo que capturaba su atención. En el libro “33 revoluciones por minuto”, el escritor inglés Dorian Lynskey lo plantea de la siguiente forma: «Les dio resultado resaltar sus diferencias culturales. El marcado falsete de Murvin dio paso a las correosas vocales londinenses de Strummer; la espaciosa cadencia del coautor de la canción Lee Perry, a la garra rockera. Por mucho que The Clash admiraran el reggae y la resistencia negra, sabían que les eran ajenos». A finales de los 70, el mundo giraba rápido y la banda tenía la difícil misión de sobreponerse a un debut mítico, a un segundo disco que no cumplió las expectativas y a un panorama musical en tal ebullición que tenían el riesgo de quedarse atrás. El último testamento «Hubo un momento en el que punk se volvió muy estrecho en sus objetivos», razona Mick Jones en el documental “The Last Testament - The Making of London Calling”, dirigido por Don Letts. «Nosotros no queríamos encasillarnos, preferíamos tocar varios tipos de música». El cuarteto se encontraba en una encrucijada. Mientras el fanático común del punk los rechazaba argumentando una falta de conexión con la calle, el circuito más intelectual y vanguardista del postpunk consideraba que eran retrógrados por no deconstruir la música a la manera de Gang of Four o The Pop Group, y aferrarse a elementos aledaños para hacerla más pintoresca, lo cual no encajaba con los exigentes estándares de una nueva camada que veía al rock más como un problema que como una solución. Teniendo la suerte de vivir la época y de verlos en Suiza con la gira de “Cut the Crap”, Rolando Ramos avala esta división que se formó en el público y entrega sus reflexiones al respecto. «Era fanático de The Clash y seguí atentamente sus dos primeros trabajos. Cuando llegó “London Calling” fue una bofetada, porque no teníamos cultura con respecto al reggae, al soul o la música jamaiquina. Muchos pensamos que The Clash se había vendido. No estábamos preparados». A pesar de las críticas cruzadas, el cuarteto inglés estaba empecinado en crear el último disco de rock, en acabar de plano con una época y este sería su testamento. Además de la urgencia de su lado más rockero, el encuentro entre las culturas del ska, el reggae, el rockabilly y el punk fue lo que llevó a “London Calling” a la eternidad. Cuando el periodista Tom Carson escribió sobre este en Rolling Stone, sentenció acertadamente que la pieza «celebra el romance de la rebelión del rocanrol en términos épicos. No solo reafirma el compromiso de The Clash para convertirlo en un agente revolucionario, sino que abraza su pasado y escarba en su leyenda, historia, política y mitología». La sofisticación de las armonías entre Mick Jones y Joe Strummer en ‘Lover's rock’, la adición del baterista Topper Headon comandando los cambios de ritmo en ‘Hateful’ y la soberbia interpretación del bajista Paul Simonon en ‘The guns of Brixton’ ayudaron también a que los espectadores pudieran apreciar las bondades instrumentales de un conjunto en el punto más alto de su creatividad. La ayuda de Mickey Gallagher en el órgano de ‘Revolution rock’, cover de Danny Ray and the Revolutionaries, del colectivo de músicos The Irish Horns en los vientos de ‘Jimmy Jazz’ y la poco convencional dirección del productor Guy Stevens, le dieron gran espalda compositiva a canciones que excedían con creces las limitaciones del punk. Al respecto, Ramos aporta que «cuando uno empieza a investigar, particularmente a Strummer, uno comprende su bagaje anterior al punk que explica por qué habían sumado estas tendencias, era la música que ellos escuchaban en los bares». Reconociendo su importancia en el boom del blues y el beat británico de los 60, The Clash confió en Stevens para capturar la pasión, la ira, el romanticismo heroico, la esperanza y el humor de los 19 cortes que componen el doble LP. El productor era conocido por su comportamiento errático a causa de su alcoholismo, lo que llevó a episodios dementes como romper las sillas en el estudio o derramar vino en el piano que tocaba Strummer. Toda esa locura ayudó a plasmar el espíritu indómito de The Clash en la placa, como cuando insistió en que la toma de calentamiento de ‘Brand new Cadillac’, cover de Vince Taylor, fuera la que finalmente apareciera en el disco, dando cuenta de un rockabilly en estado puro. Como dijo el ex manager de la banda Kosmo Vinyl: «Guy Stevens quería que sonaran tan fuerte como un gol en la final de la copa de fútbol en el estadio Wembley». Escribiendo el futuro Sin lugar a dudas, The Clash es una banda que no se entiende sin su mensaje y “London Calling” funciona de maravilla en ese ámbito. Basta con oír el peligro y la prisa de la canción titular para que el espectador sintiera que estaba escuchando el apocalipsis por la radio. Inspirado en el servicio radiofónico mundial de la BBC y en su infancia como hijo de diplomático, Strummer despliega una letra paranoica que clama por el cambio climático, haciendo alusiones a la edad de hielo, a las lluvias desaforadas y a los errores nucleares con una agudeza escalofriante. Decir que ‘London Calling’ se reduce solo a cantar sobre los males de una Inglaterra sumida en el desempleo es pasar por alto la fotografía de alta calidad que el guitarrista y vocalista tomó para la posteridad, adelantándose 40 años en el tiempo a fin de evidenciar los problemas que siguen aquejando al mundo décadas después de haber lanzado su grito primal. Coincidentemente, 1979 marcaba las cuatro décadas del final de la Guerra Civil Española y el homenaje en ‘Spanish bombs’ llega gracias a una melodía amable aderezada con una intrépida línea de guitarra, mientras la ETA, el IRA, Federico García Lorca, las banderas rojas y las negras desfilan por una canción que no es sólo una evocación de la nostalgia, sino que se esgrime como una lección de historia para no volver a repetir los mismos errores. Además de los relatos políticos, “London Calling” destapa vicisitudes colectivas como el ataque al capitalismo en ‘Clampdown’, los vicios del consumo en ‘Lost in a supermarket’, la dependencia a las drogas en ‘Koka Kola’ y la decadencia social en ‘The right profile’, esta última inspirada en la biografía del actor Montgomery Clift, a quién solo filmaban desde el perfil correcto debido a los daños de un accidente automovilístico. Los conflictos internos como el paralelo entre el mundo del rock y la descarnada industria musical en ‘Death or glory’, la revalorización personal en ‘I’m not down’, el enfrentamiento a la muerte en el hilo dramático western de ‘The card cheat’ y las persuasiones destructivas de ‘The four horsemen’, que invitaban al auditor a sembrar el caos, conviven con ganchos comerciales como ‘Train in vain’ y formulan otro choque entre los diversos mundos que confluyen en “London Calling”, esta vez desde un prisma personal e intimista cuya profundidad traspasa el nihilismo. Al final, el larga duración es más que una extensión de sus personalidades musicales e ideológicas, ya que irrumpe en la cultura popular abarcando temáticas que trascienden a su tiempo. No se quedaron estancadas en la Inglaterra de los 70, por más que ese haya sido su punto de partida, sino que conservan su frescura hasta el día de hoy y se pueden leer fácilmente como una radiografía válida de Occidente. Ya sea en el tributo a la subcultura jamaicana de los Rude Boys en ‘Rudie can’t fail’, en la absorción de la cultura ska en ‘Wrong ‘em Boyo’ o en su desprendimiento de los valores punk, “London Calling” es un disco que siempre está en pugna, sus surcos denotan un juego de yuxtaposición y subversión que se aprecia desde su carátula. La tipografía rosada y verde es un guiño claro al debut de Elvis, en el que la estrella estadounidense aparece cantando enérgicamente, haciendo música. Muy distinta a la versión de The Clash, en la que el Paul Simonon está plantando su bajo en el suelo cabeza abajo –acción inmortalizada por el lente de la fotógrafa Pennie Smith–, como si en ese acto hiciera colisionar todo a fin de construir un nuevo orden musical que los hiciera evolucionar, romper los vínculos con su pasado e interactuar con texturas sonoras que los volvieran más conscientes de sus diferencias. «Con el tiempo, uno empieza a redescubrir este disco y lo encuentra una joya. Es un retrato de todo lo que pasaba en su contexto, además, representa el sentir social, es muy transversal y se mantiene actual», agrega Ramos ponderando el impacto holístico de una verdadera declaración de principios. De hecho, siguen siendo tan relevantes que hasta figuran en un viral que une su música con la del colectivo feminista #LasTesis y el Museo de Londres les dedica toda una exposición gratuita entre el 15 de noviembre del 2019 y el 19 de abril de 2020, que exhibe una colección de artículos de la banda, incluyendo ropa, imágenes y notas que ayudan a armar el puzle de un disco seminal cuyo llamado es imposible de eludir. A cuatro décadas de “London Calling”, las civilizaciones musicales siguen chocando en el mundo de The Clash para poner su sello en la historia. ¿Quién dijo que el futuro no estaba escrito? Encuentra este contenido en nuestra revista. Tags #The Clash # TheClash # Joe Strummer # JoeStrummer # Mick Jones Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Rock Articulos Metallica: Soy tu vida Viernes, 12 de Agosto de 2022 Rock Noticias 'Soldier On!': Megadeth presenta nuevo single Viernes, 12 de Agosto de 2022 Rock Noticias Russian Circles comparte el primer video de su trayectoria Jueves, 11 de Agosto de 2022 Rock Noticias Videos: Geddy Lee y Alex Lifeson se reúnen en show homenaje a South Park Jueves, 11 de Agosto de 2022 Rock Noticias Rage Against the Machine cancela toda su gira europea Jueves, 11 de Agosto de 2022 Rock Noticias Tom Waits anuncia reediciones de ''Alice'' y ''Blood Money'' Jueves, 11 de Agosto de 2022 Rock Noticias Editors comparte nueva canción: 'Kiss' Jueves, 11 de Agosto de 2022 Rock Noticias Escape the Fate en Chile: detalles de meet & greet Jueves, 11 de Agosto de 2022