Sinéad O'Connor: El sonido de la verdad

(Publicado originalmente en revista #Rockaxis224, febrero de 2022)

 

Ícono de los noventas, una de las voces femeninas referentes de la década y también una voz controversial en una época todavía conservadora. A lo largo de su vida pública, Sinéad O’Connor ha lidiado constantemente con los prejuicios y la estigmatización que ha recibido por ser auténtica, sensible, fiel a sus principios y también por exponer sus problemas de salud mental. En enero de este año, ha vuelto a ser noticia por la trágica muerte de su tercer hijo, Shane Lunny. Unos días después de su funeral, fue internada en un hospital debido a intenciones suicidas. Este lamentable hecho, marca una nueva herida en su complicada vida.

 

Por Ilse Farías

 

A finales de los ochentas, Sinéad O’Connor era diferente a todas las cantantes de la época. Su cabeza rapada la apartaba completamente del estereotipo femenino propuesto por la industria, tanto así que cuando del sello le pidieron que se dejara de cortar el pelo y comenzara a usar accesorios más femeninos, ella volvió al día siguiente completamente calva. Su particular estilo y su genuino talento musical, la llevaron rápidamente a triunfar dentro de la industria de la música, pero ella estaba lejos de querer ser una artista comercial: su alma siempre fue punk y su objetivo era ser una cantante de protesta. «No soy una estrella del pop. Solo soy un alma problemática que necesita gritar ante un micrófono de vez en cuando. No pido ser la número uno. No necesito caerle bien a nadie. Solo quiero pagar mis gastos anuales, desahogarme y no dar mi brazo a torcer ni prostituirme espiritualmente».

 

Su carrera, es siempre recordada por un hecho particular que marcó para siempre su relación con la industria musical. La irlandesa ocupó en su momento de mayor éxito en 1992, la tribuna en vivo y en directo del programa Saturday Night Live de la televisión de Estados Unidos, para romper una foto del Papa Juan Pablo II, haciendo un llamado a luchar contra el verdadero enemigo, en el contexto de los abusos a menores de edad en la Iglesia Católica, siendo uno de los actos más valientes y controversiales hacia la catolicidad en aquella época. Esta acción la llevó a ser condenada por los fieles alrededor del mundo, que rompieron sus discos, algunas radios dejaron de tocar su música y fue expuesta por una prensa que literalmente la condenó de por vida. «Mucha gente dice o piensa que romper la foto del Papa descarriló mi carrera, eso no es lo que siento al respecto. Siento que tener un récord en el número uno descarriló mi carrera y el hecho de que rompiera la foto me puso de nuevo en el camino correcto… No me sentía cómoda con lo que otras personas llamaban éxito porque significaba que tenía que ser como los demás querían que fuera. Después de SNL podía ser simplemente yo».

 

El pasado 2021, Sinéad lanzó el libro Rememberings: Scenes from my complicated life, en el cual relata de puño y letra buena parte de su vida, desde su tormentosa infancia de la mano de su madre maltratadora, su relación con la música, sus canciones y discos, su espiritualidad, sus hijos, cuando conoció a Prince y Mohamed Alí, entre otros temas y anécdotas, todo desde un relato sincero y directo, pero también dando cuenta de su humor. La cantante comenzó a escribir esta memoria el año 2015, pero se vio interrumpida a causa de una histerectomía a la cual fue sometida y una posterior descompensación de la cual le llevó años reponerse. Una vez que retomó la escritura, no recordaba muchas cosas de su vida, como ella misma cuenta: «no puedo recordar más de lo que le he dado a mi editor, salvo lo que es privado o lo que deseo olvidar… principalmente no recuerdo porque no estuve realmente presente… esto se debe a que me tomó cuatro años escribir algo después de los capítulos del Papa, años durante los cuales viví dentro y fuera de las instituciones de salud mental resolviendo mis razones para no estar presente».

 

 

Nada se compara...

 

Su vida siempre ha sido muy espiritual y desde pequeña mantuvo una estrecha relación con Dios, pero son los hechos de maltrato por parte de su madre los que la llevaron a cobijarse en la espiritualidad: “amo a Jesús porque se me apareció en la cabeza una noche cuando mi madre me tenía en el piso de la cocina. Estaba desnuda y tenía cereal y café en polvo sobre mi. Mi madre estaba diciendo todas estas cosas aterradoras y yo estaba acurrucada para que pudiera patearme en el trasero. De repente ahí estaba Jesús en mi mente, en una pequeña colina pedregosa, en su cruz… Nunca le pedí que viniera… Dijo que me devolvería toda la sangre que tomó mi madre y que su sangre fortalecería mi corazón». En una de las tantas entrevistas, señala que cuando era niña prometió que si Dios la sacaba del infierno en el que estaba viviendo, trabajaría para él de alguna manera. «Me siento impulsada a luchar contra el abuso infantil y a luchar contra aquellos que usan el nombre de Dios para hacer el mal».

 

Su carrera profesional comienza con la aparición del disco “The Lion and the Cobra” en 1987, tenía apenas 20 años, había llegado hace poco tiempo a Londres desde Irlanda y un par de semanas antes del lanzamiento, acababa de dar a luz a su primer hijo. Pero fue en 1990, con la llegada de su segundo disco “I Do Not Want What I Haven’t Got”, cuando se hizo conocida a nivel mundial, se llenó de elogios y el éxito del álbum la llevó a obtener cuatro nominaciones al Grammy, ganando la categoría de Mejor Interpretación de Música Alternativa (entre otros varios premios de la industria como los de MTV y Billboard). Pero antes de la realización de la ceremonia, Sinéad publicó una carta en la cual rechazaba las nominaciones y no aceptaría ningún premio aunque lo ganara, porque representan todo lo que ella no es. Parte de su texto, señala que: «reconocen mayormente el lado comercial del arte, respetan mayormente la ganancia material ya que esta es la principal razón de su existencia», pero es quizás la frase con la que comienza la que carta la que define claramente sus valores personales y artísticos, mucho antes del episodio de la foto del Papa en SNL: «como artistas, nuestra función es expresar los sentimientos de la raza humana, decir siempre la verdad y nunca ocultarla, aunque estemos operando en un mundo al que no le gusta el sonido de la verdad».

 

Ese mismo compromiso la llevó a ser parte del concierto de Amnistía Internacional ese mismo 1990 en nuestro país, en donde dedicó sus canciones a las mujeres de Chile, expresando «ustedes son una inspiración para mí», así mismo ofrendó a Rodrigo Rojas de Negri con la canción ‘I am stretched on your grave’. En el emblemático concierto realizado en un repleto Estadio Nacional, Sinéad dio muestra de toda su riqueza artística, versatilidad vocal y su energía de juventud, registrando quizás una de las mejores versiones en vivo de la clásica ‘Nothing Compares 2 U’, original de Prince. En su última visita en 2015, ella recordó ese concierto: «?era un momento muy triste para mí, era muy joven, tenía 23 años y vivía también en un país donde había mucho conflicto, entonces estar ahí reflejaba la misma tristeza que sentía en casa».

 

 

Vas a tener que servir a alguien

 

El año 92, dos semanas después del transgresor y de culto episodio de la foto del Papa, Sinéad fue parte de otro hecho público que marcó su carrera y del cual quedó registro para la posterioridad. Había sido invitada al Madison Square Garden a un concierto en homenaje a Bob Dylan, para ella el músico más influyente en su vida. «’Gotta serve somebody’ es mi hoja de ruta para saber qué tipo de artista quiero ser. No solo un animador, sino también un activista. De hecho, no habría roto la foto del Papa hace dos semanas si no es por esa canción y lo que dice que deben hacer los músicos». Una vez que subió al escenario, fue recibida por un apabullante mezcla de abucheos y aplausos, a propósito de lo ocurrido en SNL, los que le impedían comenzar a cantar. Luego de algunos minutos y después de pedir en dos ocasiones que se pare la música, se dirige al micrófono para exclamar la misma letra de ‘War’ de Bob Marley (discurso original de Haile Selassie, último emperador de Etiopía), tal como lo había hecho en SNL. La escena es realmente conmovedora y de mucho coraje, sus ojos reflejan un estado de completa convicción y su grito proviene desde una fuerza visceral. De ese momento recuerda: «al día siguiente voy a visitar al mánager de Dylan a su oficina. Le cuento lo que ha pasado con la iglesia de Irlanda, cómo han violado y se ha abusado de tantos niños y cómo la Iglesia lo ha estado consintiendo y encubriéndolo todo. Le pregunté si él y Dylan me ayudarían a sacarlo a la luz. Cree que estoy loca. No me ofrece ninguna ayuda. Ni él ni Dylan van a hablar por mí. Estoy sola. Me pregunto si ahora todavía piensan que estoy loca».

 

A lo largo de su carrera, Sinéad ha lanzado 10 álbumes y está en preparación de uno nuevo, según lo menciona en su libro. Cada uno de sus trabajos reflejan parte de su vida. Todos son distintos musicalmente, auténticos en sus letras y de gran calidad musical, aunque varios de ellos están alejados del mainstream y lo que quiere la industria musical. A pesar de tener una carrera musical de más de 30 años, la prensa siempre la recuerda y saca al tapete sus puntos más vulnerables, como por ejemplo su estado de salud mental. Si bien, este no es un secreto y ha sido expuesto en variadas ocasiones por la misma cantante por medio de entrevistas y sus redes sociales como Twitter y Facebook, sobre todo en momentos de mayor vulnerabilidad, crisis y soledad, las opiniones que ha recibido no han sido siempre desde la empatía, sino más bien desde la burla, el estigma y la revictimización. Sobre este punto señala que «es difícil, es doloroso estar en el negocio de la música y ser definida constantemente como si estuviera loca, como si estar enojada fuera malo, te hace de alguna manera peligrosa y te tratan como un oso bailarín ruso… el tipo de burla, invalidación y menosprecio, me han hecho querer huir un millón de veces a lo largo de los años».

 

Hoy, quienes admiramos y valoramos a Sinéad por sus valores como persona y artista, seguimos en alerta por noticias acerca de su estado de salud mental y emocional. Y es que la pérdida de un hijo es sin duda uno de los dolores más tremendos que puede vivir un ser humano, podemos entender y empatizar con sus sentimientos de madre y deseamos que encuentre la paz y fuerza necesaria para seguir adelante. Si bien aún se desconoce su estado de salud, hace unos días atrás, los seguidores de la serie Euphoria (HBO Max) celebraban uno de los momentos más emotivos de la segunda temporada acompañada por la canción ‘Drink before war’ (del disco ‘The Lion and the Cobra’). El resurgimiento de la canción, en este momento en especial, trajo su voz de regreso como un consuelo a las nuevas generaciones de todos los rincones del mundo y su emotiva interpretación llegó como si fuera una oración. Como ella misma declarara: «orar en otro idioma es como cantar».

 

 

Nothing Compares (Kathryn Ferguson, 2021) es el nombre del documental biográfico que narra la historia del ascenso de la cantante irlandesa a la atención internacional y de cómo su personalidad iconoclasta provocó su exilio de la corriente principal del pop. Cubre un período de seis años (1987-1993), suficiente para comprender las inquietudes iniciales de una cantante instalada hoy como figura de atrevimiento, valentía, feminismo y, también, fragilidad. Todo lo que pasó antes de 'Nothing compares 2U' —su madre, su primer novio, sus recitales ante audiencias pequeñas, su primera banda, su hijo— dice más sobre la cantautora que los muchos líos en los que luego la iba a meter la fama. La película se estará exhibiendo este fin de semana como parte de la programación del Festival Internacional de Cine y Documental Musical In-Edit Chile 2022.