Paul McCartney: arte hasta en la sopa Las otras pasiones del ícono musical Martes, 24 de Septiembre de 2024 Como un saltimbanqui medieval, Paul McCartney viaja a lo largo de su trayectoria -de casi setenta años- con el don de su ingenio por distintas esferas artísticas más allá de su lado musical, encontrando en cada una de ellas una gota de magia diferente que, cual cuento infantil, "le consuelan" al final del día. Hay cosas que no pueden atraparse, como un mirlo a la mitad de la noche que silba previo a su vuelo, no pueden guardarse en frascos de vidrio en un estante, ni tampoco se pueden callar bajo un claustro de indiferencia. Una de esas cosas es el arte, y Paul McCartney es un ejemplo de ello. La leyenda viva que ha trazado tantos caminos como ascensos, se resiste a la anquilosis de su espíritu creativo, arrastrando su huella más allá del horizonte. El alma inquieta del bajista le ha llevado a parajes artísticos, para muchos desconocidos, donde ha encontrado en la pintura, fotografía y escritura, sinónimos para la libertad que la misma música le ha dado en sus 82 años de vida. Óleo: bocanada portentosa Poco antes que McCartney conociera a Lennon y sus The Quarrymen, Paul era un rebelde colegial que poco interés tenía en lo que no fuera la pintura o la música, mas esta actitud indisciplinada le frenaría de llegar a formarse académicamente como pintor (a diferencia de Lennon, que algo de estudios tenía), dejando esta faceta como hobby para centrarse en su papel con The Beatles. Tras la separación del cuarteto, se reencontraría con la tela en blanco y para la década del 80 tomaría en serio este camino. "Con The Beatles, cuando el día había sido pésimo, recuerdo que sólo tenía que coger la guitarra en una habitación y tocar para hacer que todo fuera mejor. Ahora, la pintura me aporta ese bienestar, es algo mágico", expresaba para su libro "Paintings" (1999). Magritte, Warhol y Hamilton fueron algunos de los artistas con que el músico se obsesionó, pero no sería hasta conocer al holandés Williem de Kooning, exponente del expresionismo abstracto, que Paul vería la pintura como una ventana a un universo onírico, impredecible y sin ataduras. "Lo visité en su estudio y vi lo que hizo (…) era obvio que no se trataba de esta 'cosa significativa'. Se trataba de la estética. El aspecto. El arte. El color y las pinceladas. En el momento en que me di cuenta de eso, me encantó". Con pinceladas a momentos erráticas y delicadas, colores vibrantes y un estilo quimérico, Paul ha retratado rostros familiares (entre ellos Lennon, su difunta esposa Linda, David Bowie, etcétera) y paisajes de ensueño, los cuales fueron expuestos al mundo por primera vez en 1999 en el pueblo alemán de Siegen e inmortalizados en su obra "Paul McCartney Paintings" del mismo año. La exposición contó con 73 óleos (aunque la creación total es mayor a 600), donde el caballero real exhibió el respiro que su vida había dado gracias a las tintas. "Algunos dicen que la vida comienza a los 40, y yo quería empezar algo, pero nada sucedía. Y tenía este problema, que no pintaba". El artista (en todo resplandor de la palabra), con sensibilidad y una inacabable necesidad de exploración, expande lo que desde el "Please Please Me" viene construyendo: un universo etéreo donde la lluvia explota y el sol cae sobre la superficie del amor y la melancolía. El ayer siempre hoy Y qué suerte es ser partículas de este infinito, donde si bien no vemos el futuro, podemos recordar o imaginar el pasado; donde gotas de creación caen en la nostalgia. "Paul McCartney Photographs 1963-64: Eyes of the Storm" es el nombre de la reciente exposición fotográfica del liverpuliano. En ella, McCartney recoge más de 250 fotografías -creídas perdidas- del Big Bang de la Beatleanía entre los años 1963 y 64. Días jóvenes e intensos fueron vividos y retratados por el ojo de Paul y su Pentax de 35 mm, ya sea encerrados en su auto con una avalancha de fanáticos detrás o descansando en camerinos y hoteles; la banda más importante de la historia le regala al mundo una canción visual de la mano de su compositor. "Todo era nuevo para nosotros entonces. Pero me gusta pensar que no las tomaría de manera diferente hoy. Ahora traen tantas historias, una avalancha de recuerdos especiales, que es una de las muchas razones por las que las amo a todas y sé que siempre encenderán mi imaginación", contó desde la National Portrait Gallery de Londres. La mirada observante de su alrededor ha permitido la creación de algunas de las más grandes canciones jamás inventadas, como también, la estampa de lo que fueron esos días en que el planeta se detuvo para ver al cuarteto chascón. El vínculo con la cámara ha sido un sello en la vida de Paul, compartiéndolo con su primera esposa, la reconocida fotógrafa, Linda McCartney, quien fue también responsable del retrato de la última etapa de la banda, la creación de Wings y el camino solista de su esposo. Resulta hermoso ver -desde los ojos de Paul- a un Lennon de 23 años sonriendo en blanco y negro, a Harrison, siendo casi un adolescente, aferrado al cigarro conversando y a un Ringo muerto de la risa agitando sus baquetas. Un abrazo celestial que un sobreviviente da al infinito, una sombra que se cierne sobre el hoy, y el ayer que es lo único que queda para pensar en un mañana. Silbidos en el silencio nocturno Los días sesenteros quedan en la memoria y viven a diario en canciones y fotos que uno de sus protagonistas creó, siendo el hoy un momento digno de vivir. Cuando la ciudad se apaga es extraño pensar en un McCartney sin rock, mas el músico en su cara más hogareña aún tiene minas por explotar. Paul se viste de chaleco y corbatín, con un moño y barba canosa acompañado de un sombrerito -o al menos en el libro se ve así- para acompañar a sus nietos en la víspera del sueño. "Hey Grandude!" es el libro de cuentos infantiles que el inglés publicó en 2019, donde Grandude es un excéntrico abuelo que, con su brújula mágica y guitarra, vive fantásticas aventuras junto a sus nietos. Paul cuenta que el nombre nace de uno de sus niños, quien acostumbrado a llamarle Grandude se lo contagió a los demás -Hey Grandude! Es también una clara referencia al éxito de 1968, 'Hey Jude' -el libro cuenta con un CD del artista narrando cada historia, para así homenajear y acompañar a sus nietos esté donde esté. El universo McCartney parece no parar en ningún momento, dejando una estela luminosa en la eternidad. Dibujando melodías en el piano o en el bajo, escribiendo a corazón abierto con mensajes del inconsciente, pintando, fotografiando, recorriendo el mundo con su lírica o simplemente siendo Paul, el británico parece saber mejor que nadie, que los mirlos seguirán cantando mientras haya un cielo al que volar; esperando el mañana que, bueno, llegará. Benjamín Sandoval Schuffenegger Paul McCartney se presentará en Chile el próximo viernes 11 de octubre en el Estadio Monumental, como parte de la gira Got Back. Entradas disponibles en Ticketmaster. Tags #Paul McCartney Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Rock Noticias Solar abrirá el regreso a Chile de Keane Martes, 08 de Octubre de 2024 Rock Noticias Con el legado de Misfits: Michale Graves regresa a Chile Martes, 08 de Octubre de 2024 Rock Noticias Paul McCartney ya está en Chile: posible setlist Martes, 08 de Octubre de 2024 Rock Articulos Canciones de rock influenciadas por el juego del póker Martes, 08 de Octubre de 2024 Rock Discos Mercury Rev Martes, 08 de Octubre de 2024 Rock Noticias Metallica es la banda más grande del heavy metal Martes, 08 de Octubre de 2024 Rock Clásicos Christina y Los Subterráneos Martes, 08 de Octubre de 2024 Rock Noticias ''Invisible'': lanzan el primer libro dedicado al icónico disco de La Ley Martes, 08 de Octubre de 2024