Let Sleeping Corpses Lie

White Zombie

Sábado, 29 de Noviembre de 2008

2008. Geffen

Rob Zombie nunca ha sido un artista dependiente de glorias pretéritas. Es por esto que el anuncio de esta quíntuple entrega causó tanto sorpresa como extrañeza por la no menor legión de viudos de los venerados zombies del metal americano. La previa de este trabajo, lanzado a finales del año pasado, estuvo sumergida en una teoría que, por contexto, era inevitable no poner sobre la mesa: la vuelta a los escenarios de White Zombie, pero llegar a siquiera pensar que el multifacético frontman se subiría al lucrativo vagón de las reuniones de formaciones clásicas es casi tan desfachatado como imaginar al tenor de ‘Thunder Kiss 65’ dirigiendo una pieza romántica para la pantalla grande.

“Let Sleeping Corpses Lie” es un pack que alimenta, con certeza, dispares diagnósticos. Cuatro CD´s y un DVD cuyos contenidos apelan, desde la recóndita arqueología, los ruidosos y primigenios trazos que el grupo formuló, a mediados de los ochenta, hasta las firmas de sus obras comerciales. Los dos primeros capítulos en audio tienen algunos puntos destacados, uno de ellos el EP debut, “Gods on Vodoo Moon” (1985), el cual pese a ser considerado casi una anécdota por su amateur cruce de influencias (Cramps, Pussy Galore, Sonic Youth), abrió la puerta para el cultivo de una marca que, años después, viraría a cuadro referencial para el refresco noventero del género metálico.

Ya para el segundo CD, canciones de “Make Die Slowly” enrostran la transición metalera que el grupo luego escribiría con total éxito bajo el alero multinacional. El dueto complementario de discos compila a White Zombie en sus jornadas de mayor revuelo. Obviando las siempre agradables revisiones para monstruosas gemas inmortales como ‘Black Sunshine’ o ‘Super-Charger Heaven’, grandes recuerdos como el pedazo de versión para ‘Children Of The Grave’ (Black Sabbath) o el hit del soundtrack de Airheads, ‘Feed The Gods’, queda una sensación clarísima: la falta del factor sorpresa.

A partir de “La Sexorcisto: Devil Music Vol. I” (1992), White Zombie no sólo logró sofisticar una marca, sus alucinógenos videos siempre los distanciaron de las bandas hard rock de Los Angeles y los defensores de la ebullición alternativa de Seattle, esto, sumado al background cinematográfico de Rob en la última década, daban razones de sobra para suponer un bocado audiovisual de antología. Lamentablemente, este no fue el caso.

Primero, el material de las canciones en vivo es bastante bajo. Es más, en Youtube, escarbando un poco, se pueden hallar mejores extractos. Es difícil de creer que los miembros del número neoyorquino no posean ningún concierto registrado con calidad profesional en sus archivos personales (sin ir más lejos, la performance en Sao Paulo de 1996 lo transmitió un canal brasileño de televisión abierta).

Aparte de los bootlegs en directo que, en su mayoría, rondan sólo en lo aceptable (en especial las tomas en el Bizarre Festival) y ayudan a rememorar el tremendo carisma que proyectaban los shows de la banda, están todos los clips oficiales del cuarteto. Los cinco discos vienen en un robusto digipack cubierto en un slipcase bastante simple. Olvidando el mezquino arte, se extraña también la falta de un consistente compendio de fotos antiguas y notas de los integrantes históricos de White Zombie (alguna anécdota podría haber aportado Sean Yseult). Por instantes, queda la sensación de que esta maratónica recopilación hubiese sido trabajada a la rápida, algo bastante extraño considerando el tiempo no menor que demoró en materializarse la entrega.

Si eres de los coleccionistas exigentes que sólo aprueba colosales ítemes como el magnánimo box set de Slayer, “Soundtrack to the Apocalypse”, esta puede ser una adquisición arriesgada. Las cuatro horas y media de “Let Sleeping Corpses Lie” cumplen con potenciar un legado de tremenda valía pero no encandilan para nada. La deuda es explícita.

Francisco Reinoso Baltar