Guns n' Roses

Appetite for Destrution

Lunes, 27 de Abril de 2020

1987. GEFFEN

Corría el año 1987 y luego del escaso éxito de su debut "Live! Like a Suicide" editado un año antes, la banda de Los Angeles lanzaba su primer trabajo completo que a la vez significó el debut para Geffen, su nueva casa discográfica. En este marco, fue que Guns n' Roses grabó esta placa que a la postre se transformaría en todo un suceso y en un ícono de lo que sería el movimiento musical de esos años y que convirtió a la agrupación liderada por Axl Rose, en el principal exponente del estilo y a canciones como 'Sweet Child O' Mine', 'Welcome To The Jungle' y 'Paradise City' por nombrar sólo algunas, en importantes hits radiales y ahora, con el paso de los años, en todo unos clásicos de los ochenta.

Por ese entonces, la banda estaba formada, además de Axl en las voces, por Izzy Stradlin y Slash en guitarra, el bajista Duff McKaggan y Steven Adler en la batería, quienes no imaginaban el éxito que alcanzaría esta placa y que los elevaría al sitial de súper ventas en todo el mundo, en un período que veía nacer exitosas producciones como "Slippery When Wet" (1986) de Bon Jovi, "Open Up And Say... Ahh! (1988) de Poison y "Girls, Girls, Girls" de Motley Crue el mismo 1987.

La placa no puede comenzar mejor, con el clásico sonido de Slash y su introducción para 'Welcome To The Jungle', un corte lleno de potencia y grandes arreglos, donde además se deja en claro el poderoso registro vocal de Axl Rose y su tradicional: "You know where you are/ You are in the jungle baby/ You gonna die... Luego, la intensidad sigue al máximo con 'It's So Easy', escrita en conjunto con West Arkeen y que refleja todas las influencias más punk de la banda. Esta canción nos muestra una insospechada versatilidad vocal de Rose, que sorprende con un tono más grave, dándole el toque preciso a un tema que, a pesar de su simpleza, se convierte en uno de las mejores del disco que prácticamente no tiene puntos bajos.

A continuación escuchamos 'Nightrain' y 'Out Ta Get Me', donde Axl retoma los tonos agudos para brindarnos rock & roll puro, lleno de guitarras sucias y ruidosas, con todo el feeling que Slash e Izzy Stradlin le dan a su instrumento. La quinta canción del álbum es 'Mr. Brownstone', que te agarra desde el principio con una gran intro de batería y guitarra y no te suelta hasta el fin de la canción, con unos riffs pegajosos y llenos de onda.

Hasta este momento, la potencia con que se dio inicio a la producción no se ha perdido y se mantendrá por un buen rato más con otro de los clásicos del álbum, 'Paradise City'. Qué se puede decir de este tema, que ya es parte del inconsciente de cada uno de nosotros con su comienzo más que conocido: "Take me down to the paradise city/ where the grass is green and the girls are pretty..." Luego, el desenfreno absoluto con grandes arreglos de guitarra que cada vez se hacen más intensos y hacia el final de la canción, poco va quedando de aquel sonido limpio que dio inicio al tema.

El siguiente corte, 'My Michelle', repite la misma formula, con un comienzo matizado con harto bajo y platillos, que luego dan paso a esos riffs sucios y estridentes, que parecen haber sido sacados de algún lugar del Bronx; todo esto, claro, complementado con el particular estilo de Axl Rose en las voces.

Al terminar 'My Michelle', escuchamos cuatro golpes al cencerro para el inicio de 'Think About You', que sigue en la misma onda, con coros fácilmente recordables y pegajosos y que da la entrada para una de las canciones más populares del álbum y tal vez, de la historia de la banda; se trata de 'Sweet Child O' Mine, un tema mucho más reposado y lleno de melodías, que trae esa gran intro de guitarra que sería mundialmente conocida y que difícilmente podamos olvidar; mientras tanto Axl canta insistentemente: "Where do we go/ Where do we go now..."

En el décimo corte del álbum, se recuperan la potencia y los riffs más sucios que de alguna manera se habían dejado de lado en el tema anterior, 'You're Crazy' nos trae de vuelta esa onda más rock & rollera y sucia que la banda aprovechaba explícitamente. Más tarde, en 1988, esta canción aparecería en formato acústico formando parte de "Lies", el segundo trabajo de Guns n' Roses que traía además su EP "Live! Like a Suicide".

'Anything Goes', tema escrito en conjunto con Chris Webber, es el penúltimo track del disco que nos trae más hard rock y guitarras y a un Axl Rose inspirado en uno de sus mejores participaciones de todo el álbum. Finalmente, luego de 40 minutos de música, llega el turno para 'Rocket Queen', que se transforma en el desenlace ideal, pues es un tema variado que mezcla los riffs más pesados con guitarras limpias, que son aprovechadas por Axl para entregarnos una gran performance vocal, esta vez más melódica pero con la misma fuerza que se aprecia en todo el largaduración.

Sin lugar a dudas es un disco redondo al que no se le encuentran puntos bajos y que logra mantener atento y excitado a quien lo escucha; desde un inicio nos muestra hacia donde va con la potencia de 'Welcome To The Jungle' e 'It's So Easy'... Power y guitarras ruidosas. Todo esto matizado con algunos elementos más suaves como 'Sweet Child O' Mine' y el comienzo de 'Paradise City', donde además nos encontramos con Axl haciéndose cargo de los sintetizadores, pero siempre retomando esos riffs sucios y repletos de rock & roll, que transformaron a esta banda en uno de los íconos del movimiento que se formaba a fines de los 80 y que seguiría presente durante la década del 90. Guns n' Roses se ganó un lugar en la historia del rock y este disco, sin lugar a dudas, fue el principal gestor de ello gracias al rock and roll... puro rock and roll.

Rodrigo Carvajal U.