Grand Funk Railroad

On Time

Miércoles, 06 de Mayo de 2020

1969. Capitol Records

Considerados por la gran mayoría como los padres del rock pesado americano (aunque yo le doy el honor a Blue Cheer), Grand Funk Railroad fue una banda que siempre se caracterizó por su dinámico sonido, un rock and roll potente que puede hacerte bailar o bien entregarte al anciano ritual del headbanging, ambos con la misma intensidad. “On Time” es su disco debut, y me aventuro a decir que es lo mejor que hicieron no sólo por su urgencia y el alto número de clásicos que figuran en su tracklist, sino porque realmente el nivel general del disco nunca pudo ser superado en entregas posteriores.

Liderados por el adorable Mark Farner, los GFR en vivo eran una maza y es esa fuerza la que quiso plasmarse, con mucho éxito, en este “On Time”. Eso no sólo se debe al magnífico trabajo guitarrero y vocal de Farner, sino que también a la base rítmica, una verdadera muralla que lograban construir en conjunto Mel Schacher en el bajo y el súper batero Don Brewer. 'Are You Ready?', el clásico que abre la placa, nos muestra claramente lo antes descrito: un auténtico power-trío muy afiatado sonoramente, que a partir de un simple, básico y exquisito rock & roll con precisos y sentidos solos de guitarra llevarte hasta el éxtasis. La escuela de The Who, Hendrix y Cream, notablemente asimilada por Farner y cía. Eso es, en el fondo, Grand Funk Railroad.

'Anybody’s Answer' sigue en la lista, y es como una continuación rítmica de 'Are You Ready?', manteniendo el dinamismo, pero integrando partes más lentas, heavy e intensas, con un bajo distorsionado que sólo puede hacerte gozar (es como el preámbulo del stoner). Van ocho minutos de disco y uno ya está completamente enganchado con él.

Y seguimos seducidos, pues llega la clásica 'Time Machine': un heavy-blues apuradito, potente y con un tremendo Farner en la voz, la guitarra, la armónica y un solito de piano muy en la onda y el feeling que este tremendo tema te traspasa. Las raíces se han hecho presentes y siguen esparciéndose, pues en la misma clave llega 'High On A Horse', muy similar al anterior pero nuevamente más pesadito, a dos voces y un riff de guitarra que es sencillamente metálico. Y así llegamos a 'T.N.U.C.', otro clásico en el cual Don Brewer tira toda la carne a la parrilla y se lanza con un tremendo y vibrante solo de batería, muy de la época que empina la duración del tema hasta sus definitivos ocho minutos cuarenta. Glorioso.

Se da vuelta el vinilo y lo primero que suena es otro clásico antológico como lo es 'Into The Sun': una intro con onda blusera que a la altura de los dos minutos muta en un potente riff a la Hendrix, procesado por el poder rítmico de GFR, configurando así un inolvidable del repertorio de esta banda. Luego caemos en los dominios de 'Heartbreaker', el mayor clásico de la banda, que en sus seis minutos y medio pasa de ser uno de esos lentos para bailar a “cogote cruzao” a ser otro rock vibrante, intenso, dinámico y poderoso como es el sello de la casa.

Lo que queda del disco, quizás, no llega hasta las alturas descritas con anterioridad, pero mantiene la onda general y el nivel compositivo. 'Call Yourself A Man' es un ejemplo de eso, 'Can’t Be Too Long' es intensa, lenta y muy psicodélica y 'Ups And Downs' da un cierre que a lo mejor no es brillante, pero es más que digno para un disco de potente rock, un must have para todos aquellos que buscan igual peso, diversión e intensidad, pero con un alma de la cual carece el sonido americano actual.

Pedro Ogrodnik C.