The Jesus and Mary Chain

1985. Noise Pop

En noviembre de 1985 Jim Reid no pudo haberlo dicho mejor: “Tiene que durar años. Tiene que ser como el primer disco de The Velvet Underground. Estoy hablando de algo así como 20 años más”. Luego de influenciar a la mayoría de las bandas indie británicas que vinieron inmediatamente después, para 2005 otras como Black Rebel Motorcycle Club, The Raveonettes y The Kills seguían mantenían vivo su legado, estableciendo su sonido en base al de un disco tan fundamental como revolucionario: el debut de The Jesus & Mary Chain.

El sonido de “Psychocandy” le debe en partes iguales a The Velvet Underground, Sex Pistols y Beach Boys. El look, misterio y estilo compositivo de la banda de Lou Reed, el descaro y rabia de los Pistols y la sensibilidad pop de los creadores de “Pet Sounds” conviven aquí como si siempre hubieran tenido algo en común. Por lo menos en los cerebros de los hermanos Jim y William Reid (guitarra), esta mezcla tenía sentido y nos hicieron creer que era perfectamente posible.

No es casualidad que ‘Just Like Honey’ sea lo primero que escuchemos en este debut que estuvo precedido por el lanzamiento de varios singles y desafortunados shows en vivo. De cierta forma, esta canción aúna todo lo que es la banda escocesa: simplicidad, melodía y oscuridad. La batería poco ortodoxa de Bobby Gillespie (actual líder de Primal Scream) suena como si viniera desde otro planeta para introducir los acordes melancólicos de William Reid en una de las canciones más reconocibles del grupo.

La primera muestra de hedonismo en el trabajo de los Reid se manifiesta en la más punk ‘The Living End’, con sus textos sobre ser la única persona en el mundo vestida de cuero conduciendo una motocicleta a toda velocidad y pagando las consecuencias por ello. También es donde la distorsión que en vivo sonaría mucho más descontrolada y que sería parte intrínseca de su sonido, aparece en gloria y majestad.

Más de eso hay en la sucia ‘Taste The Floor’ (maravilloso título) pero a un ritmo mucho más letárgico que en ‘The Living End’. ‘The Hardest Walk’ es una referencia clara a las melodías de The Beach Boys pero procesadas en un mar de distorsión. ‘Cut Dead’ hace lo propio con The Velvet Underground pero de una forma que una particular acidez a lo Reid.

La grandiosidad punk de ‘In A Hole’ se hace presente con su ruido persistente y la melodía vocal desganada de Jim que hacia el final suena distante y fuera de sí. Un tema que perfectamente pudo haber sido el sueño mojado de Alan McGee, fundador del sello al cual pertenecía la banda, Creation.

‘Taste of Cindy’ sigue la línea de ‘The Hardest Walk’, pero llega y desaparece en menos de dos minutos. Punk encubierto. ‘Never Understand’ e ‘Inside Me’ son evidentemente más directas y no pierden el norte en lo que se refiere a distorsionarlo manteniendo la melodía.

‘Sowing Seeds’ nos muestra el descaro de los Reid de robar la misma intro y melodía de ‘Just Like Honey’ para componer esta canción. ¿Falta de creatividad? Algunos siempre afirmaron que la similitud que existe entre los temas de la banda es una clara evidencia de ello, pero aún así a estas alturas del disco ya habían establecido un sonido que los diferenciaba de sus contemporáneos.

Hacia el final del disco, ‘You Trip Me Up’, ‘Something’s Wrong’ e ‘It’s So Hard’ (cantada por William) resumen la potencia y melodía de un trabajo que en todo momento suena distante y que en la época que fue lanzado debe haber sido completamente inaccesible. Lo cierto es que fue un verdadero oasis a descubrir. Una pequeña joya alternativa entre mucha música que no tenía ni una pizca de relevancia.

Las catorce canciones que componen “Psychocandy”, y que se van en cortos 39 minutos, fueron escritas durante los años en los que los hermanos Reid se negaban a meter sus pies dentro del sistema para encontrar un trabajo “normal”. ¿Para qué trabajar en una fábrica si puedes hacer temas como estos? La primera muestra de lo que The Jesus & Mary Chain nos iba a ofrecer sigue siendo una hermosa dualidad. “Psychocandy” suena como todo y nada que hayamos escuchado antes.

Jaime Meneses J.