Varios Artistas

1992. Epic

¡Cómo cuesta encontrar bandas sonoras buenas! Cuesta que un disco inspirado por una película tenga un concepto musical claro. Pero de que los hay, los hay. Ya fue el turno de comentar la de “Easy Rider”, un LP fenomenal, que representa a una generación entera, en una película que hizo lo mismo. En el caso de “Singles”, la verdad es que la película no fue tan determinante como lo fue el disco. Hay un nombre que puede explicar tal fenómeno, y ese es el del director del film, Cameron Crowe. Un muy buen cineasta, pero principalmente, un rockero que ha armado bandas sonoras geniales, como lo es la de “Almost Famous”, o que es capaz de convencer al mismísimo Paul McCartney que le escribiera una composición original para “Vanilla Sky”.

Crowe armó aquí lo que se puede calificar como “The Best of” de aquello que se conoció como grunge. No solamente las mejores y más importantes bandas aportaron con temas, sino que varios se involucraron en la misma película, como Alice in Chains que toca en vivo, Eddie Vedder, Stone Gossard y Jeff Ament de Pearl Jam, que son la banda ficticia del protagonista (cuya ropa está toda sacada del closet de Ament) y Chris Cornell que es nada menos que vecino de uno de los personajes. Fue simplemente la respuesta de los músicos a un director que quiso mostrarle al mundo como vivía esta nueva generación, más independiente, más alternativa, como se le calificó a su lado musical, aunque aquel apelativo no pudo haber estado peor puesto.

Salvo Nirvana, están todos los que tenían que estar. Vaya uno a saber porqué no estuvieron. Se lo perdieron. Acá no hay nada que sobre. No hay ni siquiera medio minuto del álbum que no den ganas de repetirse. Casi todos los temas fueron hechos especialmente, y algunos luego saldrían en discos que la rompieron. El CD vendió más de un millón de copias, y pasó a ser tan referente como los éxitos radiales de cualquiera de las bandas involucradas.

Abrir con ‘Would?’ de Alice in Chains parece un crimen. Pocas canciones representan tanto al cuarteto como ésta, con la maravillosa participación conjunta de Jerry Cantrell y el recordado Layne Staley, inspirado además en otro gran personaje de la escena de Seattle, Andrew Word, líder de Mother Love Bone. Sirvió de single promocional, que fue un golazo también para el grupo, pues su disco “Dirt”, que salió tres meses después, aprovechó el tremendo éxito de este temón.

‘Breath’ es la primera de las contribuciones de Pearl Jam a “Singles”. Un tema que hasta el día de hoy es de lo más pedidos por el público en vivo, pues no es muy tocada. Básicamente conserva una estructura similar a la de ‘Alive’, y vuelve también a contar con un solo de un inspirado Mike McCready. Gran canción. Como lo es también la más rocanrolera ‘State of Love and Trust’, con un riff monstruoso, y un coro inolvidable. Uno de los temas más irresistibles del grupo, que en aquella época escribía himnos casi como un ejercicio diario.

Llega el turno de Chris Cornell, con la primera aparición en solitario de su carrera, con una joyita titulada ‘Seasons’, una mezcla entre Dylan y Led Zeppelin, muy freak para venir de él, al menos en esta época. Un crack Cornell. Del tema de Soundgarden, ‘Birth Ritual’, no sé qué decir, es una aplanadora. Lo más pesado del disco, de lo más heavy que hizo alguna vez el grupo también. Un riff inmenso y Cornell cantando más alto que, sin exagerar, nunca.

Paul Wasterberg es otro invitado que tiene doble participación. El ex The Replacements, se despacha dos rockitos bien amigables y oreja, que le aportan la faceta más pop a esta banda sonora. ‘Dyslexic Heart’, en especial, entra de una. Un momento mágico llega con la versión de las hermanas Wilson de Heart, acá llamadas The Lovemongers, de ‘The Battle of Evermore’, de Led Zeppelin. Está grabada en vivo, a un volumen tan alto que produce un efecto medio ácido, que te vuela la cabeza. Uno de los mejores momentos, sin lugar a dudas. Y como cover de Zep, uno de los más memorables también.

Si hablo de magia, y de canciones que quedan en la memoria, seguramente hay uno que te va a dejar con la boca abierta, inconciente por varios minutos, shockeado. Muchos puede que no sepan de qué estoy hablando, y entonces es porque no han escuchado este CD. ‘Chloe Dancer/Crown of Thorns’, de Mother Love Bone, es probablemente una de las obras maestras del inmenso cancionero noventero. ‘Chloe Dancer’ es una hermosísima intro en que Andy Wood saca su lado más frágil, para ponerte los pelos de punta, y rápidamente engancha con ‘Crown of Thorns’, una maravilla en cuanto a melodías, manejo de intensidad y progresión del tema. Si el resto de la banda sonora estuviera compuesta por pura escoria, el disco seguiría valiendo la pena, solamente por MLB. Una de las agrupaciones más talentosas de Seattle, que tuvo que terminar abruptamente mucho antes de que el grunge fuese grunge y Seattle concentrara las miradas del mundo.

Si el desfile de nombres parece suficiente, todavía quedan. Y qué nombres. Jimi Hendrix se hace presente, con ‘May This Be Love’, un tema de “Are You Experienced?”, que logra que el maestro no suene desfasado de sus alumnos, y participe de este ambiente tan único que domina el LP. Pero la plícula se las siguen robando otros, como es el caso de ‘Nearly Lost you’, de Screaming Trees, una auténtica avalancha guitarrera, con un riff tremendamente power, y que también fue un adelanto de su futuro disco, “Sweet Oblivion”, que vería la luz tres meses después, casi junto con “Dirt”, de AIC. Mark Lanegan deja en claro que él está a la altura de todos los grandes que acá figuran… por si a alguien le quedaba alguna duda.

El cierre, no podía ser de otra forma, también es brillante. ‘Drown’, de Smashing Pumpkins, quienes no eran de Seattle, es uno de los momentos más luminosos de Billy Corgan, por lo jugada que es. Suena tremendamente limpia en un comienzo, y se va ensuciando con el paso de los minutos, hasta terminar sonando como Sonic Youth carreteado. Excelente. Y todo un evento que los Pumpkins participen, sin ser de Seattle, que es la ciudad donde incluso sucede la película.

Aquello de los Pumpkins es simbólico, porque amplía el espacio en que se mueve el disco. No es solamente un recopilatorio de Seattle, sino que de toda una movida que estaba viva, donde participaban muchas otras bandas, y que marcó para siempre a una generación. Este es casi un manifiesto, de que “los músicos unidos jamás serán vencidos”. Porque no solamente es una tremenda colección de canciones, sino que contó con el apoyo de las mismas bandas, al hacer grabaciones especiales o aparecer en la película misma. Algo quiere decir eso. A partir de “Singles”, ya no era necesario saber quién era de dónde. Se sabía que todos estos que aquí aparecen buscaban lo mismo, y ayudó a que se les metiera a todos en el mismo saco. Eso da lo mismo, el hecho es que incluso los sellos se decidieron a apoyar en masa a este lote, lo que no puede considerarse negativo. Obviamente el álbum recibió mucha mayor cobertura cuando Pearl Jam y Alice in Chains se convirtieron en un fenómeno. Pero eso no nos interesa por ahora.

Juan Ignacio Cornejo K.