Cheap Trick

1977. Epic

Formados en 1973 en Rockford (una pequeña ciudad ubicada a 143 kilómetros de Chicago), Cheap Trick tenía un aspecto demasiado curioso. Mientras Robin Zander (voz) y Tom Petersson (bajo) lucían como estrellas de rock en ciernes, su otra mitad eran unos bichos raros: Rick Nielsen (guitarras) había quedado calvo de manera prematura y usaba una gorra de beisbol para disimularlo. Bun E. Carlos (batería), en tanto, parecía un oficinista, con un bigote recortado y anteojos.

A pesar de contar con puntos fuertes, su debut ''Cheap Trick'' (1977) no logró elevar su estatus, ya que parecía repetir demasiados clichés del hard de la época. Eso los llevó a rendir un nuevo examen para probar su valía. Así, su segundo álbum, ''In Color'' fue lanzado en agosto, con tan sólo ocho meses de distancia del primero. Este fue producido por Tom Werman (Blue Oyster Cult, Mötley Crüe), quien ayudó a la banda a depurar su música y darles un enfoque más radial. Ahora, el grupo se vestía de un power pop hecho y derecho, donde se conservan las canciones rabiosas, pero con una impronta más melódica y menos visceral, siendo el sello que finalmente los haría conocidos.

No hay duda de que ''In Color'' es un álbum sólido y una experiencia auditiva agradable en todo momento. Además de estar muy cohesionados a nivel musical, dieron en el clavo con un estilo preciso, pues mientras Nielsen supo componer canciones que sonaban a la música de los 60, pero con guitarras contundentes que no escatimaban en voltios,  Zander les dio una personalidad con su voz inconfundible. 'Hello There' es un intro breve y perfecto como para apertura de conciertos, uso que ellos precisamente le dieron. Al rato, pisan el acelerador con 'Big Eyes'. Las guitarras son intensas y la sección rítmica también es digna de escuchar, con arreglos claramente detallados. Hay efectos menores de sintetizador que lo engalanan notablemente. Pese a que las endorfinas bajaron en comparación al primer disco, esta suena muy bien. 'Downed' presenta un sonido más acústico y algunas armonías estupendas. Su estructura melódica complementa perfectamente la profundidad emocional de la letra.

A continuación viene el primer sencillo y una de sus canciones más conocidas, 'I Want You To Want Me'. Si bien en principio no llegó a destacar en las listas americanas, sí les significó un sorpresivo éxito en Japón, que permitió que realizaran una exitosa gira por el país registrada para la posteridad en el álbum ''At Budokan'' (1978), siendo esa versión la que se hizo popular. Aunque en estudio suena más flácida, no significa que no sea buena. Nielsen toca la guitarra con un genial enfoque country y hay un frenético interludio de piano. 'Youre All Talk' es otra canción vibrante, con una impronta muy garajera, donde Tom y Rick dialogan mediante sus respectivos instrumentos con gran talento. No contento con ello, cerca de los estribillos Nielsen da riffs de guitarra salvaje y precisos, mientras que la batería marca excelentes rellenos. 'Clock Strikes Ten' implosiona con un poderoso solo de guitarra, mientras que Zander desborda energía frente al micrófono, las percusiones retumban de manera contundente y el bajo de Petersson suena como motor de motocicleta. 'Come on, come on' tiene un sonido que se basa en gran medida de The Beatles, que incorpora los geniales riffs de Nielsen, y buenas armonías vocales. Aquí demuestran que no necesitan sonar fuerte para dar derrumbarlo todo.

A medio camino entre el glam y el hard rock, en ‘So Good To See You’ hay una amplitud de sonido impresionante, donde la voz suave de Robin resalta en todo momento. Rick nuevamente se luce en la guitarra con cortes interesantes, mientras que el bajo da escalas profundas y envolventes. Es altamente recomendable oírla con auriculares para apreciar plenamente su complejidad. Excelente conclusión de álbum. Pese a su calidad, ''In Color'' inicialmente no tuvo un gran éxito comercial, sin embargo, con el lanzamiento de "At Budokan", el álbum ganó popularidad de manera retrospectiva. En 1997, la banda decidió volver a grabarlo. Para este remake, trabajaron con Steve Albini (que, entre otras cosas, produjo el "In Utero" de Nirvana). La idea era imprimirle un sonido más tosco que el que tuvo 20 años antes con Werman, para darle la continuación que realmente le querían dar a su debut. Si bien nunca llegó a lanzarse oficialmente, se puede encontrar en internet. Las canciones se sienten más desgarbadas y cercanas a las versiones que pudieron apreciarse en "At Budokan".

"In Color" es un álbum vehemente. Puede que perdieran algo de lo que encantaba del primero, pero no se puede negar la joya rockera que entregaron aquí. Y aunque no fuera un éxito en primera instancia, la desidia del mercado norteamericano fue hábilmente suplida por el del japonés, que supo comprenderlo y hacer que la banda llegara al siguiente nivel. Este disco puede que esté enfocado en la masividad, pero es atractivo y estimulante, mediante canciones que nos capturan con melodías pegajosas y guitarras inconfundibles. Sobre todo después de este cambio al power pop, levantaron una bandera de confianza y autosuficiencia pocas veces vista.

Giordano Antonelli Villavicencio