Volume II: Power Drunk Majesty

2018. Nuclear Blast

Segunda entrega del súper combo metalero Metal Allegiance que reúne a las luminarias como el guitarrista Alex Skolnick (Testament), el bajista Dave Ellefson (Megadeth), el baterista Mike Portnoy (Sons of Apollo, The Winery Dogs), junto al productor/compositor/bajista Mike Menghi. Esta vez el factor sorpresa se ha disipado, así que ya sabemos que esperar del disco, que no es otra cosa más que un desfile impresionante de vocalistas provenientes de varias bandas punteras de la escena internacional del metal, que se ensamblan con abismante facilidad y naturalidad a las canciones creadas por el cuarteto. Pero también participan grandes guitarristas y esta vez acompañan en los solos a Skolnick en algunas canciones nada menos que Joe Satriani, Nita Strauss (Alice Cooper) y Andreas Kisser (Sepultura), quien que se repite el plato del disco anterior.

El disco arranca cortando cabezas con ‘The Acusser’, un veloz y feroz tema thash totalmente old school, muy en la línea de Testament, interpretado con furia por Trevor Strnad, vocalista de The Black Dahlia Murder. Guitarra sobresaliente de Skolnick y doble bombo brutal de Portnoy para redondear un muy buen tema inicial. Pero lo que sigue es aún mejor, porque en ‘Bound By Silence’ pone su voz el gran John Bush, uno de los mejores vocalistas norteamericanos de la historia del metal, en un tema que como no podía ser de otra forma, suena totalmente en plan Anthrax/Armored Saint, con un groove asesino e infeccioso como pocos. Le sigue ‘Mother Of Sin’ con el incombustible Bobby ‘Blitz’ Ellsworth en la voz; registro que de inmediato sitúa a la canción con un tema de Overkill, desbocada y furiosa. Otra de las grandes sorpresas del álbum la encontramos en ‘Terminal Illusion’ con la atómica participación del gran Mark Tornillo de Accept que se deja la piel en su interpretación llegando a unos agudos imposibles. Un tema más pesado que el infierno. El muy de moda Johan Hegg (reciente invitado en los nuevos discos de Saxon y Doro Pesch) de los suecos Amon Amarth, pone su gutural voz al servicio de ‘King With A Paper Crown’, sin duda uno de los temas más pesados de la placa, pero que incluye una interesante sección progresiva en su parte central.

En la segunda parte del disco, encontramos a Max Cavalera en la algo predecible ‘Voodoo Of The Godsend’ que con su ritmo tribal trata de emular la época dorada de Sepultura con un resultado dispar. Mucho más lograda resulta ‘Liar & Thieves’ con la participación vocal de Troy Sanders de Mastodon y sobre todo, los dos temas que canta el siempre efectivo Mark Osegueda de Death Angel, que tanto en ‘Impulse Control’ como en ‘Power Drunk Majesty Part I’ (con una gran sección final totalmente progresiva), demuestra que su voz no envejece, siempre empujando los temas con auténtica garra, pero sin renunciar a la melodía. El cierre del disco llega con la segunda parte de ‘Power Drunk Majesty’ donde encontramos la preciosa voz de Floor Jansen de Nightwish que logra conquistar y encantar como lo hizo Cristina Scabbia en el disco anterior, dejando en evidencia que el disco mantiene el nivel de calidad del trabajo anterior, reuniendo a parte de la creme de la creme del metal actual. Se espera que en 2019 hagan su debut en vivo en tierras sudamericanas, así que habrá que estar muy atento a la alineación de músicos que convocará esta reunión de lealtad metalera.

Cristián Pavez

Tags

#