Danzig

Danzig Sings Elvis

Viernes, 03 de Julio de 2020

2020. Cleopatra Records

Sólo cuando se mira el calendario, uno se percata que Glenn Danzig acaba de cumplir 65 años (nació en 1955), por lo tanto no es extraño que el oriundo de New Jersey haya crecido como tantos adolescentes norteamericanos de su época, fascinados por la fiebre del incipiente Rock ‘N’ Roll, movimiento liderado precisamente por su majestad Elvis Aaron Presley, el ‘Rey del Rock’. La voz y forma de cantar de Elvis siempre fue una gran y notoria influencia en Glenn, algo que queda de manifiesto en varios momentos de esos cuatro e imprescindibles primeros discazos que facturó con su banda Danzig, por lo que hacer este tributo para el de Memphis era una idea que rondaba hace tiempo en su cabeza.

Pero el principal problema de este disco es su pobre producción, un tema que ha sido el Talón de Aquiles de Glenn en la última década, quizás la idea era acercarse al sonido mono de las primeras grabaciones de Elvis, pero ese importante detalle termina afectando el impacto de las versiones, muchas de ellas correctas y emotivas, pero con un pobre sonido de radio AM.

El disco reúne un puñado de clásicos inmortales de Elvis como la enorme ‘Fever’ (que en sus viejos buenos tiempos Bon Jovi hacía una gran versión en vivo), la romántica ‘Loving Arms’ o las melancólicas ‘Is It So Strange’ y ‘One Night’, es decir, canciones que en su mayoría fueron singles Nº1 en Estados Unidos y también algunas favoritas personales de Glenn como la inmensa ‘Always On My Mind’, ‘Pocket Full Of Rainbows’ y la picarona ‘The Girl Of My Best Friend’ hasta completar un tracklist de 14 cortes.

En la mayoría de los temas, la voz de Glenn se escucha bien en la grabación, digna para su edad y para sus excesos, siempre bien arriba y al frente, dejando en un pobre segundo plano la instrumentación de las canciones; algunas críticas despiadadas hacen comentarios como que Glenn grabó este disco en el baño de su casa, pero si bien por un lado no hay duda que lo debe haber hecho con cariño y auténticas ganas de tributar a su ídolo, por otro, el disco termina siendo abortado precisamente por su pobre producción, por lo que el único juicio válido para apreciar/desechar este trabajo es el que cada auditor puede hacer por sí mismo, y que al final del día, es el único que importa.

Cristián Pavez