The Distillers

Coral Fang

Viernes, 17 de Octubre de 2003

2003. Sire/Hellcat Records

Brody Dalle (ex Armstrong) nos trae un maduro y equilibrado nuevo disco de la banda. Equilibrado gracias al aporte en la producción de Gil Norton y con el cotizado Andy Wallace (Nirvana, Korn, RATM y un largo etc) en la mezcla, mientras que Dalle sigue con el total control compositivo, compartiendo los arreglos con la agrupación.

Abren “Coral Fang” con el ya conocido ’Drain The Blood’, primer single que continúa la tradición iniciada en parte por el antecesor ’Sing, Sing Death House’. Punk crudo, visceral y confrontacional muy de escuela californiana. Pero ya se notan algunos cambios sonoros que se irán manifestando a lo largo del disco. Por esa ruta encontramos ’Dismantle Me’ y ’Die On A Rope’, ambas musicalmente muy aceitadas y aceleradas, que marcan la faceta mas dura del álbum.

El cambio sonoro inicia con ’The Gallon Is God’, de carácter muy sarcástica y de arreglos más tirados al rock alternativo de los 90s que al punk angelino de los 80s. Esto último es retomado en gran forma en ’Coral Fang’, ’Love Is Paranoid’ o ’Hall of mirrors’, con esos coros tan gancheros y cambios tan simples de componer.

’The Hunger’ comienza de manera muy folk a voz y guitarra, de identidad única al interior del disco que retoma su curso en parte durante los coros con la banda completa, pero con las bases desaceleradas. Muy destacada composición donde hay cierto acercamiento a los reformados Pixies. Pero es en ’Beat Your Heart Out’ donde tienen un single ganador y que puede ser el gran quiebre en la carrera de la banda, como para darle una lección de cómo hacer una canción punk de gancho pop para todas esas ‘wannabes punkie’ que rondan por allí. Ese equilibrio entre el sonido pre y post ’Coral Fang’ se encuentra de manifiesto claramente en la declaratoria ’For Tonight You’re Only’. En ’Here To Know’ hay un cierto guiño al stoner rock, para luego devenir en un podrido grito vocal de Dalle con base cuasi hardcore. Esto empalma con el ’épico’ final de ’Death Sex’, casi 11 minutos de ruidos, algunas bases de batería, feedback de guitarras y murmullos que te dejan en el desconcierto.

Con “Coral Fang”, The Distillers nos entregan un disco de toques oscuros, por momentos, en sus letras de muchas etapas que musicalmente han tenido un afinamiento necesario, una madurez para saber explotar las vocales de Dalle y con varias concesiones en algunas canciones... sin perder el carácter crudo y personal que le impregna Dalle. Eso igual no les quita credibilidad alguna a su propuesta, que sigue siendo tan honesta y cruda como en sus discos anteriores.

Oscar García Verástegui