Type O Negative

2007. SPV

Tratar de enterder la mente de Peter Steele, el gigantón líder de Type O Negative, es un ejercicio inútil, es perder el tiempo. Ni siquiera se sabe cuando está hablando en serio o cuando en broma.

Bueno, con la música de Type O sucede más o menos lo mismo. No hay un patrón que defina su estilo, ni tendría por qué haberlo; sólo sabemos que gustan de las atmósferas oscuras y las letras retorcidas, realizando la mejor mezcla de Black Sabbath con los Beatles (y algo de hardcore), que se pueda encontrar en la escena del metal actual. Luego de disfrutar las mieles del éxito masivo con “Bloody Kisses” (’93) y el espectacular “October Rust” (’96), claramente sus dos mejores entregas, la carrera de los neoyorkinos ha venido con altos y bajos sin discos memorables que recordar; por ello, este “Dead Again” es una placa muy importante para el futuro de la banda, y entiéndanme claramente: “Dead Again” no es un mal disco, pero si un disco muy extraño; cuesta tomarle la onda, lo que a mi modo de ver es algo más positivo que negativo, pues siempre me ha gustado que las bandas se atrevan a experimentar, a ir un poco más allá de lo que se podría esperar de ellos.

Pero parece que a Steel y sus secuaces se lo tomaron muy en serio y se les pasó la mano, ya que 5 de las 10 canciones de la placa, son extensos experimentos que van entre los 7 y 14 minutos de duración, y es como si vinieran dos canciones pegadas en un mismo tema, pues escuchas 4 ó 5 minutos de cada canción y de repente todo muta y cambia radicalmente y es como si empezara otra canción, sin pies ni cabeza, como si la banda estuviera “jammeando” más que tocando una canción. Como decía, un fenómeno extraño, pero cuanto menos curioso y rotorcidamente atractivo.

Son las canciones de formato más “tradicional” la que major funcionan en el disco, como el track de apertura ‘Dead again’, potente y oscuro y bastante hardcore que recuerda los días del disco debut de “Slow, Deep, and Hard” (’91) e incluso de Carnivore la banda previa de Steele, o como ‘September Sun’ que parte con un piano idéntico al de ‘Home Sweet Home’ de Motley Crue, pero con una nota cambiada.

‘Halloween in Heaven’ es otro de los temas “cortos” destacados, con la participación de la vocalista femenina Tara Vanflower, pero es sin duda en la final y excelente ‘Hail and Farevell to Britain’ donde aparece el Type O Negative más “vintage” y clásico, sonando como en los mejores momentos de “Bloody Kisses” y “October Rust”.

Otro aspecto que siempre me ha gustado mucho de esta banda es su lírica llena de sarcasmos e ironías, con un claro sentido del humor negro como la muerte, y en este disco, la letra de ‘Some Stupid Tomorrow’ se destaca en ese ámbito.

La voz arrastrada y grave de Pete Steele está, incluso con nuevos matices; los teclados lúgubres y siniestros de Josh Silver están; la punzante guitarra de Kenny Hickey está y la batería “sabbatizada” de Johnny Kelly también está; es decir los elementos siempre característicos del sonido de Type O están presentes en cada rincón de esta placa, y es en el tema de la experimentación donde se produce la confusión: demasiadas ideas metidas en una misma canción; quizás con 10 temas de entre 4 y 5 minutos y al hueso, estaríamos delante de un disco realmente inspirado, conciso y preciso, directo, rockero y contundente, pero al final todo se diluye un poco y el disco toma muchas direcciones diferentes.

Quizás esa es la idea temática que presenta el álbum; quizás sean los propios Type O sus propios y peores enemigos con este tipo de decisiones artísticas medio suicidas, como que ellos mismos se encargan de echar a perder todo lo bueno que hacen. Quizás Peter Steele estuvo mirando demasiado tiempo la siniestra fotografía de la portada con la imagen del diabólico místico ruso Gregory Rasputin y se le contaminó el cerebro; sea como haya sido, no hay dudas que Type O Negative germinó otro hijo bastardo que como siempre será amado por algunos y odiado por muchos.

Cristián Pavez