Soulfly

2022. Nuclear Blast

 

Celebrado regreso de una de las bandas insignes de Max Cavalera que con su disco de estudio número 12, retoma ese Thrash-Death Metal que tanto recuerda a los primeros Sepultura, como también al sonido de la escena de Florida de fines de los 80’s, en la vena de Obituary o Morbid Angel.

 

En su disco anterior “Ritual” (2018), la banda ya había apuntado en esta dirección, pero ahora de la mano del nuevo mesías del metal extremo, el guitarrista-productor Arthur Rizk (Eternal Champion, Kreator, Power Trip, Cavalera Conspiracy), el sonido es más visceral y brutal; totalmente crudo y poco pulido, para capturar en toda su esencia la furia demoledora del ahora power trío integrado por Max Cavalera en voces y guitarra rítmica, Zyon Cavalera en batería y Mike León en bajo. Los solos de Marc Rizzo quien ya no está en la banda (“se le fueron los humos a la cabeza” dijo Max), son realizados por guitarristas invitados como el propio Rizk, John Powers (Eternal Champion),  y Chris Ulsh (Impaler), todo hermosamente visualizado en la gran portada ilustrada por el artista James Bousema que representa los temas que Max quería reflejar: naturaleza, fauna, rituales místicos y el equilibrio de la vida, todo simbolizado en un tótem que nos proteja del caos y destrucción del mundo actual.

 

Con 40 minutos de música y 10 canciones, aquí no hay tiempo que perder, ni mucho menos utilizar Polvos Royal para rellenar un disco que no lo necesita para nada, porque desde el arranque, un groove brutal se toma la placa y no suelta al oyente hasta el final. ‘Superstition’ abre los fuegos con una potencia desatada y un Max berreando como en sus mejores tiempos. Por un momento uno quisiera una producción más limpia para que las grandes baterías de Zyon destaquen un poco más (que increíble es ponerse a pensar que los latidos del corazón de ese nonato que aún estaba en el útero de su madre y que suenan en ‘Refuse/Resist’ de Sepultura, hoy tiene 29 años), pero Max quería este tipo de sonido que te cae encima como una lápida de granito puro. ‘Scouring The Vile’ cuenta con el agregado del gran John Tardy de Obituary en voces, en un tema absolutamente demoledor, mientras que el groove instantáneo con el que arranca ‘Filth Upon Filth’ nos pone de inmediato en la mente a Pantera y a medida que se desarrolla el tema, también aparecen esos riffs infernales en el más puro Slayer style. Y si buscamos más referencias grandiosas, ‘Rot In Pain’ es puro Morbid Angel aderezado con la percusión tribal brasileña, dando como resultado otro combo directo al mentón.

 

‘The Damage Done’ rebaja levemente las pulsaciones más no la brutalidad, porque los riffs son cortantes e hirientes como las hojas de una sierra, para luego meter un cambio de marcha y acelerar hasta aniquilar. ‘Totem’ el tema título , recuerda montones al Sepultura de “Chaos A.D.” pero con un sonido mucho más podrido, mientras que ‘Ancestors’ es puro Death Metal “old school”, lento, arrastrado y brutal. ‘Ecstasy Of Gold’ continua la aniquilación sin contemplaciones, para luego quedar bajo el embrujo de ‘Soulfly XII’, un corte instrumental muy espiritual, etéreo, bello y con una instrumentación que refleja los sonidos de la selva Amazonas, lo que por cierto conecta muy bien con el gran cierre con ‘Spirit Animal’ y sus 10 minutos de duración, que arranca como un ritual para luego dar el último cañonazo sónico de un disco demoledor y sin tregua alguna. 

 

Soulfly está de regreso y con un Max inspirado e incansable y con un disco que se mete directo entre lo mejor del año. Y si hay un momento perfecto para una reunión de Sepultura, pues, no hay mejor momento (artístico) que este. Cross fingers.

 

Cristián Pavez