Skid Row

2022. earMUSIC

Sin duda las bandas de Hard Rock/Heavy Metal clásico están teniendo un gran año en cuanto a sus lanzamientos discográficos con material nuevo se refiere, y el caso del regreso de Skid Row no es la excepción.

Olvídense de todo lo que hizo el grupo discográficamente en el último cuarto de siglo (donde no hay nada verdaderamente rescatable), porque este nuevo y renovado “The Gang’s All Here” (“Toda la Pandilla Está Aquí”), es por lejos el mejor disco de la banda desde aquel lejano y grandioso “Subhuman Race” (1995), el último trabajo que grabaron con la formación dorada y original. Desde entonces mucha agua ha corrido bajo el puente, con el paso de los vocalistas Johnny Solinger (fallecido el 2021), Tony Harnell (TNT) y ZP Theart (DragonForce), hasta llegar al nuevo y flamante Erik Grönwall, el gran frontman sueco de 34 años de bandas como H.E.A.T y New Horizon, y quien además se recuperó milagrosamente de su enfermedad de leucemia junto antes de unirse a los norteamericanos.

De esta forma, los históricos Dave “Snake” Sabo y Scotti Hill en guitarras, Rachel Bolan en bajo, el nuevo batería Rob Hammersmith, junto al rutilante y enorme Grönwall, le dan vida a un disco que por fin suena al Skid Row que todos amamos y conocemos, con ese sonido ‘sleaze’ callejero y vicioso que ha sido rescatado de gran forma por el afamado productor Nick Raskulinecz (Rush, Ghost, Foo Fighters, Deftones, Korn, etc), quien ojalá hubiera estado tras los controles en el nuevo disco de Ozzy Osbourne para hacerlo sonar con la calidad que se merece una leyenda impoluta como el ‘Madman’.

Desde el vamos con ‘Hell Or High Water’ (una de las mejores canciones del disco), nos queda claro de inmediato que Skid Row están de vuelta y mucho tiene que ver con eso, la potencia, la garra y la actitud que le imprime Erik a su bestial interpretación vocal, ya que este muchacho es un verdadero dínamo de poder, y sin duda para él debe ser un sueño estar como frontman de una de sus bandas favoritas de toda la vida. El tema que le da título al disco continúa con estas buenas sensaciones, ya que el material recuerda indefectiblemente a los tres primeros discos de la banda, los que valen su precio en oro. ‘Time Bomb’ es otro cañonazo de la placa, muy dura y pesada, con el bajo arrastrado y sinuoso con actitud punk de Bolan (personaje que siempre ha sido el único opositor a una reunión con Bach), mientras que ‘Resurrected’ nos presenta ese costado más radial y melódico de la banda, con un groove infeccioso.

‘Nowhere Fast’ es uno de los temas más metaleros del disco, que recuerda esa onda oscura tan deliciosa del “Subhuman Race”, un disco que con el paso de los años ha ganado un montón de adeptos, aunque en mi caso siempre ha sido un favorito personal desde que salió, y es que la producción que plasmó ahí Bob Rock es, literalmente, superlativa. ‘The Lights Come Down’ y ‘Tear It Down’ recuerdan mucho la onda del disco debut homónimo de 1989 cuando la banda se tomó la escena internacional como un huracán con esos smash singles como lo fueron los himnos ‘Youth Gone Wild’, ’18 & Life’ y la power ballad por excelencia de ‘I Remember You’ que llegó al “número uno, número uno, número uno, número uno, número uno” de “Sábado Taquilla” que en esos tiempos y con la conducción de Jorge Aedo, era un programa de TVN con puro Hard Rock y Heavy Metal. Y hablando de baladas poderosas ‘October’s Song’ nos pone de inmediato en la mente y en el oído esas grandes, sentidas y oscuras baladas del “Slave To The Grind” (1991), como ‘Quicksand Jesus’, ‘Wasted Time’ y ‘In A Darkened Room’, en otro de los grandes temas de la actual placa.

Y bueno, como no hay plazo que no se cumpla y deuda que no se pague, más tarde que temprano, un día volvió Skid Row, y eso, en el mundo actual que estamos viviendo, ya es como para celebrarlo.

Cristián Pavez