Mauricio Redolés

2024. Beta Píctoris

El título del nuevo álbum de Mauricio Redolés hace referencia a que su banda de acompañamiento se amplió significativamente con la incorporación de secciones de cuerdas y metales, algo que él ha señalado con entusiasmo en entrevistas recientes. Lejos de la anécdota, esta adición resulta clave para analizar este trabajo, pues cumple un rol protagónico en el material, haciendo que por primera vez la música se ponga al servicio de sus textos.

Así nos reciben los ritmos tropicales de 'Un poema que te debía', dedicado a su compañera, gran apoyo en la recuperación de su ACV y que se aleja de los clichés de las canciones románticas hacia una pareja, recordando un poco al poema 'Te quiero' de Benedetti. Aprovechando la fuerza de los bronces, el cantautor revisita temas antiguos como 'Cuando te vi', 'Hijo del ladrón chileno' y 'El finao', los cuales se enriquecen con estos instrumentos que se adaptan perfectamente tanto a la tropicalidad de los primeros como a la ranchera del último.

Con respecto a la poesía, a los tres textos que él recita — 'No eres tú, soy yo', 'Hombre en situación' y 'El Neco' — se suman cuatro musicalizaciones del poeta salvadoreño Roque Dalton, gran influencia para Mauricio, que considera que ha sido deliberadamente olvidado por un sistema que teme a la reflexión y a la lírica revolucionaria. De ellas, hay dos para destacar. En primer lugar, tenemos 'Verte desnuda', un dueto con el tremendo Carlos Cabezas de Electrodomésticos. Su voz poderosa se adapta perfectamente a una pista influenciada por el postpunk, con guitarras contenidas y un genial solo de saxo. Luego, 'Epigrama', con Tita Parra, se resiente más como un bolero sensual, y al igual que la primera, muestra un gran cuidado por respetar la letra original y darle una interpretación adecuada.

El año pasado se conmemoraron cincuenta años del Golpe Militar, y quizá su mejor representación está en la ya mencionada 'El finao', que podría considerarse una de las mejores letras dedicadas a Salvador Allende. En el mismo contexto, el retorno del exilio se refleja en el foxtrot 'Chilenos retornados de República Checa', que cuenta con un divertido intermedio hardcore.

El clímax llega con 'En el oasis de pirañas', un retrato del Estallido Social de 2019, en el que Redolés recuerda la valentía de los jóvenes que saltaron los torniquetes del metro, iniciando las protestas. En tiempos donde la Derecha está intentado borrar o criminalizar ese legítimo proceso, él hace un claro señalamiento hacia la clase política, empresarial y mediática que manipuló y apagó esa rabia, dejando demandas aún sin respuesta.

Si bien es cierto que hablar de Mauricio es evocar el barrio Yungay, parte importante de su obra está anclada en Valparaíso, donde fue prisionero político y comenzó su carrera. En primer lugar, saluda a Nelson Cabrera Vásquez, ex militante del MIR, gestor cultural y activista por los derechos humanos, quien falleció en 2023 y cuyo quehacer estuvo intrínsecamente ligado al puerto. El blues 'Neco's blues' y el poema homónimo son homenajes emotivos, especialmente para un país con pésima memoria. En cuanto a la ciudad propiamente tal, su bohemia aparece en 'Hasta aquí llega mi ciudad' (compuesta e interpretada junto a su hijo Sebastián). La pieza comienza como tango, pero a medida que avanza va tomando aires jazzeros, lo que le otorga una interesante complejidad.

A dos años de haber recibido el Premio Presidente de la República y faltando meses para que cumpla cincuenta años de oficio, Redolés entrega un álbum que, aunque cuidado en producción y musicalidad, no se duerme en los laureles. Conserva intacta la épica barrial del "Bello barrio" (1987), presentando una inteligente colección de voces y recuerdos que emocionan profundamente.

Giordano Antonelli Villavicencio