Zoé: "Con este disco nos sentimos muy agradecidos de crear"

Conversamos con el baterista de la banda mexicana sobre “Sonidos de Karmática Resonancia”, lo nuevo del grupo y cómo la pandemia los llevó a sacar su lado más político.

Después de siete álbumes todo parece ser una rutina, un ejercicio al que se llega sin mucho entusiasmo, así lo confiesa Rodrigo Guardiola, baterista de Zoé. La exitosa banda mexicana - tal vez uno de los últimos nombres masivos del rock latino - en 2020 planeaba entrar a estudio, para así aprovechar el envión creativo que traían desde “Aztlán” (2018). Pero la pandemia dijo otra cosa.

Dieron su último concierto en el festival Vive Latino, el 13 de marzo de 2020. “Al otro día nos encerraron a todos en la Ciudad de México. Habíamos grabado seis tracks en enero y por la incertidumbre cancelamos la segunda etapa del disco”, detalla el baterista.

Guardiola comenta que los single publicados durante el año pasado salieron en la medida de lo posible. “Ni siquiera teníamos los seis tracks terminados, no estaban ni mezclados. Más o menos al primero que le vimos forma lo convertimos en un sencillo para este nuevo disco, nos pareció un gran momento para publicar”.

Sumado a esto, dos de los cinco integrantes del grupo están radicados en España y su productor, Craig Silvey (Arctic Monkeys, Arcade Fire), vive en Londres, por lo que el panorama no era muy alentador para los hombres de ‘No me Destruyas’. Con todo en contra, lograron darle la vuelta a la situación y durante noviembre de 2020 terminaron de grabar “Sonidos de Karmática Resonancia”, el álbum con más referencias sociales y políticas que han firmado hasta la fecha.

- ¿Cómo fue tocar en ese Vive Latino?
- Muy irreal. Ese show fue un domingo y desde el viernes empezó todo el efecto dominó de la pandemia en el mundo. Se dudaba que el Vive Latino se llevara a cabo, deciden hacerlo, tocamos el domingo en la noche y fue épico. Celebramos 10 años del disco acústico, íbamos a hacer una pequeña gira y solo pudimos hacer dos fechas. Al día siguiente cambió la historia y nos encerraron a todos.

- El álbum suena a un Zoé más maduro que el de “Aztlán”, las letras son mucho más directas en tema sociales y políticos, ¿la pandemia ayudó a pararse de otra forma frente a las canciones, o es algo que ya venían pensando?
- Yo creo que esa pausa y la incertidumbre ayudó mucho. No fue algo consciente. Por lo general, León va acumulando sus letras en libretas, pero se espera hasta el último momento, cuando la canción ya está casi terminada. Ahí es cuando escribe realmente los versos. Toda esta carga emocional llevó a León a escribir de esta forma. Encuentro lo que tú dices muy cierto, son letras un poco más directas, tienen un sentido del humor por lo que vivimos, una carga de esa incertidumbre. Con este disco nos sentimos muy agradecidos de crear algo. Se sienten esas ganas de León de sacar. Queríamos hacer cosas.

- ¿Habían perdido las ganas de crear?
- Exacto. Vas perdiendo un poco de ese valor, pero en la vida en general. Se nos olvida apreciar las cosas pequeñas del día a día. Cuando uno tiene muchos discos, volver al estudio es como una rutina. Es tu trabajo. Ahora volvimos a agarrar mucho cariño, como si fuera una oportunidad única, esto le da más fuerza, le imprime otro sentimiento. Sobre todo, después de tener la idea de grabar por separado, o posponer la salida del disco y terminarlo hasta este año. Cuando logramos reunirnos, se imprimió una presión y un toque especial. Es algo muy mágico. Volvimos a valorar lo que es grabar.

- Para este álbum grabaron todos juntos, algo que no habían realizado antes. En el documental “Panoramas” muestran que trabajan los sonidos de manera separada, ¿cómo fue hacerlo de otra manera?
- Exacto, cambiamos nuestro método de grabación por completo. Se debe a dos cosas: al productor que hizo el disco, viene de la escuela de tocar juntos, hacer tomas completas, no manipular el audio y que la dinámica de las canciones venga de la ejecución. Nos servía mucho su técnica, ahora que teníamos menos tiempo. Todos los anteriores lo habíamos trabajado con Phill Vinall (Pulp) él trabaja por capas. Silvey prefiere resolver con los menos elementos posibles. En algunas canciones tocaron más personas que los cinco Zoé, el disco está prácticamente tocado en vivo. En lo personal, me gusta hacer una toma de principio a fin y escoger una.

- Zoé carga con el cartel de banda grande del rock latinoamericano, ¿sienten alguna presión? ¿son conscientes de lo que son?
- Se siente un poco más fuera del estudio. Ya hay muchos tracks afuera, siempre te da nervio cómo será recibido lo nuevo.  
Sí, hay una responsabilidad de hacer lo mejor que puedas, que valga la pena. Algo que la gente pueda descubrir enamorándose de los distintos colores. Ahí es donde entra el nervio, en el estudio somos muy fríos y el tiempo vale oro.

Por Bastián Fernández