Gojira: Espera y verás

El vocalista de Gojira se siente en una película y no es para menos. Hace tiempo que está jugando en las grandes ligas, acaparando la atención de los medios con cada uno de sus lanzamientos y, por qué no decirlo, siendo una inspiración para tantas bandas jóvenes que lo ven como un ejemplo a seguir. Con el nuevo “Fortitude” (2021) bajo el brazo, el líder de uno de los combos más importantes del metal contemporáneo no planea otra cosa que seguir su camino a la cima. “Queremos sentirnos satisfechos de lo que creamos y de la forma que está tomando nuestra música. Estamos muy orgullosos”, cuenta el vocalista.

 

Tras el batatazo de “Magma” (2016), los integrantes de Gojira terminaron exhaustos. No solo física, sino que también mentalmente. Además de las incesantes giras de promoción, el disco llevaba en sus hombros el luto por la muerte de la madre de los hermanos Duplantier, un dolor que tenían que revivir en cada entrevista y que decidieron dejar atrás en “Fortitude” (2021), buscando algo de energía positiva entre medio de las afecciones de un mundo imparable. El COVID-19 los pilló justo a la mitad del proceso de mezcla, lo que cambió todos los planes. De hecho, mientras pasaba la cuarentena en su natal Francia, Joe Duplantier repasó las canciones de “Fortitude” (2021) y encontró que, de alguna manera, este panorama se veía venir, por lo que el disco hoy cobra un nuevo sentido. 

 

A través de Zoom, el vocalista recibe a Bulldozer desde la casa de su padre. La pandemia, el nuevo disco, el activismo, sus influencias, su rol en el metal actual y un cariñoso recuerdo con nuestro país son solo algunos de los tópicos que guían la conversación en uno de los momentos más álgidos de la carrera de Gojira, un ascenso que no llegó de la noche a la mañana, pero que tienen más que merecido. La paciencia, dicen, es la madre de todas las ciencias.  

 

•¿Cómo van las cosas con la pandemia?

-Hemos tenido que ser pacientes, como todo el mundo. La situación en el sudoeste de Francia no es tan mala en estos momentos, pero aun así nuestros shows están cancelados y el lanzamiento del disco tuvo que posponerse. Me siento muy mal por la gente que perdió sus negocios, sus empleos o a sus familiares. Ese es el lado negativo del asunto, pero también hay uno positivo. La madre tierra se tomó un descanso de todo el tráfico aéreo y eso me tiene muy contento (ríe). Además, tengo dos hermosos hijos y una bella esposa que me hacen sentir muy agradecido de la vida, pude pasar todo el año con ellos. A veces quedarse mucho tiempo en la casa también es cansador para los músicos porque estamos acostumbrados a entrar y salir constantemente, por lo que las familias aprenden a funcionar contigo fuera por seis meses. Mi esposa ya me está preguntando cuando vuelvo a las giras (ríe). ¡La pandemia fue la única cosa en el planeta capaz de detener a Gojira!    

 

•La situación en Chile ha sido muy difícil para el mundo del entretenimiento. Las bandas locales están tratando de sobrevivir y hay muchos lugares ligados al ambiente musical que están cerrando. ¿Cómo está la escena allá en Francia?

-Por lo que sé, no está tan mal. Vivo en Nueva York hace diez años, por lo que perdí mis beneficios como artista francés, que incluyen asistencia en salud y esas cosas. Cuando pruebas que haces tours de al menos 50 shows al año, el Gobierno te apoya económicamente. Dos integrantes de la banda reciben esos beneficios, pero Mario y yo los perdimos cuando nos mudamos a Estados Unidos. Diría que la escena francesa no es la que más va sufrir con la pandemia.  

 

•Hablemos del nuevo “Fortitude” (2021), ¿cómo fue el proceso de grabación?

-Empezamos a componer en el 2018, dos años después del lanzamiento de “Magma” (2016). Giramos constantemente, la gente quizá no se da cuenta de ello porque estuvimos solo una vez o dos veces tocando en su ciudad y entonces se preguntan qué mierda hacemos el resto del tiempo (ríe). Cuando llego a mi casa, me siento cansadísimo, así que intento cargar mis baterías y vuelvo al ruedo. Somos una banda que lanza un álbum, se va de gira, compone y repite el ciclo. A finales del 2018 decidimos bajar un poco la intensidad, y comenzamos a pensar en el siguiente disco. Necesitamos un espacio para componer, no podemos hacerlo entremedio de las giras. Ya para marzo del 2019 teníamos todo listo para entrar a grabar. Acabamos el trabajo en marzo del 2020, justo un año después. Hasta ese momento, teníamos algunos tours en carpeta, pero muchos menos que al comienzo del proceso. Grabamos todo en mi estudio de Nueva York que construí el 2014, es nuestro cuartel central. Ahí nos podemos tomar nuestro tiempo, grabar demos y dejar el material que nos interesa para incluirlo en el disco. Teníamos muchas ideas, así que Christian Andreu y Jean-Michel Labadie fueron al estudio un par de veces y tuvimos sesiones, pero principalmente trabajamos las canciones entre Mario y yo. Nos divertimos mucho.

 

Lo interesante de “Fortitude” (2021) es cómo lo grabamos. Nos comprometimos con un sonido específico para cada parte, todos los riffs tienen una guitarra particular para obtener lo que queríamos escuchar en la mezcla desde el principio. He mezclado discos anteriormente, así que sé qué hacer cuando necesito una guitarra filosa, pesada o sucia. Hicimos muchas pistas con distintos amplificadores y configuraciones. ¡Funcionó de maravilla! Cuando le enviamos las canciones a Andy Wallace estaba muy contento porque tenía poco trabajo que hacer (ríe). Wallace es lo máximo, una leyenda. Trabajó con Nirvana, Rage Against The Machine, System of a Down, Slayer y Jeff Buckley, etc. Hicimos nuestro mejor esfuerzo para lograr un trabajo de calidad, así que Andy solo tuvo que regular los volúmenes y nos envió devuelta lo que se puede escuchar en “Fortitude” (2021).

 

•Andy Wallace trabajó en “Chaos A.D” (1993) de Sepultura, esa influencia está bastante presente en “Fortitude” (2021).

-“Chaos A.D” (1993) de Sepultura fue el disco que inició esta banda (ríe). Antes de formar Gojira, tenía otros grupos más al estilo de Metallica en el colegio, esa es una influencia que tampoco he dejado de lado a decir verdad. Metallica es mi banda favorita de todos los tiempos.

 

•De hecho, tienes una foto con James Hetfield... 

-¡Sí, es mi ídolo! Pero, cuando salió “Chaos A.D” (1993), me voló la cabeza. Fue una revelación, un disco moderno, peligroso y más simple al mismo tiempo. Tenía a Sepultura en mi radar con “Arise” (1991), pero los riffs de “Chaos A.D” (1993) eran fáciles de tocar, como ‘Refuse/Resist’ o ‘Territory’. Tocábamos covers de esos dos discos cuando recién empezamos, de hecho, nuestro primer show incluyó esas canciones. Creo que no podemos esconder nuestras influencias (ríe). 

 

•¿Escuchas bandas más nuevas?

-Sí, me gusta descubrir bandas nuevas, lo hago cuando voy a ver shows en Nueva York. Debo decir que, lo que es nuevo para mí, quizá no es nuevo para el resto de la gente. Me encanta Car Bomb, de hecho yo los produje. También recomiendo a Netherlands, que no es una banda nueva per se, pero tampoco son tan conocidos y merecen más atención porque son asombrosos. Su líder Timo Ellis es un músico muy talentoso. Me gusta Code Orange y su energía salvaje, también están muy influenciados por el “Chaos A.D” (1993) de Sepultura. Kverlertak no es una banda nueva, pero me encantan. Otro grupo que me gusta mucho y se aleja del canon es Greta Van Fleet. Al principio pensaba que eran solo una copia de Led Zeppelin y no les puse mucha atención. Después volví a escucharlos y pude apreciar su calidad. Vi el concierto del Red Rocks Amphitheater y lo recomiendo con entusiasmo. Es una bocanada de aire fresco, tienen la estética y el sonido de una banda de los 70, pero con una energía increíble.

 

 

•En Chile tuvimos la posibilidad de verlos en el Lollapalooza 2019 y, además, los tuvimos en un sideshow el día anterior. Son una gran banda para ver en vivo. 

-¡Eso es! ¿Cuántos años tienen? ¿24 o 25? ¡Parecen dioses arriba del escenario! Técnicamente son buenos, pero el sentimiento que proyectan es genuino. Me hace feliz cuando veo a chicos tan jóvenes tocando instrumentos y volviendo a los sonidos de la vieja escuela. 

 

•Los temas medioambientales son una parte central del discurso de Gojira. Nos contaste que el disco se compuso antes de la pandemia, ¿pero crees que la lírica de las canciones se puede aplicar a la emergencia sanitaria que estamos viviendo?    

-La pandemia empezó cuando nosotros ya habíamos terminado la composición, de hecho, ocurrió en el período de mezcla. Para este disco, y para toda nuestra carrera en realidad, el mensaje y la música son uno solo. Tiene que ver con la forma en que tratamos al planeta y cómo nos tratamos a nosotros mismos o a los animales. La obsesión de la gente por competir, por ganar cada vez más, la avaricia, la falta de compasión y de generosidad de nuestro sistema, todo eso también se refleja en la pandemia. Lo único que ha demostrado esta emergencia sanitaria es que nuestro mensaje no estaba equivocado. Si estamos en este problema, es por la excesiva actividad de este sistema. No quiero sonar como un sabio, pero trato de educarme y de escribir canciones que imaginen un mejor escenario para el mundo. También intento practicar lo que predico siendo más compasivo y paciente. 

 

•En relación con ese mismo tema, cuéntanos sobre el trabajo que están realizando con la ONG The Articulation of Indigenous Peoples of Brazil (APIB).

-Mario y yo estábamos en el estudio un día y vimos las terribles imágenes del incendio del Amazonas. Nuestro corazón se quebró en ese momento por ese tesoro en llamas y sentíamos que no podíamos hacer nada al respecto. El comportamiento criminal de los humanos para lucrar con ese recurso lo está destruyendo. La gente que vive ahí son los reales protagonistas, ellos viven de lo que ese bosque les da, cazan lo que necesitan y lo cuidan, ese es el significado real de la palabra “economía”, o sea, preservar. La sociedad moderna usa la palabra “economía” para referirse al gasto, para vender, romper y volver a vender otra cosa, y ese modelo ya no está funcionando, no es sustentable. Necesitamos aprender de los indígenas que viven en el bosque. ¿Qué hacemos en vez de aprender de ellos? Los matamos, los destruimos. ¡Es un genocidio! La industria de la carne necesita soya para alimentar al ganado, ese es otro motivo por el que los bosques están muriendo. Por eso quiero traspasar este mensaje: vuélvanse veganos. Eso es lo primero que tenemos que hacer, no es una tendencia, no es una moda, no es algo hípster, es una revolución. Está ahí, a tu alcance. Y bueno, si no quieres ser vegano, al menos reduce tu consumo de carne. Ahí está la clave, nosotros somos los clientes y estamos haciendo que el Gobierno brasileño corte los árboles del Amazona, tenemos la responsabilidad. Tu billetera es tu arma. No tiene que estar llena de dinero. Anda y compra los productos locales, compra bebidas vegetales en vez de leche de vaca, y, entonces, aportarás un poco a la conservación del Amazona. Siempre que doy entrevistas digo esto: ¡tenemos el poder! No podemos sentarnos a tener malos hábitos y, luego, esperar a que el Gobierno solucione las cosas, porque no lo van a hacer. ¡Ya basta de eso! Y no dejaré de decirlo aunque se acabe todo esto de la promoción de nuestro disco. Tenemos el poder. Un pequeño cambio y podemos transformarlo todo. No me importa parecer estúpido diciéndote estas cosas. Yo sé que vengo de un país rico, que soy hombre y blanco, pero quiero que mi mensaje llegue a ese 5% del mundo que está consumiendo demasiado.

 

Conocí a una activista en Nueva York llamada Adriana Varela, ella es ítalo brasileña y sus intervenciones culturales son muy extravagantes. Camina por la calle con un árbol falso quemándose para crear conciencia sobre la situación del Amazonas, lo que es muy inspirador para mí. Resulta que, como ella es mitad brasileña, va constantemente a la zona y se reúne con líderes indígenas, así que me los presentó, hablé con ellos, escuché sus problemas y les pregunté cómo podíamos ayudar. Ellos necesitan dinero para reconstruir lo que se quemó, además de alcohol gel y mascarillas para combatir el COVID-19, ya que los golpeó muy fuerte. Llamé a mis amigos de bandas conocidas y todos se sumaron con una polera, un póster o un instrumento. Pudimos reunir el dinero para apoyarlos y eso fue un tremendo mensaje para la población indígena, se sintieron muy agradecidos de que haya un grupo de bandas metaleras que se preocupa por ellos y por lo que pasa en el Amazonas.

 

•El mensaje queda bastante claro en el disco. “Fortitude” (2021) parece ser un trabajo mucho menos personal que “Magma” (2016), ¿no?

-“Magma” (2016) y “Fortitude” (2021) podrían ser un solo gran álbum. Nuestros discos han tenido una progresión y han crecido con nosotros. Ya no tengo 18 años como cuando grabé mi primer disco, ¡tengo 44! (ríe). Mi vida es diferente, ya no vivo con mis padres, tengo familia, puedo girar con mi banda y tocar en arenas o incluso estadios cuando le abrimos a bandas grandes, por lo que nuestra música evoluciona con eso también. Algunas canciones de este disco son muy distintas, como ‘The Chant’ por ejemplo, que tiene mucho de jam y de mantra al mismo tiempo, ¡y lo disfrutamos tanto! (ríe).  

 

•¿Sientes que “Magma” (2016) fue el disco que los hizo llegar a otro público?

-Eso es lo que dice la gente y es verdad. Con “Magma” (2016) empezamos a sonar un poco más en la radio, encabezamos algunos festivales, pero no fue de la noche a la mañana. “Magma” (2016) no fue el único que nos impulsó, hay un trabajo previo de los otros discos también. Hay dos canciones en ese disco que son diferentes, tienen otra estructura más allá de la locura técnica (ríe). Siempre está eso de “venderse”, ¿sabes?, “Venderse es malo”, pero en nuestro caso se trata de tocar de una manera diferente y que sea divertido.  

 

•Se lo toman de una manera relajada…

-¡Claro! quizá el día en que muera van a recorrer mi historia y van a decir “la cagó, se equivocó” (ríe), pero por ahora nos estamos divirtiendo y ha funcionado bien. Tenemos un estándar y eso nos tiene contentos. Queremos sentirnos satisfechos de lo que creamos y de la forma que está tomando nuestra música, estamos muy orgullosos. Hemos trabajado muy duro. Cada single que hemos lanzado es como un bebé.

 

•El camino que han creado ha sido fantástico. “Terra Incognita” (2001), su primer disco, ya cumplió 20 años y aun así hay gente que los sigue considerando una “banda nueva”. ¿Qué opinas de que la prensa musical los vea como un relevo para los grandes nombres como Iron Maiden o Metallica?

-Buena pregunta. Sería divertido, mi cabeza explotaría. Ahora siento que estoy en una película porque todo ha funcionado tan bien para nosotros. Si la gente piensa que somos una banda nueva, está bien. Al principio nadie nos conocía, después nos hicimos populares en nuestro circuito, luego, en Francia, después en Bélgica y así fue creciendo hasta que con el cuarto disco aparecimos en el mapa mundial y nos vieron como una banda nueva. ¡Y aquí estamos! Veremos qué pasa. Como te dije, estoy en una película y me gustaría ver un final feliz (ríe).  Claro que sería genial tomar el relevo de Iron Maiden o Metallica, pero si no pasa igual la estoy pasando bien haciendo música.  

 

•Lo bueno es que tienen esa hambre porque a muchas otras bandas no les importa o no toman ese desafío.  Hay un “sonido Gojira” que la gente puede identificar, hasta existe un plug in de Neural DSP con la configuración de tus pedales y amplificadores, ¿estuviste involucrado en eso?

-¡Sí, estuve súper involucrado! Hice todos los gráficos de los pedales y amplificadores, escaneando material y enviándolo a los muchachos, que tienen un equipo fantástico. Todos sus productos son increíbles, el tope de línea y por un buen precio. Lo que hicieron fue diseccionar la configuración de mi equipo en vivo y traducirlo en datos para que tengas la misma respuesta en un programa. Suena muy bien y ahorra mucho tiempo y energía (ríe), ya no tienes que configurar tres amplificadores y los pedales, ahora tienes todo eso en una versión digital y puedes combinarlo como quieras, sin ese montón de cables y baterías (ríe). Neural DSP es una herramienta genial para crear. ¿Te lo vendí bien? 

 

•Totalmente. ¿Cómo se siente que tu sonido sea un modelo a seguir?

-Es genial (ríe). ¡Han sido años de trabajo! Un paso a la vez, entre probar distintas cosas en vivo y que a la gente le guste. Pero, creo que hay millones de guitarristas en el mundo que son mucho mejores que yo y que saben más de sonido. Ahora tengo la suerte de estar en una banda exitosa y que marca la diferencia, así que mi enfoque siempre está en seguir mejorando y estudiando, pero no soy un nerd (ríe). A veces ni siquiera sé cómo se llaman algunas partes, pero me guío por el oído. Voy directo al punto y creo que a la gente le agrada eso.      

 

•Finalmente, Joe, ¿tienes algún recuerdo especial de la única visita de Gojira a Chile en el Santiago Gets Louder 2015?

-Sí, señor (ríe). ¡Todo ese día fue increíble! Estaban Deftones, Lamb of God, System of a Down, ¡Faith No More! ¿Me estas hueveando? Estuve un rato con Mike Patton y la pasamos muy bien. Mastodon estuvo ahí, ¿verdad?

 

•Mastodon estaba en el cartel original, pero se presentaron por separado un día después del festival.

-¡Tienes razón! Sabía que estaban involucrados de alguna manera. Que gran cartel. A veces uno tiene la suerte de compartir con los grandes como Slayer o Iron Maiden, he visto shows increíbles, pero este tuvo algo especial, muy cercano. Había una vibra, me sentí parte de esa generación que floreció en los 90. System of a Down sonó espectacular. ¡Fue justo en el cumpleaños de Mario! Nos tomamos unas cervezas en el avión (ríe). Ese show me gustó tanto que tengo el poster en mi estudio de Nueva York. No puedo esperar para volver (ríe).

 

•Lo necesitamos mucho. 

-Espera y verás, amigo mío. 

 

Pablo Cerda

Fotos: Gabrielle Duplantier