Los lazos familiares de Phil Manzanera Exclusiva con el legendario guitarrista de Roxy Music Sábado, 28 de Noviembre de 2009 Su participación como músico y productor en el cd/dvd “Live In Gdansk” del guitarrista de Pink Floyd, David Gilmour, fue el pretexto perfecto para adentrarnos la historia y personalidad de uno de los músicos y productores más reconocidos y peculiares de la música británica. Una historia personal y artística apasionante, que lo ha llevado a vivir en países como Cuba y Venezuela, trabajar con los músicos más diversos del mundo del rock y ser un guitarrista con un sello único en el contexto de la música de los últimos 40 años. En un perfecto y sabroso castellano, Manzanera tuvo la amabilidad de hacer un recorrido por su extensa carrera solista y en Roxy Music, contarnos sus relaciones con algunos músicos claves del siglo XX como Brian Eno y Robert Wyatt y su visión como productor de artistas disímiles como John Cale, Fito Páez y Enrique Bunbury. Un músico que expresa en sus palabras y su manera de hablar una simpatía, simpleza y gozo por la música, que pocos se pueden jactar de poseer. -Hola Phil, muchas gracias por tu tiempo. Cuéntanos cómo fue trabajar como músico y productor de una realización tan espectacular como el disco y dvd de David Gilmour, "Live in Gdansk". -Conozco a David desde que tengo 16 años. Son 41 años que somos amigos, pero nunca había tocado en directo, en todos estos años, las canciones de Pink Floyd. Es como participar en el mejor karaoke del mundo porque estás tocando con la gente que de verdad lo canta y lo toca. Entonces, claro, fue una experiencia fantástica. Cuando uno está en otro conjunto tocando sus canciones, después de un tiempo se torna un poquito aburrido. Pero en el caso de la gira y posterior producción del disco y el dvd con David, todo fue espectacular y honestamente no tuve segundo para aburrirme. -¿Qué recuerdas de la noche que tocaron en Polonia, que es justamente el concierto que recoge el disco y dvd? -Fue un show muy especial, porque fue la última noche de las 33 fechas que componían la gira y fue el concierto más grande que hicimos. El resto del tour fueron conciertos pequeños, por lo general, en teatros de no más de dos mil personas. Este fue el único que se pensó en grande. Nos encontramos frente a 50 mil personas al aire libre con un espectáculo enorme, que se puede ver en el dvd. Luces y cosas monumentales. Fue una experiencia inolvidable, psicodélica, que no se habían hecho en ninguno de los otros conciertos y además con una orquesta. La combinación de todo eso hizo que esa noche, en particular, fuera muy muy especial para todos nosotros. Sabíamos que tal vez nunca íbamos a tocar juntos otra vez. Además, interpretamos canciones de Pink Floyd que nunca se habían tocado anteriormente con una orquesta en directo. En fin, una pila de cosas muy únicas. De verdad, me alegro que hayamos escogido este concierto para editar, porque realmente fue muy especial e imperecedero. -¿Qué significó para ti haber trabajado con David Gilmour en esta gira y en su disco “On An Island”? -Fue una cosa muy bonita, ya que además de ser amigo de David, siempre he sido fan como músico de su forma de tocar la guitarra. Además, el conjunto estaba formado por familiares. Rick Wright, que lamentablemente murió hace poco, fue mi cuñado por largos años y el saxofonista Dick Parry, también es un viejo amigo que había tocado con Pink Floyd en algunos discos clásicos. Era un grupo pequeño pero como en familia. Gozamos muchísimo. Fue como tener un conjunto familiar pero sin ningún tipo de problemas. Nadie se enojó con nadie así que fue fantástico. Después decidimos sólo hacer 33 fechas y la verdad, es que fueron como unas vacaciones espectaculares. -Cambiando de tema, ¿en qué quedó el anunció del disco de reunión de Roxy Music con los integrantes originales? -Bueno, hemos grabado como 18 temas y muchos de ellos con Brian Eno y el productor original que es Chris Thomas. En unas semanas voy a empezar a trabajar nuevamente en el disco con el saxofonista Andy MacKay y el baterista Paul Thompson para completarlo. Ahora falta terminarlo y lo hemos hecho dentro de un período muy largo, de tres años. Lo que ha sucedido es que al mismo tiempo todos los integrantes han estado trabajando en cosas paralelas, como en mi caso con David Gilmour o con el nuevo disco de Enrique Bunbury. Bryan Ferry ha hecho su disco, yo he hecho un disco instrumental, etc. Entonces ya habrá tiempo para regresar a grabar con Roxy Music. Es un trabajo que sin importar cuánto se demore, será editado. -¿Hay alguna fecha de lanzamiento aproximada? -Mejor decir que no, pero creo que en el transcurso de este año. -En tu trabajo solista y en Roxy Music siempre te has caracterizado por tu muy particular estilo de tocar la guitarra ¿qué nos puedes contar de tu evolución y de tus influencias como músico y guitarrista? -Mi madre empezó a tomar clases de guitarra en La Habana en 1956. Entonces desde muy pequeño quería tocar esa guitarra. Las manos me picaban. De ahí comenzó a enseñarme canciones folklóricas cubanas y sudamericanas. Yo empecé con eso. Después, cuando fui a vivir a Venezuela, tenía amigos que venían desde Inglaterra y Estados Unidos, que empezaban a tocar un poco de pop o rock. Al mismo tiempo me encantaban los boleros, la cumbia y toda la música latina y criolla de Venezuela. Mi madre es colombiana mi hermano es argentino, pero yo también estaba interesado en escuchar las cosas que venían de Londres, como The Beatles, Cream y Rolling Stones. Entonces, cuando me mandaron al colegio ya me apunte para el rock y empecé a aprender de los otros estudiantes e iba asimilando toda esta música de los años 60 y en general, mezclé todo: el tema rítmico sudamericano con la sonoridad europea de música rock, pop y psicodélica también de grupos estadounidenses. Cuando llegó Jimi Hendrix a Londres yo estaba ahí para mirar sus primeras actuaciones. Todas esas cosas sucedían mientras yo estaba empezando. Y tú sabes, todo entra y después sale. Cuando comencé mi carrera como músico, para mi fue natural combinar las cosas latinas con todo lo que había aprendido de Estados Unidos y Londres. -¿Qué relación tienes con el compositor, cantante y pianista mexicano Armando Manzanero? -Relación personal ninguna, pero sí musical. De hecho, aquí arriba en mi estudio, tengo el vinilo que compré en Bogotá en 1970 de boleros de la cantante peruana Tania Libertad, donde Armando Manzanero escribió una canción especial para ese disco y en la que yo toco el tema “Bolero’s Boy” con mi guitarra eléctrica. -¿Pero es cierto lo que se dice que tomaste tu apellido en honor a él? -No, es el apellido de mi madre. Ella nació en Barranquilla, Colombia y originalmente es el nombre de un pueblo en España. De hecho, he ido a Manzanera. -Quiet Sun fue una banda formada a principios de los 70 con músicos de la escena de Canterbury y el mismo Brian Eno ¿Qué recuerdas de la época de discos como “Mainstream” o del disco en vivo “801 Live”? -Es una música que me encanta y acabó de hacer un disco con Charles Hayward, el baterista de Quiet Sun, que fue editado en noviembre. Pueden ver la información en mi sitio web, manzanera.com. En el disco se puede apreciar la continuación de Quiet Sun. Hemos rescatado unas canciones de ese período que no habíamos grabado antes, pero con dos otros músicos. Uno polaco que tocó con David Gilmour, Leszek Mozdzer. Esa música me encanta. -Siempre has tenido una relación cercana con el gran músico inglés Robert Wyatt. ¿Cómo ha sido tu relación artística y personal con él? -Cuando tenía 16 años conocí a dos músicos en Inglaterra. Uno se llamaba David Gilmour y el otro Robert Wyatt. Antes que ellos sacarán su primer disco yo los conocí por razones completamente diferentes. Uno era amigo de mi hermano y otro era amigo de un amigo. Entonces, además de la relación personal, siempre he seguido sus carreras. Los tres últimos discos de Robert, los ha grabado aquí mismo, donde estoy sentado ahora, en mi estudio en Londres. He construido mi estudio especialmente para una persona en silla de ruedas, para que él pudiera grabar sus álbumes y sentirse cómodo aquí. Somos muy buenos amigos y es un artista muy original con un punto de vista muy interesante y diferente. -¿Cómo lo viste en la producción de su disco 2007, “Comicopera”? -Bueno, estábamos juntos en el estudio y escuchaba lo que hacía e iba a conversar con él y discutir sobre las canciones. Todo estuvo muy bien y él sigue adelante. Fue una cosa muy familiar. Es nuestra vida. Grabar juntos, compartir, tocar. Vamos, venimos y siempre estamos conectados como músicos y amigos. -¿Que nos puedes contar de tu trabajo como productor con artistas tan diversos como John Cale, Héroes del Silencio y Fito Páez? -Estuve hace poco en Zaragoza donde tocó Enrique Bunbury canciones del nuevo disco que acabo de producir. El ha reinventado denuevo su estilo y su manera de cantar. Trabajar con gente con talento es muy fácil. Ellos hacen todo, uno tiene que aconsejar, escuchar y ayudar donde pueda, pero el artista es quien tiene la última palabra. Lo importante es escoger a gente buena. John Cale, Bunbury, Fito Paéz o el artista que sea. Es divino trabajar con toda esa gente que tiene tanto talento. La música es una cosa muy social y uno tiene que gozar de toda la cosa: de los chistes, de la música, de compartir en la hora de comida, etc. Está todo integrado. -¿Qué crees que es lo más importante en la labor como productor? -Creo que es escuchar y ayudar a realizar las ideas de la persona con quien estás trabajando. De no exponer ni menos imponer tus ideas. Porque si tu impones tus ideas lo conviertes en tu disco. Es una ayuda y uno tiene que interpretar. No importa quién sea, porque lo importante es eso. Si piensas que está haciendo algo que no es nuevo, tienes que decirle aquí podemos tener otra opción, pero nada más. -¿Qué recuerdos tienes de la extravagante primera época de Roxy Music cuando mezclaban glam con art-rock? -Bueno, fue como estar de navidad o de cumpleaños todos los días. Íbamos tocando y viajando por todo el mundo y viendo el mundo rockero. Conocimos a gente muy interesante. En ese momento yo tenía 20 años y fue una maravilla. Trabajaba en algo que quería hacer desde pequeño, ya que uno crece soñado en las grandes bandas que admiraba en los 60. Ser parte de una banda profesional fue lo mejor del mundo. ¿Y qué te quedó como músico y artista de esa época? -El ambiente de esa época cuando era joven, de 20 o 25 años era muy especial, y estar sincronizado con la moda y la vida de ese momento, interpretando todo con nuestra música esa movida. Eso es muy bonito. -Finalmente, además de agradecer tu tiempo y disponibilidad, ¿cuáles son tus planes futuros? -Estoy haciendo una serie de programas de radio, que me tienen muy entusiasmado, que tratan de la guitarra en el contexto de diferentes géneros musicales. Además, estoy trabajando en un documental que recuerda ese período del comienzo de Roxy Music y el período de Quiet Sun del que estábamos hablando. Bueno, y acabo de editar a fines del año pasado mi disco solista, “Firebird V 11”. La verdad que son tantas cosas que me cansó de sólo pensar en ellas. -Bueno Phil, muchas gracias por la entrevista y que tengas mucha suerte en tus planes. Héctor Aravena A. Tags #Phil Manzanera #Roxy Music #David Gilmour Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. 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