Melvins: mientras más raro, mejor Conversación con Buzz Osborne Viernes, 08 de Octubre de 2021 (Publicado originalmente en revista #Rockaxis213, marzo de 2021) Por algún motivo que solo un ente superior sabe, el 2021 fue el año indicado para que el Melvins cepa 1983 lanzara “Working With God”, el álbum número 24 de su carrera, sin contar su vasta serie de splits, discos en vivo, EPs y compilaciones. La suma daría un número ridículo y no es el asunto de esta publicación. El punto es que el vocalista, guitarrista y único miembro original de la banda, Buzz Osborne, se unió con el baterista Mike Dillard y con Dale Crover, quien abandonó momentáneamente el sillín para pasar al bajo, a fin de elaborar 37 minutos de hilaridad sónica que solo responden a la infusión de entusiasmo y frescura que estos tres cabrones manejan a la perfección, incluso con las limitantes que encontraron en el camino. ¿Ustedes creían que una pandemia iba a parar a Melvins? Ilusos. Por Pablo Cerda Después de saludar animadamente por Skype, Buzz Osborne (o King Buzzo) declaró que está harto de la pandemia y esboza una risotada que será la constante durante toda la conversación. Cuenta que estuvo en Santiago una vez y que le pareció una ciudad muy linda, y que además tuvo la oportunidad de ver a Devo. «Siempre han sido buenos, es una de las mejores bandas. Tienen todo lo que me gusta de la música». Buzz es de esos artistas que encuentran abrigo en lo extraño, de hecho, ocupa con frecuencia el adjetivo “weird” (raro, en español) en un sentido positivo para referirse a toda la música que lo saca de lo convencional y que lo impulsa a él a hacer lo mismo con sus auditores. Negados a repetirse, Melvins va rotando sus miembros y estas distintas configuraciones generan rótulos acordes a esos momentos. Por eso, los Melvins “convencionales” son distintos a Melvins Lite o a Melvins 1983, por ejemplo. Este último conglomerado tiene la gracia de contar con Mike Dillard, el baterista original que acompañó a Osborne en su primera incursión musical. Dillard es un músico retirado que tiene un trabajo estable y una familia en el estado de Washington, pero sale de su guarida solo para tocar con su viejo amigo en Los Ángeles. En todo caso, no están aquí para recordar los “buenos viejos tiempos”. No, eso es aburrido. Están aquí para expandir aún más el universo de una banda que no para de crear y que se ve imposibilitada de tocar en vivo, el hábitat natural en el que han forjado su leyenda. En todo caso, tampoco es que este disco hubiera tenido una pomposa presentación en la carretera. La historia cuenta que hace algunos años atrás, Buzz y Dale querían llevar a Mike a un tour por Australia para que Melvins 1983 teloneara a los Melvins convencionales. Dillard dijo que no. Quizá lo consideraría cuando acumulara suficiente dinero para tomarse unas vacaciones. Preocupaciones de un hombre común y corriente. Pero basta de tanta palabrería y dejemos que Buzz tome la palabra. Advertencia: en esta entrevista no encontrará frases picantes sobre Kurt Cobain, ni nostalgia grunge, pero sí una cátedra de sinceridad y melomanía. - Hablemos de “Working With God”, el nuevo disco de Melvins. ¿Cómo fue este reencuentro con la formación de 1983? - Grabamos este disco con Mike Dillard, nuestro baterista original, y Dale Crover, nuestro baterista desde 1984 que ahora está a cargo del bajo, él es el chico nuevo en la banda (ríe). Esto es lo más cercano al primer Melvins que podemos ofrecer. Lo llamamos Melvins 1983 para que la gente entienda que no son los Melvins "convencionales". Dillard vive en el estado de Washington, que está a miles de kilómetros de Los Ángeles, California, donde vivimos nosotros. Él tiene una familia y un trabajo fijo, por lo que tomaba sus tiempos libres para tocar con nosotros. Viajaba en avión los jueves en la noche cuando salía del trabajo, llegaba a Los Ángeles, grabábamos un poco esa noche de jueves, pasábamos viernes, sábado y la mitad del domingo en el estudio y, finalmente, regresaba a su casa en Washington. Dale y yo trabajábamos las canciones mientras él no estaba y así teníamos todo listo cuando él llegara a tocar la semana siguiente. Después de repetir esa fórmula un par de veces, yo grabé las voces y así lo terminamos. - Debe haber sido un proceso muy lento. - Sí, no es el ritmo de una banda normal. A veces, Dale le enviaba un demo de las baterías a Mike por internet para que él pudiera trabajar por su lado y así llegaba con las ideas listas al estudio. Mike no es un músico profesional, esto es su hobby. Dale y yo somos músicos profesionales, este es nuestro trabajo. Hace años hicimos un disco de la misma forma llamado “Tres Cabrones” (2013) y funcionó bien, así que ya era hora de hacer uno nuevo. - ¿El proceso de “Tres Cabrones” y “Working With God” fueron iguales o se presentaron algunas diferencias por la pandemia? - Fueron muy similares. Si viviéramos todos en la misma ciudad hubiésemos ensayado como una banda normal, pero no podíamos. Hice canciones que Mike pudiera tocar porque no es lo mismo que trabajar con Dale en la batería. A su vez, no es lo mismo trabajar con Dale en el bajo que con Steven McDonald, así que tenía que componer canciones que se acomodaran a las posibilidades de los chicos en sus instrumentos y que aún así fueran excelentes. Fue divertido, es un disco que me hace sentir muy orgulloso. - La relación con Mike tiene sus raíces en tus tiempos de escolar en Montesano. ¿Cómo era ser un adolescente apasionado por la música en un pueblo estadounidense como ese a finales de los setentas y principios de los ochentas? - Conocí a Mike en 1979 cuando estábamos en la secundaria. ¡Eran tiempos horribles! No tenía muchos amigos y empecé a interesarme por la música gracias a mis hermanos mayores y otras personas geniales que me mostraron bandas importantes. Encargaba revistas y discos de Sex Pistols, The Clash, The Damned y The Stooges, bandas de ese estilo. Cuando era más chico, a mitad de los setentas descubrí a David Bowie y me voló la cabeza. También conocí a Kiss, Aerosmith y Blue Öyster Cult, después empecé a escuchar a Pink Floyd, Led Zeppelin y The Rolling Stones. Incluso cuando conocí el hardcore, como Black Flag, no dejé de escuchar a Pink Floyd, Van Halen o UFO, hasta iba a sus conciertos y todavía me gustan. Se supone que cuando eres punk no escuchas bandas como Cream o Jimi Hendrix, pero a mí sí me gustaban y todavía me vuelven loco (ríe). Las cosas te gustan o no te gustan. Puedo escuchar una banda underground como Crucifix y después Led Zeppelin, no tengo problemas (ríe). Bad Brains es tan importante para mí como Pink Floyd. ¡También amo el country! (ríe). La música es la comunicación del alma, no me importa de donde venga. Por ejemplo, The Who es una de mis bandas favoritas y está ahí para mí como lo están The Germs, The Velvet Underground, Frank Zappa o The Knack. A Mike le empezaron a gustar las bandas que yo escuchaba y nos juntamos a tocar recién en 1981 o 1982. Después, aprendí a tocar guitarra y ya para 1983 teníamos los primeros demos. Fue súper rápido, pero en ese tiempo pensaba que me había demorado (ríe). Sigo tocando y componiendo, de hecho, estaba en eso durante esta mañana, nada ha cambiado en ese sentido (ríe). El pueblo donde vivíamos era horrible, empecé a viajar fuera de la ciudad para enterarme de lo que pasaba en el underground y me di cuenta de que el entorno musical no tenía nada que ver con la realidad que yo vivía, y sentí que no pertenecía ahí. En 1986 me fui a California y reformamos la banda con Dale en 1987, cuando ya podíamos vivir de la música y al menos conseguir algo de dinero para pagar el arriendo sin tener que hacer otra cosa. Cuando recién llegamos a California tuve que trabajar en una pizzería y Dale era guardia de seguridad, los típicos trabajos de mierda. Veníamos de familias pobres que nunca pudieron apoyarnos porque no tenían los recursos y no los culpamos por eso. Tenían sus propias dificultades e hicieron lo mejor que pudieron. Mi mamá me tuvo a los 16 años y mi papá también era muy joven, pero nunca me faltó nada. Esta no es la historia del músico con un pasado terrible y tampoco me siento superior por venir de un entorno de esfuerzo. Ni siquiera culpo a los músicos que tuvieron mejor suerte o que vienen de familias más acomodadas, es genial que haya sido así, ojalá yo hubiese tenido esa suerte, pero no es lo que me tocó y me siento en paz con eso. He hecho lo mejor que he podido en las circunstancias que se me presentaron. - Tu respuesta es súper honesta y creo que esa visión es la que logra que Melvins también sea una banda auténtica, sobre todo ahora que la gente siente el derecho de juzgar a otros porque tiene internet y un smartphone. - ¿Sabes? Yo no juzgo a nadie. Pasa lo mismo con la gente que tiene mucho dinero o que consume drogas y alcohol. Si tienes dinero, eso está bien, es tuyo y lo puedes ocupar en lo que se te de la gana. Si consumes drogas o alcohol, es tu problema. Yo te podría aconsejar que no consumieras, pero no puedo detenerte, es tu viaje. Yo descubrí que las drogas no mejoran los problemas, solo empeoran y magnifican las cosas para que todo sea peor. No me arrepiento de haber probado drogas, pero ciertamente no me ayudaron. Muchas veces me preguntan: «ustedes inspiraron el movimiento grunge con Nirvana y Soundgarden, ellos vendieron millones de discos. ¿Sienten celos?» ¡Por supuesto que no! ¡Ellos fueron exitosos! Constantemente querían que me sintiera decepcionado o me enojara por eso. Estoy agradecido de lo que logré, no de lo que “debería” haber logrado. ¿Qué clase de persona eres si tienes que decirme lo que debo sentir? (ríe). Soy feliz, tengo la banda que quiero, hago la música que quiero, mis compañeros son geniales, la relación con mi pareja es sana, tengo un ambiente sumamente creativo, no podría estar mejor. - ¿“Working With God” vendría siendo como una conexión con el principio de ese viaje? - No, trato de hacer canciones pensando en el hoy y no en el ayer. «¿Qué podemos hacer ahora?» Esa es la pregunta. Me gusta hacer música que suene contemporánea, como si fuéramos una banda nueva (ríe). Melvins no es una banda que vive del pasado, en todos nuestros discos hay cosas raras y diferentes. Hay bandas de rock que tienen un disco popular y viven de eso, pero Melvins no es así. Nunca paramos de crear. Tenemos muchos discos, muy diferentes, con cosas extrañas, con diversas formaciones, diferentes impulsos creativos, etc. No hay reglas. - Si no hay reglas en el mundo de Melvins, entonces se pueden dar licencia para bromear con una canción de los Beach Boys como ‘I get around’ y cambiarle el nombre a ‘I fuck around’. ¿Cómo surge esa broma? - Viene de las pruebas de sonido que hacíamos antes de los shows. Cuando me pedían probar el micrófono, yo cantaba la melodía de esa canción de Beach Boys como ‘I fuck around’ en vez de ‘I get around’, es algo que venía haciendo hace mucho tiempo y finalmente lo grabamos (ríe). En Melvins no somos tan serios, es parte de nuestro espíritu. Tenemos un sentido del humor inspirado en bandas como The Fugs, que es una de mis bandas favoritas de los sesenta y son muy graciosos. Hace años hicimos un disco llamado “Everybody Loves Sausages” (2013) que básicamente eran covers de bandas que la gente no asocia con Melvins, como David Bowie o The Jam y escapan de lo típico como Black Flag o Black Sabbath. - Una de mis bandas favoritas es The Beatles y es genial que ustedes le den un giro más pesado a sus canciones. - Es que The Beatles es una de las mejores bandas de la historia. Nosotros también somos fanáticos, eran una banda muy rara. El “White Album” (1968) es un disco extraño y, si te pones a pensar, nosotros no somos más raros que The Beatles en esa época. Cuando tocamos sus canciones no estamos siendo irónicos, es porque nos gustan de verdad. ¡Slayer nunca haría algo así! (ríe). Pero nosotros sí, porque nos encanta Slayer y The Beatles al mismo tiempo, eso es lo que nos hace diferentes. - Mucha gente no reconoce la importancia de The Beatles en el rock pesado... - ¿Cómo puede haber gente a la que no le gusta The Beatles? Si no te gustan es porque no los has escuchado de verdad. OK, no te gusta The Beatles, ¿entonces no puedes encontrar ninguna canción en su discografía que te llame la atención? ¿Ninguna? ¿No te gusta ‘Helter Skelter’ ni ‘Everybody's Got Something to Hide Except for Me and My Monkey’? ¡Es absurdo! Lo mismo con The Rolling Stones o Pink Floyd. Es falta de investigación. ¡‘Taxman’ es una de las mejores canciones que he escuchado en mi vida! Si no te gusta ‘Taxman’, no te gusta el rock. - O ‘Yer blues’... - ‘Yer blues’, claro. Ponle esa canción a la gente que odia a The Beatles. No creo que sean personas muy abiertas de mente (ríe) ¡No puedo tener una conversación sobre música con gente así! No tengo ese problema con Dale, ni con Steven ni con Mike, porque son súper receptivos y nuestro lenguaje musical va mucho más allá del rock pesado. Como te dije antes, podemos escuchar a The Beatles y después a Slayer sin ningún problema. ¡‘Angel of death’ es la mejor canción de metal de la historia! Es ofensiva, poderosa y rebelde. Por eso es tan buena. Me gustan las cosas ofensivas (ríe). Sí, puede que hiera sensibilidades, ¡pero la canción es buenísima! - ¿Volviendo a “Working With God”, es verdad que ‘Brian, the horse-faced goon’ es sobre un conocido tuyo? - Sí, en cierta medida. La intro fue lo primero que escribimos y luego Dale compuso la música y yo la línea melódica y la letra. Es sobre alguien en específico, pero no voy a revelarlo. Es sobre un adicto a la heroína en un huracán en Florida, es todo lo que voy a decir (ríe). - Hace poco, Loudwire subió un video en el que tocabas tus riffs favoritos y decías que uno de tus secretos era tocar en afinación estándar. Lo gracioso es que muchas bandas influenciadas por Melvins tienden a tocar en afinaciones más bajas. - Ocupo la afinación estándar, pero también me gusta probar cosas más raras. Hay varias canciones en las que bajo la última cuerda a Re (Drop D), ‘Revolve’ por ejemplo. Muchas veces trato de descubrir nuevas afinaciones, algo que empecé a hacer en “Bullhead” (1991). En ‘Boris’ bajo la última cuerda a La para que la sexta y la quinta estén en la misma nota, lo que produce el sonido del riff y el resto de la guitarra está en afinación normal. Me gusta jugar con estos trucos en todos los discos, aunque durante los últimos cinco años he trabajado más con la afinación estándar y también en Sol. La guitarra es un vehículo de expresión y no me cierro a las posibilidades que puede entregar. No sé leer música y nunca tomé clases porque me gusta la forma en la que aprendí a tocar, que tiene un poco de rockabilly y heavy metal. Cuando toqué con Dave Lombardo en Fantômas me dijo que se había dado cuenta de que mi estilo bebe mucho del rockabilly. ¡Es la primera persona que lo nota! En Slayer los chicos no tienen esa influencia, porque lo suyo tiene que ver con el groove. Lo mío es más híbrido. Uno de mis guitarristas favoritos es Jon Spencer, y nadie lo menciona, yo lo considero un tremendo músico. Pete Townshend también es uno de mis guitarristas favoritos y está subvalorado, pocos destacan lo bueno que es. ¡The Who fue la mejor banda en vivo de los sesenta! Eran locos y emocionantes, no había nada igual. - En Chile solo hemos podido ver a The Who una vez. Fue recién en el 2017 cuando tocaron en un festival llamado Santiago Rock City. ¡Nos volaron la cabeza! Si tocan así en la actualidad, es difícil llegar a imaginar lo que hacían en su peak. - Eran los mejores, me da escalofríos de solo pensarlo. Conocí a Ron Asheton de The Stooges y le pregunté qué escuchaban cuando recién comenzaron y me dijo que su mayor influencia era The Who. Me contó que los vio en Ann Arbor a mediados de los sesenta y que conservaba un pedazo de la guitarra de Pete Townshend. ¡Tiene todo el sentido del mundo! ¡Dios mío, el tipo vio esa mierda en los sesenta! Esa es la chispa de la violencia en la música. ‘Won’t Get Fooled Again’ es la mejor canción política jamás escrita, por lejos. No son una banda política, pero es el mensaje más potente que he escuchado. Me encantan, nunca me canso de escucharlos. - Recién mencionaste a “Bullhead” (1991), disco que cumple 30 años este 2021. ¿Qué opinas al respecto? - Es un buen disco. Después de “Ozma” (1989) estábamos listos para hacer algo diferente, de hecho, me encantaría volver a grabar ese disco (ríe), haría un mejor trabajo hoy en día. Pero “Bullhead” es el primer disco que realmente me gustó grabar, suena mucho mejor que “Ozma”. La manera en que grabamos los discos actualmente es la mejor que he tenido, hoy en día quedo muy satisfecho con lo que hacemos. Si grabáramos “Ozma” de la misma manera que grabamos “Working With God” sería increíble. No soy de esas personas que cree en los “viejos buenos tiempos”. - Se lanzaron reediciones de “Hostile Ambient Takeover” (2002) y “Gluey Porch Treatments” (1987). ¿Qué me puedes contar de ese material? - Esta es la primera vez que “Hostile Ambient Takeover” es un disco en sí mismo, porque originalmente era una colección de 7”, cada canción tenía su lado B. Con respecto a “Gluey Porch Treatments”, ya lo habíamos lanzado en vinilo, pero hace tiempo que no está disponible. Mi esposa Mackie se encargó del arte, serán ediciones geniales. Creo que la gente disfrutará los vinilos, aunque yo prefiero tener CDs (ríe). En verdad, no me importa la forma en que la gente consume nuestra música, si quiere comprar el vinilo, está bien y si quiere comprar el CD, también está bien. La gente suele entramparse en la discusión de qué formato es mejor, pero lo importante es escuchar la música. Personalmente, me quedo con los CDs, los pones en el auto, subes el volumen y es lo más genial del mundo. Si tienes un estéreo roñoso, no importa lo que coloques, va a sonar roñoso igual (ríe). - Finalmente, Buzz, has estado inserto en el mundo de la música durante mucho tiempo. ¿Qué es lo que te entrega la música que ningún otro arte te entrega? - La música es lo que más me mueve, ninguna forma de arte me entusiasma de esa manera. Estoy rodeado de pinturas y esculturas, pero la música es lo más importante. Forma parte de la vida de los seres humanos desde siempre, está en todas las culturas, te habla en un lenguaje primal y eso me estremece de una forma que no puedo explicar. No hay nada mejor que manejar con la música a todo volumen, esos son los momentos por los que uno vive. No importa el género, a todos nos produce algo especial. Tengo la suerte de escribir la música que me gusta y de que a otra gente también la disfrute. Tags #Melvins #Buzz Osborne Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Rock Noticias Kuervos del Sur presentará su nuevo álbum en el Teatro Caupolicán Lunes, 05 de Junio de 2023 Rock Discos Sweet & Lynch Lunes, 05 de Junio de 2023 Rock Clásicos Los Prisioneros Lunes, 05 de Junio de 2023 Rock Noticias Congreso, Tenemos Explosivos y Parasyche entre los ganadores de Premios Pulsar 2023 Lunes, 05 de Junio de 2023 Rock Entrevistas Hombres G: por fin en Chile Domingo, 04 de Junio de 2023 Rock Noticias Streaming: Faith No More y el cierre con ''Album of the Year'' Sábado, 03 de Junio de 2023 Rock Clásicos Deep Purple Sábado, 03 de Junio de 2023 Rock Articulos ¿Cómo se suelen patrocinar y financiar los conciertos en Chile'' Viernes, 02 de Junio de 2023