Pavement: Una reunión pendiente Goodnight to the rock and roll era Lunes, 14 de Febrero de 2022 A 23 años después de su último disco, y más de 10 de su primera reunión, Pavement espera poder volver a subirse a un escenario a revivir esos gold soundz. El reagendamiento de Primavera Sound en Barcelona y Porto –para este 2022– debido a la pandemia inesperada que azota al planeta, aún tiene en stand by no solo a estos dos shows originalmente pleneados para la segunda mitad del 2020, sino que también la gira promocional de “Traditional Techniques”, el nuevo disco solista de Stephen Malkmus. Todo ello ocurrrió cuando pasó menos de un año desde el suicidio de su amigo y compadre David C. Berman, el piloto de Silver Jews. Malkmus y Bob Nastanovich hablan sobre la sabiduría secreta de estos caminos. Por Nuno Veloso Stephen Malkmus lleva más años junto a los Jicks –su banda de soporte regular por donde ha desfilado incluso la talentosa baterista Janet Weiss (de Sleater-Kinney)– que el tiempo discográfico que Pavement ocupó en el calendario cósmico. Su último trabajo en solitario, “Traditional Techniques” (2020), es una vuelta aparente de tuerca. Aparente, porque Malkmus es un traga música. “Groove Denied” (2019), su penúltima placa solista, era un ejercicio de tecno robótico influenciado por una estadía en Alemania. Y es que, si Pavement se dio el lujo de decir “Goodnight to the rock and roll era, cuz they don’t need you anymore”, al cierre de su laureado segundo disco “Crooked Rain Crooked Rain”, es porque Steve es una enciclopedia del rock. Adiós a Berman: Un puente natural Aquel título, fue idea de su buen amigo David C. Berman, el alucinado poeta que bajo el alero del nombre Silver Jews, escribió algunas de las letras más lúcidas del rock desde que Dylan escupió ‘Visions of Johanna’ y ‘Desolation row’. Berman se suicidó en agosto del año pasado, tras lidiar con una vida de depresión. Bob Nastanovich, junto con Malkmus, eran parte de Ectoslavia junto a Berman, el vehículo original para sus composiciones, antes de cambiar de nombre al definitivo. “Starlite Walker”, el primer álbum de los Jews, editado en 1994, cuando Pavement ya hacía ruido con el single ‘Cut your hair’, contó con los talentos de ambos. Malkmus acompañaría nuevamente a Berman en el elogiado “American Water” (1998). Un mes antes de fallecer, en julio de 2019, Berman publicó el debut de Purple Mountains, su primera entrega de música nueva en una década. Para entonces, el retorno de Pavement a los escenarios estaba ya confimado. La noticia de su destino fue una sacudida. Al teléfono, Nastanovich se da el tiempo de recordar al hombre que, hace 22 años, cantaba «In 1984 I was hospitalized for approaching perfection». – Cuando Pavement anunció su retorno a los escenarios nadie se hubiera imaginado lo que ocurriría con David. – Él iba a salir de gira en agosto y yo estaba a menudo en contacto con él. Estaba en Chicago, 300 millas al este de donde vivo. Yo iba a verlo muchas veces, y la última fue para su cumpleaños número 52. Hablábamos seguido y él trabajó muy duro en el disco de Purple Mountains y estoy muy feliz de que haya podido terminarlo. Lo escuché muchas veces antes de que se lanzara, y es interesante que mucha gente que lo escuchó después dijera que era como una nota suicida. Y puedo entenderlo, porque las canciones son bien oscuras, negativas, pero en el caso de David –conociéndole por casi 35 años– era una persona que lidiaba con muchas cosas en su vida y padecía de una enfermedad mental desde muy temprano. Tenía una vida triste a pesar de toda su genialidad, principalmente como poeta y compositor. La posibilidad de que se quitara la vida siempre fue algo real para sus amigos. La noticia de su muerte fue algo muy triste para mí, aunque no necesariamente un shock. El hecho de que haya vivido 52 años y haya logrado tanto en su vida, pasando por todo eso, es un triunfo. Escojo compartir mis recuerdos de mi vida con él. – ¿Cómo te impactó personalmente su muerte? – Cuando alguien importante en tu vida, como uno de tus padres, tus mejores amigos o un hijo, muere –independiente de cómo muera–, todos preferimos que sea de causas naturales, de viejos, a los 90 años, pero eso no muchas veces ocurre. Las enfermedades mentales son muy debilitantes, tal como cualquier otra enfermedad horrible, excepto que los síntomas en muchos casos son difíciles de tratar. David fue tratado por depresión por 40 años, y fue difícil encontrar una solución que funcionara a largo plazo. Cuando tomó su propia vida, como uno de sus amigos, se siente muy triste de que se haya ido y hay un agujero en tu vida. Pero a la vez, te sientes aliviado de que él ya no esté sufriendo. Puedo ver eso y lo hermoso es que todo el cariño de la gente y cómo disfrutaron de sus escritos durante su vida y ahora que está muerto. La apreciación profunda por su trabajo es algo que deja atónito, es hermoso que haya sido una persona que siempre tuvo el respeto y admiración que merecía por su trabajo mientras estuvo vivo y también ahora que ya no está. Es algo bueno que David ya no se sienta miserable. A todos los que lo conocimos muy bien nos gustaban sus opiniones, sus puntos de vista, su sentido de humor muy único, y eso se ha ido. Pero la huella que ha dejado es invaluable para mí. En muchas formas estoy triste, pero feliz de que haya vivido 52 años en vez de 32. “We’re trapped inside the song, where the nights are so long. There’s traps inside us all”, cantaba Berman en ‘New Orleans’, del debut de los Jews. Y ciertamente él tenía trampas dentro de sí y ahora está por siempre atrapado en sus canciones. Bob recuerda: «Él siempre trabajó duro, era un trabajador muy duro desde que lo conocí. Tal como cualquier otro artista que escribe, hace arte visual o lo que sea. Se dio cuenta temprano de que la poesía era un don que se le había otorgado. Siempre estuvo consciente de eso, aunque fuera modesto. Siempre era alabado por sus profesores y mucha gente que lo vio escribir de adolescente se dio cuenta. Puso mucha energía en su escritura y durante sus horas libres siempre hacía planes y notas, leía y aprendía. Es admirable cómo él se sorprendía de cosas mundanas y veía el mundo de una forma muy mágica. Cualquiera que estudie su trabajo y sus canciones se impresionará por su inteligencia y agudeza. Por su genialidad». Para Bob, la genialidad de Berman radica en que, siendo tan inteligente, escribía de una forma fácil de entender. «Si pudiera pensar en escritores celebrados de los últimos 100 años, su forma de escribir escapa al lector promedio. Y lo grandioso del trabajo de David es que es fácil de entender y seguir. Es uno de sus dones, él no trataba de asustar a su audiencia haciendo sermones. No quiero mitificarlo, pero él quería hacer cosas simples, entendibles e interesantes. Es una gran pérdida, pero la vida sigue y no puedes hacer nada. En los meses después de su muerte, la gente me preguntaba si había visto algo raro, algún signo. Yo les decía que apreciaba su preocupación, pero que no había nada que hubieras podido hacer. No puedes parar un tren descarrilado con tus manos. No hay forma de detener a alguien con depresión terminal, alguien enfermo, de encontrar una salida, ya sea si quieren irse espontáneamente o planeada. Estoy feliz de que ese disco –el de Purple Mountains– donde estuvo trabajando por casi 10 años, haya visto la luz. Es un trabajo perfecto para mostrarte el estado de su cabeza durante varios años de su vida, es un disco increíble. Lo podría poner en mi lista de cinco discos esenciales de la vida. El de Purple Mountains y cuatro de los Silver Jews, esos son los mejores discos qué hay”. Stephen Malkmus: Muchos fuertes y formas de atacar El nuevo disco de Malkmus, “Traditional Techniques”, sorprende por su calidez y sus arreglos. Completamente acústico, parece un retorno a las raíces lo-fi de Pavement y los Jews. Le preguntamos al teléfono si esta idea venía de antes o si tiene alguna relación con el pasar de Berman. «Soy fan de la música acústica, música folk de cosas que van de Crosby, Stills & Nash, a cosas psicodélicas más raras y grupos británicos como Fairport Convention y Bert Jansch, cosas así, de cuando yo era chico», explica. Difícil olvidar sus tremendas versiones de Dylan en el disco de canciones inspiradas por la película “I’m Not There” o sus versiones en vivo de los Grateful Dead para el concierto en tributo a Jerry García de 2018. Precisamente, Chris Funk de los Decemberists, también presente en aquella ocasión, es el productor de esta nueva placa. Ya habían trabajado juntos en “Sparkle Hard” junto a los Jicks. «Chris Funk me animó a hacerlo, él lo hizo posible. Él ofreció el tiempo en el estudio e hizo posible tener a esta gente tocando en el álbum (Incluyendo a Matt Sweeney de Zwan y a Spooner Oldham, organista que ha trabajado con Neil Young, Linda Ronstadt y Bob Dylan). Esta gente hace único el sonido que tiene. En vez de tener a gente indie tocando ,acá hay un bajista de jazz (Bill Athens, contrabajista) y un músico afgano-americano tocando en tres canciones (Qais Essar). Eso fue cool». – Creo que tienes “so many fortresses and ways to attack” (citando la letra de ‘Elevate me later’) – Sí, exacto, así es (ríe). – Esto es como resetearte a ti mismo un poco – Sí, bueno, sabía que podía poner mis canciones en una licuadora distinta. Pensé que podía ser una buena idea siempre y cuando tuvieras la gente adecuada y la intuición adecuada. Si hubiera juntado a todos los tipos de Slayer para que tocaran en el disco tal vez no habría salido tan bueno, aunque me gusta Slayer (risas). Pensé, esto está en el rango de las cosas que verdaderamente conozco y si resultaba bien me daba incluso más espacio para poder hacerlo nuevamente. A Stephen no le molesta para nada fantasear con un borrón y cuenta nueva a partir de estas técnicas tradicionales. «Es casi como si pudieras inventar una historia a partir de acá, este primer disco que algo vendió y no se hundió como una piedra –aún si lo hiciera– y luego vuelves con algunos de tus amigos para tratar de tocar algo más eléctrico para ser más famoso, a lo Jimmy Page, así que el segundo disco ya es más eléctrico. Hay que salir a la carretera también para tocarlo. Y ahí también la gente no reacciona mucho, así que necesitas unas canciones más duras (risas). Algo así podría pasar...». – Esta vuelta a un sonido más acústico y precario, ¿tuvo algo que ver con el fallecimiento de David Berman, con regresar a esas raíces lo-fi? – Hicimos este disco incluso antes de que David hiciera el álbum de Purple Mountains, prácticamente (risas). Lo hicimos como un año antes. Simplemente yo había hecho “Sparkle Hard” con Chris Funk ya, y él quería hacer varias cosas, colaboraciones, y tenía un estudio. Resulta que él es un tipo muy de música folk y yo ya no me junto con gente folk, me junto con mi familia y los Jicks, y gente en el backstage en los shows. El tenía un pie en eso y le gustaba antes Pavement, el rock independiente, esas cosas. Fue algo fortuito o afortunado que lo hizo posible. (El disco) no está relacionado eso sí con David. Que Dios lo bendiga. – ¿Es un privilegio, en cierta forma, hacer un disco así? – Para poder pagarle a todos por tocar un disco así tienes que tener como 20 mil dólares. Entre pagarle al ingeniero, a los músicos, diez días de sesiones y bueno, la plata ya se te fue (risas). No le diría a la gente que tocara gratis en un disco, porque no es justo. Bueno, yo he tocado gratis en discos de otra gente, pero ahora no se puede por el coronavirus (risas). – Por culpa de eso ahora movieron Primavera Sound para agosto, tal vez después... – Es cool, no importa. Agosto está bien. Me siento mal por la gente que había comprado boletos de avión ya, o que solo podía ir en esa fecha por que tiene clases o razones así, eso apesta. Para mí, personalmente, no hace diferencia cuándo sea. Mi agenda está completamente vacía (risas). Tenía la gira de “Traditional Techniques” pero eso se canceló y apesta totalmente. Steve reflexiona sobre las posibilidades que ofrece el encierro, algo que podría ser beneficioso para el entrenamiento de la banda. “Es interesante porque la gente podrá beneficiarse de esa creatividad, y las habilidades de los músicos serán mejores porque estarán en sus casas ensayando en vez de yendo a los bares. Aunque no podrán ensayar en persona, las habilidades personales son importantes. Al menos, para mí. Cuando vas a tocar con gente tienes que estar en buenas condiciones, tala como el estado físico de un jugador de fútbol, hacer calistenia, ejercitarte un montón (risas). Tal vez Pavement será mejor por esa razón. Sé que los muchachos han estado ejercitando harto con las canciones de Pavement. Yo no, porque tengo otras canciones que tocar (risas). Pero creo que tocarán más, quién sabe”. – Estarás “so drunk in the August sun”, citando la letra de ‘Gold soundz’. – Exactamente (ríe). Será ahí por agosto. He tocado como quince veces ahí y siempre lo paso bien. Me gusta ese estilo de fiesta español. No sé como te sientes respecto a ellos o qué idea de ellos tienes, pero me gusta. Tienen una onda medio California (risas), no por generalizar, pero algunos. La gente que yo conozco. Son medio ruidosos, les gusta festejar. Lamento tirar estas generalizaciones terribles (risas). – ¿Has pensado en la opción de hacer más shows con Pavement, después de Barcelona y Porto, y una vez que este virus se haya ido? – No sé, quiero ver qué pasa con la banda folk que tengo, y depende de las ofertas. Si Pavement recibe alguna buena oferta... quién sabe. Si pasa que los conciertos son realmente buenos en España, eso sería una razón para hacer más. Pero si son terribles y la banda se ve como unos vejetes tocando a mitad de la velocidad y como una sesión patética de abuelos, entonces no querría hacerlo. No creo que eso pase, pero quiero ver qué ocurre. Lamento decir eso de la banda, pero podría pasar (risas). Yo creo que las canciones van a sonar frescas, todos están saludables. Solo hay un par de alcohólicos en la banda, pero estaremos bien, creo que así será. No quiero ponerles presión encima a estos tipos tampoco. Es algo que te digo a ti, no se los voy a decir a ellos (risas). ¡Van a estar todos preocupados! – Sería bueno verte volver a Chile también. – Espero que así sea. He estado un par de veces haciendo shows y lo he pasado muy bien. Una amiga mía está allá atascada ahora, una estudiante. Ella no quiere estar ahí, quiere volver a casa. Es norteamericana. – Estaba pensando que en dos años más se cumplirán veinte años desde la primera vez que viniste. – Lo sé. Es una locura. Eso es muy loco, no puedo creerlo. – Me acuerdo perfecto porque esa noche firmaste mi vinilo del “Crooked Rain, Crooked Rain” – Genial (ríe). De seguro recuerdas que después fuimos a un bar medio hipster con alguna gente, un restaurante. – Sí, el Santo Remedio – Fue un momento especial. La segunda vez tuvimos más tiempo. Cada vez que voy a Santiago me gusta. Tal vez alguna vez tengo que ir como turista, nunca he estado allá más de 48 horas. Podría ir a otras áreas, hacer otras cosas, ir a esquiar. Me gusta la gente que hace ski, esa gente aspiracional (ríe). – Dos horas después puedes ir a la playa también. Está todo cerca. – Lo sé. Eso es jodidamente perfecto. (Publicado originalmente en revista #Rockaxis203, mayo de 2020) Tags #Pavement #Stephen Malkmus #David C. Berman #Bob Nastanovich Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Rock Noticias Green Day habla de lo personal en nuevo single Jueves, 07 de Diciembre de 2023 Rock Noticias The Ghost Inside anuncia su debut en Chile Jueves, 07 de Diciembre de 2023 Rock Noticias Concurso cerrado: You Me at Six debuta en Chile Jueves, 07 de Diciembre de 2023 Rock Noticias Concurso: No Fun at All + Ignite en Chile Miércoles, 06 de Diciembre de 2023 Rock Noticias Attack on Titan en Concierto llegará a Puerto Montt Miércoles, 06 de Diciembre de 2023 Rock Noticias 'Grace': Idles presenta nueva canción Miércoles, 06 de Diciembre de 2023 Rock Shows Bad Religion: la sinfonía litúrgica de la resistencia Miércoles, 06 de Diciembre de 2023 Rock Clásicos The Beatles Miércoles, 06 de Diciembre de 2023