Amenra: Viaje a las cavernas de la mente La oscuridad del ser humano hecha música Viernes, 28 de Febrero de 2020 Jueves 27 de febrero, 2020 Rock Bar Xperience En la alegoría de la caverna, Platón expone, en sentido figurado, que los seres humanos son como prisioneros encadenados en una caverna desde su nacimiento y que solo pueden observar las sombras proyectadas en sus paredes para interpretar la realidad, la cual no podrán conocer en todo su esplendor hasta que se liberen de sus ataduras. Al fin y al cabo, el filósofo ocupa esta metáfora para explicar cómo podemos acceder al conocimiento en dos niveles, el mundo de lo sensible y el de lo inteligible. Lo ocurrido la noche del 27 de febrero en el Rock Bar Xperience a cargo de A Sad Bada, Sangría y Amenra es, precisamente, la unión de esos dos mundos. Si seguimos esta analogía, adentrarnos en el recinto de Vicuña Mackenna es un viaje a las profundidades de la tierra en tres etapas. En la primera encontramos a A Sad Bada, cuarteto que abrió la noche oscilando entre el post metal, el doom y el sludge. Exhibieron frialdad y solemnidad durante toda su presentación, en la que canciones como ‘Impure/Misanthropia’, ‘Eclipse’ o ‘The Walls of Anxiety’ fueron ejecutadas con máxima concentración por la base rítmica compuesta por David Sandoval en guitarra, Alejandro Ossandón en batería y el recién llegado Luis Valenzuela en el bajo, todos ensimismados para extraer el veneno de sus instrumentos e inyectarlos en los oídos de los asistentes. Desde las voces y la segunda guitarra, Fernando Figueroa asolaba el micrófono principal en cuyo atril lucía una soga con el escalofriante nudo del ahorcado mientras apretaba su guitarra con fuerza, a veces de espalda al público y frente al amplificador para que los acoples cubrieran el local con su distorsión nebulosa. El dueto con el ex integrante Roberto Toledo en ‘It’s Just My Blood’ cuadró a la perfección para escuchar los matices entre el desgarro con tintes black metal de Figueroa y la profundidad abismal en tono death metal de Toledo, un punto alto de su concisa intervención. Con la distorsión a tope, la banda se despidió agradeciendo al público por escuchar, dando cuenta de una formación actual que lució oscuridad y desolación sonora, pero también una belleza lúgubre que fue un excelente inicio para esta travesía. Bajando aún más en la caverna nos topamos con Sangría, quienes recibieron la aprobación inmediata del respetable, incluso antes de empezar la demolición auditiva. Entre señas, miradas y gestos, el trío despachó adelantos de lo que será “Esclavo de la Ira”, trabajo que ya está en el horno y del cual se escucharon ‘Contrafuego’, ‘Dueños de nada’, ‘Confrontación’ y ‘Origen’, advirtiendo que el lanzamiento seguirá en el mismo carril que sus anteriores entregas, pero con el aderezo de la contingencia siempre presente. Y es que la crítica social es uno de los motores de Sangría, especialmente cuando se trata de retratar la pestilencia, la miseria y la represión del cuestionado sistema económico que nos domina, todo desde el movimiento primitivo de las baquetas de Pablo Benavides, quien condujo este fluido denso desde la batería en ‘Osamenta’, track del excelente EP “Disidentes del olvido” (2013) que sacaron con el proyecto Bicéfalo, en el que unieron fuerzas con Comegato de Yajaira y Electrozombies, pero que en la voz de Osvaldo Frías sonó igual de demoledora. A su vez, el guitarrista Carlos Frías utilizó su Gibson SG como una motosierra en la que las cuerdas pasaron a ser un conjunto de dientes de sierra que cortaron todo a su paso en ‘Cegados’, canción que en la actualidad adquiere un simbolismo brutal que no fue esquivado por Osvaldo, quien recalcó la importancia de abrir los ojos en directa alusión al estallido social. ‘Ritualista’ puso el punto final a esta parte del recorrido en que Sangría demostró una vez más por qué es uno de los pesos pesados en el panorama del death doom nacional con un show virulento, aplastante y crudo a la altura la ocasión. El culto al odio en su máxima expresión. Llegando a la parte central del trayecto, Amenra sería la agrupación encargada de sellar la noche con una presentación de una hora y cuarto que, sin lugar a dudas, es una de las experiencias más delirantes que hemos tenido la oportunidad de presenciar. Ninguna foto, ningún disco ni ningún video son capaces de acercarse mínimamente a la impresión que causa la banda en vivo. Está documentado que el concierto es una de las formas en que la tribu rockera o metalera forma comunidad, es el espacio para una vivencia colectiva en el que los individuos se conectan unos con otros bajo una misma pulsión sónica, pero lo entregado por el quinteto belga supera con creces esa descripción, va mucho más allá. No perdieron el tiempo en formalidades, la actuación empezó apenas los miembros de la iglesia de Ra estuvieron en sus puestos. La euforia clásica en el arranque de un concierto acá se redujo a escuchar en el mayor silencio posible el choque de los cilindros metálicos que el baterista Bjorn J. Lebon y el vocalista Colin H. van Eeckhout, de espalda al público y sentado en el suelo, ejecutaban para introducir ‘Boden’. Una vez que Colin se puso de pie, la tempestad salió expulsada por los parlantes y el movimiento lento y descendente de las cabezas no se hizo esperar. ¿Qué es esto? ¿Qué es esta fuerza imponente que cae sobre nosotros? ¿Cómo es posible que cinco seres humanos puedan crear algo tan opresor, pero a la vez tan liberador? Era como si apretaran nuestras almas hasta expulsar toda la oscuridad y convertirla en música. ‘Plus près de toi’, ‘Razoreater’ y ‘Thurifer’ se fueron matizando entre lo negro de los riffs graves y lo blanco de los arpegios limpios de Mathieu J. Vandekerckhove y Lennart Bossu en las guitarras ante un auditorio en constante debate entre los que respetaban las pausas y los que gritaban eufóricos. Por su parte, Levy Seynaeve es el único que apoyó en voces, complementándose con Colin en ‘A Solitary Reign’ y ‘Nowena’, mientras las gotas de sudor caían por su bajo fender jazz bass. Amparado por un telón que proyectaba un video en blanco y negro, Bjorn J. Lebon cambiaba los tiempos entre las luces y las sombras de cada canción, una batería maciza que conservaba el temple opaco de cortes como ‘Am Kreuz’ y era la pieza clave para mantener la tensión. Retorciéndose, con una mano siempre en el micrófono y la otra dando golpes, o poniéndola en su espalda, Colin H. van Eeckhout permaneció de espaldas, girando pocas veces hacia el público, dejando ver como las venas de su frente ardían en total ebullición. Ya para ‘Diaken’, la descarga había sido total y el vocalista se puso de frente hacia sus fieles. Los que estuvieron al frente pudieron apreciar el movimiento de su estómago al cantar limpio hasta que todo estalló y la canción marcó abruptamente la culminación de la ceremonia sin la posibilidad de un bis. No sería extraño si muchos recuerdan este concierto en blanco y negro, la oscuridad e intimidad del Rock Bar Xperience propiciaron un encuentro majestuoso en el sentido psíquico de la palabra, en el que la provocación y la irreverencia rompieron con la seguridad de lo cotidiano para desestabilizar las convenciones y adentrarnos en un universo sensorial que por momentos es muy personal, pero que de todas maneras tuvo reventones de euforia colectiva con base en un sonido totalmente definido por parte de la banda. Era posible identificar cada instrumento a pesar del cúmulo de energía que irradiaban, lo suficiente para iluminar nuestro camino hacia la salida de la caverna. En un plano espiritual, la experiencia de Amenra nos ha liberado de las cadenas mentales sensibilizando nuestros sentidos y entregando un instante de introspección para llegar a un estado superior de la consciencia. Pablo Cerda Fotos: Juan Pablo Maralla Tags #Amenra # Amenra # A Sad Bada # Sangría Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Rock Noticias Concurso: Bunbury vuelve a Chile Viernes, 01 de Diciembre de 2023 Rock Clásicos KISS Viernes, 01 de Diciembre de 2023 Rock Clásicos Korn Viernes, 01 de Diciembre de 2023 Rock Entrevistas Uriah Heep: ''Hay que seguir adelante y creer en lo que haces'' Viernes, 01 de Diciembre de 2023 Rock Noticias Babasónicos presenta la inédita 'Tajada' Viernes, 01 de Diciembre de 2023 Rock Galerias The Cure - Shows of a Lost World Viernes, 01 de Diciembre de 2023 Rock Noticias Concurso cerrado: Richie Ramone vuelve a Chile Viernes, 01 de Diciembre de 2023 Rock Noticias Frank's White Canvas da el primer aviso de su próximo disco Viernes, 01 de Diciembre de 2023