The Hellacopters: El Rock & Roll está vivo Adrenalina al máximo en un fogoso debut Viernes, 13 de Marzo de 2020 Jueves 12 de marzo, 2020 Club Blondie La proclama “El Rock & Roll está muerto” suena bastante provocadora, y quizá contradictoria, para una banda que usufructúa de guitarras tan candentes como The Hellacopters. Contrario a lo que se podría pensar de buenas a primeras, el título de su álbum lanzado el 2005 no constituía un cambio de paradigma ni un giro hacia otras tendencias, era simple ironía, ya que es una verdadera celebración de todo lo que nos encanta en la música de guitarras y se mantiene en línea de una de las discografías más interesantes del boom escandinavo. Con esta perspectiva histórica en mente y la vuelta a las pistas el 2016 tras un hiato de ocho años, el debut en Chile de Nicke Andersson y compañía era un evento esperado por fanáticos que ansiaban vivir esa descarga brutal de Rock & Roll, pero temían que el embate del coronavirus sepultara esas esperanzas como ya pasó con Lollapalooza y otros recitales. Afortunadamente, los suecos arribaron a nuestro país con un día de anticipación a fin de concretar un plan maestro que tomaría ribetes aún más históricos considerando que los retornados Hielo Negro se sumarían a la hecatombe sonora que detonaría en Blondie. Y así fue. Si hay un virus que se propagó con fuerza esa noche, fue el del Rock más infeccioso y mortal que existe sobre la tierra. Mirando solo la superficie, la elección de los magallánicos como acto de apertura es menos obvia de lo que parece. Hielo Negro es un invitado casi obligado para acompañar a bandas de corte stoner, pero, si vamos a la raíz de su propuesta, hay muchos puntos en común que mantienen la coherencia del cartel. El gusto por el blues, el armazón del rock clásico en las estructuras y el protagonismo de las guitarras son elementos que los unen a los europeos y, en esta oportunidad, relucieron en todo su esplendor gracias a la nueva formación. Los chicos se vieron compenetrados y abordaron su material con astucia. La guitarra ácida de Marcelo “Chelo” Palma emanaba rabia en ‘Sin ley ni Dios’ y ‘Kaos ahora’, esta última con una letra muy vigente a pesar de haberse lanzado en 2007. Por su parte, Rodrigo “Memo” Barahona manejó los hilos con propiedad desde la batería en ‘Cemento’ y ‘Pequeña muerte’, atacando los puntos claves en cada golpe que propinó con sus baquetas y conectándose a la perfección con un Pablo “Panzón” Navarrete que exprimió su bajo en ‘Viento sabio’ para que la distorsión de las cuatro cuerdas convirtiera al recinto de Unión Latinoamericana en una larga carretera de paisajes inhóspitos. Con ‘Vive rápido’ y ‘Lobo estepario’ cerrando la intervención, el trío selló su pacto con un público en total conciencia del momento histórico que estaba viviendo, una oportunidad que también debe haber servido para exorcizar los demonios que los mantuvieron en silencio durante un tiempo. Una vez más, Hielo Negro comprobó que no ha perdido su capacidad para hacernos volar como un cóndor con su música. Describir el torrente de sensaciones que surge un show de The Hellacopters dista de ser una tarea sencilla. Desde el momento en que se apagan las luces y el sonido del helicóptero empieza a llenar el lugar, sabes que algo grande se aproxima. Los sentidos se ponen alerta, pero eso no te salva del impacto que provocan ‘Hopeless Case of a Kid in Denial’, ‘Alright Already Now’, ‘Carry Me Home’ y ‘You Are Nothin’, te pasan por encima sin que puedas evitarlo. La potencia de los cinco integrantes arriba del escenario es avasalladora y eso, obviamente, generó una respuesta inmediata de un público que se lanzó de cabeza y sin casco a una experiencia musical irrepetible. Como unidad, la escuadra rugió con el ímpetu de un motor a mil por hora, llevando a los asistentes por el garage rock de ‘Born Broke’, que justo a la mitad se transformó en una rendición a ‘Pretty Vacant’ de Sex Pistols, el punk de ‘Like No Other Man’ y el rock vigoroso de ‘The Devil Stole the Beat From the Lord’. Las revoluciones recién bajaron en el blues pantanoso de ‘My Mephistophelean Creed’, pero, cual montaña rusa fuera de control, las pulsaciones aceleraron nuevamente en ‘Ghoul School’ y se anclaron en la rítmica constante de ‘No Angel To Lay Me Away’, dando cuenta de que el repertorio de The Hellacopters tiene la amplitud suficiente para que el auditor viaje desenfrenadamente por distintos estados musicales gracias a la pericia de sus integrantes. Y es que cada personalidad al interior de la agrupación es un circuito clave en este generador de energía. La línea de bajo de Dolf De Borst que da inicio a ‘Toys and Flavors’ es una muestra de la personalidad de un músico que está lejos de la timidez y disfruta a concho la ejecución de su thunderbird, cuatro cuerdas robustas que luego se transforman en un complemento vital para que el simpático Robert Eriksson sorprenda con su técnica en ‘Down on Freestreet’, una batería llena de pasadisos en que los cambios de ritmo fueron determinantes a fin de asegurar la efectividad de un kit de ludwig que vibra a más no poder. Por más que se vea tranquilo en su rincón, el tecladista Anders Lindström, apodado "Boba Fett", va marcando las notas en su nord electro 4 para que ‘Long Gone Losers’, ‘No Song Unheard’, ‘Psyched Out & Furious’ y ‘Before the Fall’ mantengan un swing aniquilador, la verdadera arma secreta para darle un carácter especial a las canciones e incluso manejando el pandero y las teclas al mismo tiempo, un personaje de aquellos. Completando la saga, la dupla de guitarras entre Dregen y Nicke Andersson es pura dinamita, dueños de un estilo único tanto en su vestimenta como en la ejecución de un par de Gibsons que sacaron chispas en el frenesí de ‘Soulseller’ y ‘By the Grace of God’, pero que rugieron como una bestia furiosa en la arrastrada ‘Tab’, encargada de encaminar la velada hacia el cierre con ‘I'm in the Band’ y ‘(Gotta Get Some Action) Now!’, despidiendo así su paso por una Blondie incandescente que fue una olla a presión en todo momento. Durante las 21 canciones del set, se vio el enganche instantáneo entre banda y público, intercambiando miradas y gozando a concho de una instancia que fuimos afortunados de presenciar, suerte con la que no contarán nuestros vecinos de Argentina debido a sus protocolos para enfrentar la pandemia. En una temporada repleta de cancelaciones en Chile y el mundo, la fecha fue todo un bálsamo para los melómanos hastiados de tanto cambio de planes generado por el infame coronavirus. Gracias a sus explosivas presentaciones, estos pesos pesados unieron sus caminos para embriagar a los asistentes con una estridencia inflamable que se mantendrá prendida en sus cabezas durante un buen rato. ¿Y cómo no quedarse pegados con un regreso tan auspicioso para Hielo Negro y un estreno tan espectacular para The Hellacopters? ¿Cómo no estremecerse con las melodías fulgurantes que posicionan lo mejor de épocas pasadas en el presente? ¿Cómo no rendirse ante el poder casi sanatorio de canciones fabricadas para energizar el cuerpo? Noches como esta son la evidencia de que, por lo menos hoy en día, el Rock & Roll no está muerto como irónicamente plantea el grupo en su placa del 2005, está vivo y no hay virus mediático que lo detenga. Pablo Cerda Fotos: Juan Pablo Maralla Revisa la galería de imágenes en este link. Tags #Hielo Negro # HieloNegro # The Hellacopters # TheHellacopters Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Rock Galerias Frank's White Canvas - Presentación ''My Life, My Canvas'' Sábado, 02 de Julio de 2022 Rock Shows Frank's White Canvas: Una noche inolvidable Viernes, 01 de Julio de 2022 Rock Noticias Kuervos del Sur anuncia ciclo dedicado a ''El vuelo del Pillán'' Viernes, 01 de Julio de 2022 Rock Entrevistas El Cruce: El camino sigue y sigue Viernes, 01 de Julio de 2022 Rock Noticias Ganadores: Rama en Sala SCD Plaza Egaña Viernes, 01 de Julio de 2022 Rock Noticias Él Mató regresará a Chile en octubre Viernes, 01 de Julio de 2022 Rock Discos Wet Leg Viernes, 01 de Julio de 2022 Rock Noticias Ganadores: CAF festeja sus 15 años Viernes, 01 de Julio de 2022