Queen + Paul Rodgers: una noche con la realeza

Impresionante colección de éxitos

Jueves, 20 de Noviembre de 2008

Queen + Paul Rodgers: una noche con la realeza

Miércoles 19 de noviembre, 2008
Estadio San Carlos de Apoquindo

“Lo cortés no quita lo valiente” dice el refrán, por ello, reconocer cuando uno se equivoca, no merma el espíritu ni la integridad. Siempre consideré un error que “The Cosmos Rocks” saliera bajo el nombre de Queen, me parecía incluso una ofensa al legado indeleble del gran y único Freddie Mercury. Pero una cosa puede ser el disco (que sin duda no va a pasar a la historia como uno de los grandes trabajos de la banda), y otra cosa es en vivo, donde Queen más su invitado de lujo, el señor Paul Rodgers con su voz llena de blues y soul, le demostraron hasta al más escéptico, que el legado de Queen permanece inmaculado. Y es que lisa y llanamente, el grupo se mandó un concierto de esos que quedan en la memoria colectiva como un hito inolvidable.

Con una espectacular puesta en escena, con tres pantallas de alta definición (increíble la intro con los relámpagos y la lluvia de meteoritos) y un stage de dos pisos con una plataforma central que se proyectaba largos metros dentro del público, el show se inició de la manera más contundente posible con todo el peso de la guitarra de May en el reconocible riff de ‘Hammer to fall’ la que fue mixada con ‘Tie your mother down’, dos clásicos eternos de la vertiente más rockera del extenso catálogo de la banda bastaron para echarse a todo el mundo al bolsillo y de ahí para adelante el show se fue como por un tubo. ‘Another one bite the dust’, ‘I want it all’ y ‘I want to break free’ pusieron la rúbrica de un inicio demoledor.

Claramente el líder natural de esta nueva encarnación de la reina, está liderada por Brian May y su increíble guitarra, que llenaba cada rincón del escenario y del estadio, ya que la calidad de audio fue simplemente notable. May con sus 61 años, sigue siendo un intérprete soberbio, fiel representante de esa escuela del rock británico de los 70’s que arrojó otros alumnos ilustres como Jimmy Page, Jeff Beck, Tony Iommi y Richie Blackmore, cada uno un auténtico maestro en su estilo.

Aún así, con May como foco central, el protagonismo está equitativamente repartido sobre el escenario, con un Paul Rodgers disfrutando su momento solista estelar cuando solo con guitarra acústica interpretó ‘Seagull’, lo mismo para Roger Taylor que cantó como solista ‘A kind of magic’, siempre apoyado magistralmente en las armonías vocales por May, un verdadero lead singer en potencia. De la banda de apoyo, necesariamente hay que destacar la gran labor del legendario Spike Edney en los teclados y el soberbio Danny Miranda en el bajo (ex Blue Öyster Cult), que mantuvo la solvencia y consistencia del retirado John Deacon.

Hubo un momento en que la adrenalina vertiginosa del show cayó en un pequeño pozo, cuando May y Roger Taylor (que pese a su edad, todavía toca con clase y consistencia su batería) alargaron quizás en demasía sus intervenciones instrumentales, pero nada que empañara una velada memorable, llena de momentos de rock, dramatismo y emoción, como el primer tributo a Mercury en la noche, cuando Brian May solo en el escenario interpretó ‘Love of my life’ con miles de voces como coro (tal como lo hizo en 1993 cuando vino con su banda solista, en otro gran show donde estuvieron Neil Murray en bajo y el fallecido Cozy Powell en batería); o como cuando May tocó el solo de guitarra de ‘Bijou’ y aparecieron las primeras imágenes de Freddie en las pantallas.

Otro momento altamente emotivo, fue cuando cayó ‘The show must go on’, con toda la carga visceral de saber que Freddie Mercury grabó esa canción cuando ya estaba muy próximo a morir; sin duda era para sacar el pañuelo y secarse las lágrimas y aquí Paul Rodgers hizo una gran versión, en un tema muy complicado y difícil vocalmente hablando, donde recuerdo que Elton John la destrozó en el concierto tributo a la memoria de Freddie que se hizo en el estadio de Wembley y fue transmitido a todo el mundo en directo, Chile incluido.

Claro “The Cosmos Rocks” es la excusa de esta gira y el nuevo disco estuvo presente con el tema título y otros cortes como ‘C-lebrity’ y ‘Surf’s up… school’s out’ que siendo justos, sonaron muy bien en vivo y donde Rodgers se escuchó con total autoridad. También Rodgers recordó su pasado en Bad Company y Free (con imágenes en pantalla) y todo el mundo cantó el clásico ‘All right now’, para llegar al momento cumbre con ‘Bohemian rhapsody’ con Freddie Mercury cantando en vivo en pantalla, haciendo un dueto con Rodgers… ¡bendita tecnología!

Como era de esperar, el estadio se vino abajo y tres generaciones de fans, desde niños hasta gente más allá de los cincuenta años cantaron en una sola voz este himno de todos los tiempos y el primer video clip musical que se filmó en la historia en 1974, siete años antes que apareciera la MTV. El remate final vino con ‘We will rock you’ y ‘We are the champions’ y dos horas y media de un show completísimo llegaron a su fin, dejando esa sensación indeleble que esta reina podrá estar avejentada, pero que todavía puede lucir con orgullo y gallardía su merecida corona. Sin duda, otro concierto inolvidable de un 2008 realmente estelar. Gracias por otro favor concedido.

Cristián Pavez