Van Halen: La magia sigue intacta

Antes de salir la pregunta fue inminente... ¿valdrá la pena viajar de Santiago a Greensboro, North Carolina, por el día a ver a Lee Roth y Van Halen en vivo? La respuesta... ¡Absolutamente! Después de muchas horas de avión y otras tantas en auto llegamos al estadio de Greensboro, para la segunda fecha de la gira de VH. ¿Por qué esa fecha? Por el miedo de que una vez más se pelearan y cancelaran la gira, por eso decidimos asegurarnos.

Al acercarnos al estadio, empezamos a ver muchos treintones y cuarentones con poleras negras de Rolling Stones, Ratt, AC/DC, Metallica. Lo raro no era eso, sino que la mayoría iban con sus hijos a los que miraban con actitud de "ahora sí que van a escuchar música de verdad". Accesos, perfectos, en 15 minutos ya estábamos en nuestros asientos, fila 14 y al centro de la cancha, si pensamos que las 10 primeras filas estaban en un Hot Spot (dentro del escenario), entenderán que estábamos en la cuarta fila. El telonero, extraño por decir lo menos, Ky-Mani Marley, que subió al escenario a las 8 en punto, tocó algunas canciones propias y cerró con clásicos de Bob Marley. La gente lo aplaudió por compromiso pero nadie lo estaba viendo sino que trataban de ver que había detrás de ese telón negro que tapaba a lo ancho el escenario. A las 8:40 se bajo del escenario Ky-Mani Marley y en 20 minutos los roadies habían limpiado todo.

A las 9 en punto se apagaron las luces de un Greensboro Coliseum absolutamente repleto de gente (40.000 personas), se prendió un seguidor y apareció Eddie saludando al público con un pequeño pero contundente solo de guitarra, la gente empezó a gritar, cayó el telón, se prendieron las luces y ahí estaban... después de 22 años Eddie Van Halen (52), David Lee Roth (52) y  Alex Van Halen (54), juntos, en vivo en un escenario tocando  "You Really Got Me". Fue inevitable darse cuenta de que Eddie, Lee Roth y Alex estaban cómo si el tiempo no los hubiera tocado, flacos, con una energía envidiable, al punto que Wolfgang, el hijo de Eddie y ahora bajista de la banda, a sus 16 años, tenía el peor estado físico de todos.

Cuando terminó el primer tema, vino una ovación que explotó cuando Lee Roth dijo "en estos 22 años nunca nos separamos, sólo estuvimos un poco alejados" y abrazó a Eddie... podíamos estar tranquilos todos, por lo menos ese día no se iban a pelear. De ahí vino 'Somebody Get Me A Doctor', 'Running with the Devil', 'Dance the Night Away', 'Little Guitars', 'Atomic Punk' (canción que también fue escrita por Michael Anthony que no fue mencionado en ningún minuto del concierto); en resumen, una aplastante y demoledora masa de rock puro, que demostraba que hay cosas que nunca mueren. Eddie hizo que todos quisiéramos tirar nuestras guitarras a la basura, Lee Roth cantando como nunca (con patadas voladoras incluidas), Alex, una masa y Wolfgang tocando las líneas de Michael Anthony dando con los coros agudos sin ningún problema.

De ahí vino un solo de batería de unos 4 minutos (excelente), 'Hot for Teacher', un "I heard you missed us, but we're back" ("escuché que nos echaban de menos, pero estamos de regreso"), 'Panama' y lo que todos esperábamos 'Eruption'... En ese minuto todo el estadio que hacía segundos gritaba y saltaba, quedó en absoluto silencio y Eddie demostró por qué es el padre de toda una generación de guitarristas. 'Ain't Talking 'Bout Love'  y las luces se apagan, empieza la secuencia de los teclados del inicio de 'Jump', se enciende todo el techo del estadio con luces simulando estrellas, caen del techo miles de papeles plateados, Lee Roth sale montando un micrófono inflable gigante y todo parecía perfecto, hasta que la secuencia (malditas máquinas) se desfasó y empezó a sonar corrido.

Pero ellos no perdieron la calma, siguieron hasta el final y como que no hubiera pasado nada, terminaron abrazados y ovacionados por los 40.000 fanáticos que estábamos ahí y fingimos no haber escuchado la monumental pifia de audio. La verdad en algún minuto pensé omitir esta parte del concierto, pero después me di cuenta que nada iba a opacar la soltura y poder del sonido de una de las mejores bandas de rock de los últimos tiempos, con uno de los mejores guitarristas de la historia y con un frontman de los que ya no se hacen. En resumen, hizo falta en algunos minutos Michael Anthony (Wolfie es demasiado joven y le falto un poco de rock), Sammy, lo siento a pesar de que hicieron grandes canciones, no hay dupla igual a la de Diamond Dave y Van Halen... La aventura a Greensboro valió cada minuto y cada peso.

Alfredo Alonso

Tags

#Van Halen

# 2007

# Eddie Van Halen

# David Lee Roth

# Wolf Van Halen

# Alex Van Halen

#