Jinjer en Chile: Potente regreso

3 de octubre – Teatro Coliseo

Santiago - Chile

 

Por fin los ucranianos pudieron presentarse en el país después de reiteradas cancelaciones que afectaron los tour latinoamericanos entre 2020 y 2022. La pandemia y la guerra entre Ucrania y Rusia afectaron esos shows, pero hicieron llegar a Jinjer con dos discos bajo el brazo, los potentes Macro (2019) y Wildflower (2021). Con un setlist a medias entre las dos placas, pudieron presentarse en un Teatro Coliseo lleno y con una fanaticada que los acompañó cada minuto del show. 

 

Eran las 18 horas cuando se abrieron las puertas, una fila que llegaba casi a la Alameda por Nataniel Cox. Cancha y platea baja eran las entradas principales y el público avanzaba hacia sus posiciones para ser deleitados por el show de los teloneros. Before Breathing abrió los fuegos, los rancagüinos presentaron cortes de metalcore como ‘The Last Funeral’, ‘Oceans Of Hate’ y ‘Burn This Nation’, un show corto, pero potente que terminó por alentar al público a tirar sus primeros pasos. Luego de eso, 19:55 comenzaron a sonar las secuencias introductorias de We Are The Monster, otro show poderoso que tuvo la mejor recepción del público, mostrando cortes como ‘Fearless’, ‘Dirty’ y ‘Destructive World’ y donde la masa comenzó a entrar en calor para lo que se venía después.

 

La cancha del teatro, pasada las bandas teloneras, comenzó a llenarse y llegar a su tope. El público expectante gritaba y hacía cánticos de estadio a cada momento que pasara algo por el escenario. Se movía un técnico y celebraban, se notaba que Jinjer concentra un gran grupo de fanáticos en el país. En el fondo se proyectaba el nombre en grande con los colores de la bandera ucraniana. A las 21.00 en punto aparecieron en escena y la energía acumulada explotó en el Teatro Coliseo. Tatiana Shmaylyuk, Eugene Abdiukhanov. Roman Ibramkhalilov y Vlad Ulasevich, se tomaron el escenario sin problemas y tiraron todo a la parrilla. “Sit Stay Roll Over”, “On the Top”, “Pit of Consciousness” fueron el comienzo y logró que el público se volviera loco, el pit se abrió desde el primer blastbeat y a los minutos ya habían zapatillas en el aire buscando a sus dueños. 

 

La presentación de los ucranianos fue impecable. Tatiana Shmaylyuk con su tremenda calidad vocal se echó al bolsillo a un público que seguía todos sus movimientos. La vocalista pasa de potentes guturales a una voz melódica sin problemas, ‘Judgement (& Punishment)’, ‘Call Me a Symbol’, ‘Disclosure!’, fueron muestras de esto. El show en sí, fue sin freno, poco espacio para interactuar con los asistentes, a pesar de que la vocalista salía de escena cada cierto tiempo, un concentrado Roman Ibramkhalilov, un histriónico Eugene Abdiukhanov que se movía por el escenario y un bestial Vlad Ulasevich se quedaban para comenzar rápido cada canción. La ejecución de cada instrumento fue de alta calidad, mucho técnica y rapidez, pasando entre ritmos de death metal, hacer un poco de blast beat y hasta ponerse un poco progresivos a ratos.

 

 

Un show de un poco más de una hora donde tanto el público, como la banda, entregaron todo lo que tenían. La alegría de que Jinjer estuviera en el país era palpable en el ambiente que se vivía en el teatro, harto crowdsurfing y headbanging, hasta en las últimas filas de la cancha habían personas motivadas a full. También pasaron cortes como ‘Pisces’, ‘As I Boil Ice’, ‘Home Back’ y cerraron con un clásico de su discografía ‘Captain Clock’, donde Tatiana se quedó en el escenario tomando algunas banderas chilenas mientras decía que llamaran al resto de la banda para tocar una más. ‘Vortex’ fue la elegida para cerrar, uno de los singles de su última placa que dejó contento a los asistentes. 

 

Finalmente, todo cerró con un público que salía sudado y sin polera a una fría Nataniel Cox. Contentos y cansados. El mosh pit no paró desde el primer minuto y lo importante, es que la banda se vió cómoda en el escenario y fue un disfrute recíproco entre las dos partes. Afuera escuché personas decir que les había faltado un poco más de show, pero después se dieron cuenta que se hizo corto por lo bueno que fue. 

 

Diego Valdés

Fotos: Thomas Moraga