Nytt Land: Ritual de lo habitual

Duo pagano se presentó en el RBX

Domingo, 04 de Junio de 2023

Sábado 3 de junio - RBX

Santiago - Chile

Lo del sábado fue algo especial, una banda underground rusa, un dúo para ser preciso, construyó durante poco más de una hora un viaje místico a través de un trance musical, oscuro y pagano.

Nytt Land recorrió parte de su discografía bajo un aura de negra complicidad con el público, el foco estuvo en el álbum “Ritual”, placa que terminó de consolidar el trabajo hecho por el matrimonio Pakhalenko durante los últimos diez años, y tuvo un efecto estremecedor en los asistentes del bar RBX. La noche fue una larga procesión de historias antiguas cantadas con un ímpetu desvelador, haciéndonos parte de la ceremonia, incluyéndonos en la magia.

La música y la interpretación se lucieron, ambientes sonoros sombríos con voces penetrantes y desdibujadas de humanidad, invocando y llamando a bailar una danza olvidada. El tiempo de duración fue algo anecdótico, mucho más relevante fue la fuerza y la potencia del dúo, y el efecto que produce su música. Imagino que cada uno de los asistentes experimento algo el sábado en la noche. Viajes astrales a lugares distantes, visiones de páramos fríos y olvidados, con un link ineludible a experiencias con drogas alucinógenas y a sesiones místicas grupales, y todo bajo el influjo de líneas musicales hermosas. Lo del día sábado fue algo único en la escena.

Las percusiones, ejes del movimiento musical de la banda, se mezclan en una oscura relación con una base programada constante, la que cubre al dúo y construye el show. La vida tomó un ritmo repetitivo, acompasado, guiado por golpes eternos a tambores pretéritos. El nivel vocal, oscuro y en constante trance, se mueve a través de viajes en colores, aquí, un antiguo y olvidado violín participa del baile pagano, creando una síntesis escabrosa, repleta de visiones de soledad, de una memoria fría, pero que está ahí, que respira y se comunica gracias a la representación que hace Nytt Land.

El diálogo con el público, corto y preciso, encerró las emociones que muchos experimentamos: una negra alegría, propia de una reunión única e irrepetible.

Felipe Reyes

Fotos: Francisco Aguilar