Voodoo Glow Skulls: deuda esquiva pero saldada en Santiago

Domingo 2 de junio, 2024
Sala RBX

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Los californianos Voodoo Glow Skulls ya se han presentado en Chile antes, y su reciente visita parecía un déjà vu de su primer arribo en el año 2006. En aquella ocasión, el cartel original incluía a los estadounidenses junto a Fiskales Ad-Hok en el Estadio Víctor Jara. Sin embargo, debido a problemas de convocatoria y con solo 18 años de trayectoria en ese momento, el concierto se trasladó a La Batuta.

Luego, en 2014, fue su segunda visita, en el marco del desaparecido Punk Rock Festival junto a Gatillazo y Marky Ramone’s Blitzkrieg. El festival no contó con un público predominantemente suyo y coincidió con los devastadores incendios que afectaron gran parte de Valparaíso, lo que aplacó el ánimo del evento. En esa ocasión, su vocalista original, Frank Casillas, salió al escenario con una polera celeste en alusión a las víctimas de la región afectada, un bonito gesto de su parte. Sin embargo, su participación fue muy corta debido a limitaciones de tiempo y no tuvo un gran impacto.

Ahora, de regreso exactamente 10 años después, se vivió algo similar. La primera convocatoria en Santiago era en Arena Recoleta, pero se trasladó a RBX en Vicuña Mackenna por temas de producción, un lugar que recuerda un poco a La Batuta. Sin embargo, a diferencia de las veces anteriores, esta vez por fin Voodoo Glow Skulls tocó para su público, que no le importó que fuera domingo, y quizás tampoco le habría importado si fuera lunes, porque la espera había sido larga. Aunque ya no están los integrantes de la primera época, la velocidad e intensidad de los 17 temas que presentaron no dieron tregua ni descanso. Un sonido demoledor y la entrega total de la banda saldaron la deuda que había sido tan esquiva para unos de los padres del SkaCore.

Ya pasadas las 23:30 horas, y luego de las presentaciones de Soundsystem Orquesta, la potencia de Rojo Vivo con su SkaCore de letras de contingencia y resistencia, y el despliegue sonoro en bronces de los mexicanos Out of Control Army, subieron al escenario los cabezas de cartel del Sabotaje Ska Festival: Voodoo Glow Skulls. Fieles a su estilo, con un "2, 3, 4" reventaron el lugar con 'Human Piñata', 'Misunderstood', 'Delinquent Song' y 'Symptomatic', todos cortes del cuarto disco, "The Band Geek Mafia". Manteniendo su sonido contracorriente, tocaron clásicos de su primer disco "Firme" (1995) como 'Shoot the Moon' y 'Fat Randy', tema que los puso en el mapa y que todos corearon sin dudar en la noche del domingo. Para el relajo continuaron con 'Dead Soldiers', cuyo video al estilo Tim Burton todos recuerdan, de una composición más tradicional al ska punk.

Después del respiro, y en una especie de ironía con un español defectuoso, el nuevo vocalista Efrem Schulz despachó al público su mensaje: "¿Están cansaditos?" y el respetable respondió con un rotundo "NO". Querían velocidad y la entregó con el cover 'Charlie Brown', también del clásico "Firme", conocido por todos. Ya para la mitad de la presentación las siguientes descargas pasaron con 'Los hombres no lloran' de otro álbum que también está en la retina de los viejos seguidores, "El Baile de los Locos". Lo siguiente fue 'Toys', el instrumental más conocido de la banda, entregando el segundo descanso tanto para los californianos como para el público. Para las últimas descargas también hubo momento para promocionar su último disco del 2021 "Livin’ the Apocalypse" con 'Generation', 'The Karen Song', 'Suburban Zombies'. Ya para el término nuevamente apostando a lo antiguo 'El más Chingon', 'El Coo Cooi' y el fin con 'Voodoo Anthem' del silencioso pero interesante propuesta "Steady as She Goes", grabado en el 2002.

En definitiva, lo vivido la noche del 2 de junio en el club Ñuñoíno será recordado como una clausura redonda para una agrupación que siempre enfrentó retos en estas tierras. Aunque esta vez no estuvo exento de dificultades, se cierra un capítulo significativo. La pregunta que queda abierta es: ¿tendrán que pasar otros 10 años para volver a verlos, o este será el punto final?

Ignacio Orellana G.
Fotos: Cristian Belano