Fauna Primavera 2024: entre reverberaciones y color

Viernes 8 de noviembre, 2024
Parque Ciudad Empresarial, Santiago

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Si hay un festival que se ha convertido en todo un clásico de la celebración de la convergencia del pop y del rock alternativo en Chile, es Fauna Primavera. Y eso fue justamente lo que marcó la calurosa primera de las dos fechas, una jornada que tuvo su momento cúlmine con el ansiado regreso de The Smashing Pumpkins. La apertura de puertas fue a las 15:30, dejando solo media hora antes de que Chini.Png subiera al escenario para recibir a quienes llegaron temprano. Siempre con su creativo estilo propio, la local salió a escena con un look colorido y teatral, marcando desde el primer guitarreo el tono de su show. Con una propuesta que se ha consolidado desde su trabajo debut, la cantante presentó un set poderoso, donde repasó muchos de los temas de su debut como solista, “El día libre de Polux” de 2023, con canciones como ‘Venenos’, ‘Laurel’ y ‘Cinta Blanca’ que sonaron fuerte y claro entre el público que iba creciendo en número, dándonos así una correcta y potente actuación que logró preparar el terreno.

 

Usted Señálemelo: Los amigos preferidos de la casa
Sin retrasos ni contratiempos, el trío mendocino se toma el Banco de Chile Stage dejando en claro por qué son uno de los invitados más queridos de la escena regional. ‘Nuevo Comienzo’, ‘Las Flores Sangran’ y ‘Pana’ fueron las canciones electas para abrir fuego a la presentación más coqueta de la jornada.

La estética del vestuario elegido por los integrantes revela un nuevo nivel dentro de su panorama performático, dejando entrever que las influencias varían entre Fontaines D.C., NewDad, Shame y clásicos del mundo estético del trap argentino, que tensionan las áreas visuales del estereotipo masculino tradicional, impronta que no temen demostrar en este nuevo paso por la Región Metropolitana.

“La huea, hueón po” fueron las palabras con las que los mendocinos rompen la distancia con el público nacional que los esperó en el escenario central del recinto. Entre risas, bromas y aplausos, Usted Señálemelo se gana al público que coquetea entre sus filas al ritmo de ‘Siento’ y ‘Big Bang’.

La conexión que tiene la banda con su público nacional, se plasma no solo en la seguridad con la que pisan este escenario, sino que también, con la recepción de estas desavenciencias por parte de las y los asistentes. Entre risas, aplausos y bromas sencillas ante las fallas interpretativas por parte de la banda, la agrupación deja el escenario recordándonos siempre que esta no es la última presentación que llevarán a cabo en nuestro país, sino que es una más de las tantas otras con las cuales han regresado a esta parte del continente latinoamericano.

 

Lianne La Havas: La dulzura en clave folk con bases soul
Con una presencia inigualable, Lianne La Havas regresa a nuestro país con esa dulzura que se plasma en una trayectoria que se mezcla con potencia y brillantez, misma que construye en álbumes como “Is Your Love Big Enough?” (2012), “Blood” (2015) y su homónimo del 2020.

Dueña de un registro vocal digno de ser considerado uno de los más prestigiosos de la escena alternativa, Lianne marca su regreso al Parque Ciudad Empresarial en compañía de su eterna compañera de seis cuerdas. Un público que la acompaña entre tiernos colores y profunda complicidad.

Su show destaca por su talento interpretativo que se complementa con aquel dominio instrumental, mismo talento con el que le permite transformar su guitarra en una especie de escudo que la protege cada vez que sube al escenario en completa soledad. En este marco, los escudos se bajan en el momento en que “Paper Thin” y “Midnights”, son coreadas por todo el público que la acompaña en esta jornada, algunos dejan la vida, otros permanecen en un viaje personal, encontrando su propia interpretación de cada track.

La presencia de Lianne en esta nueva versión de Fauna Primavera trae a la cabeza un concepto diversificador, tanto en la distribución de tiempos, escenarios, pero también en la diversidad que se encuentra en quien encarna y vive la delicadeza de la articulación del blues, jazz y soul como una reivindicación identitaria a nivel interseccional.

 

Jerry Cantrell: mucho más que un guitarrista
A las 19:00, la temperatura empezaba a bajar de a poco, pero el ánimo de la asistencia seguía en aumento, como si la caída del sol solo avivara la expectación que recorría cada centímetro del parque de Huechuraba. Eran los gritos anticipados por la llegada de Jerry Cantrell que creaban un murmullo que poco a poco fue subiendo de tono, hasta que, puntualmente, el guitarrista apareció en escena junto a su banda de apoyo. Sin más preámbulos ni introducciones, abrió con ‘Psychotic Break’ entregándose al público de lleno y dejando claro que aquí se venía a tocar, y punto. Apenas terminaba un acorde cuando ya sonaba la clásica ‘Them Bones’, que desató una catarsis emocional de no creer.

El setlist fue la muestra más impecable de su trayectoria, combinando solo lo mejor de su carrera en Alice In Chains con su material solista. Entre aplausos y ovaciones, vinieron luego canciones como ‘Had to Know’, ‘Man in the Box’, ‘Cut You In’ y ‘Would?’, las cuales desataron reacciones casi viscerales entre la gente. Y es que cómo no hacerlo. El público, mayormente sobre los 30, eran esos que no tuvieron el privilegio de ver a Alice In Chains en su época dorada, y por lo mismo sentían un apego nostálgico, forjado a través de discos y videos, que esta tarde finalmente cobraba vida. Por lo mismo, fue que cada guitarreo ocasionó saltos, empujones y gritos, y una ola de energía contenida que explotaba en los acordes de Cantrell, tal como si todos quisieran absorber y anclar esos recuerdos que parecían tan lejanos de vivir en directo.

Y como si esto no bastara, también hubo un momento que resonó especialmente en su fanaticada, y esta fue la historia de su salida días antes a una conocida fuente de soda, donde fue visto disfrutando de un completo, sumándose así a esa lista de músicos que se chilenizan con gusto, esos que, por eso mismo, terminan siendo aún más queridos en el país. Ahora, para resumir, solo queda decir que fue impecable, con un sonido tan pulido que bien podría haber salido de un estudio, pero con la crudeza y el oficio de alguien que lleva el escenario en la piel. Tremendo.

 

Air: “Moon Safari” y la alegoría del eterno retorno
Cuando Nietzsche habló del “eterno retorno”, pensaba en aquella idea ética que funciona como perspectiva o “piso mínimo” de nuestros valores. No obstante, el regreso de Air a nuestro país en contexto de celebración de su disco debut “Moon Safari” (1998), invita a repensar estas variables desde otra perspectiva, ¿cómo funciona la alegoría del retorno cuando este se transforma en símbolo de nostalgia?

Desde esta complejidad, Air articula el retorno como un viaje, retomando elementos que forjaron la identidad de la banda, pero también, agregando y mejorando aquello que no pudieron realizarlo con anterioridad, y con esto nos referimos a la sólida puesta en escena que cuenta con la cuadriculación de la pantalla, generando sensación de que los estuviésemos viendo en 16:9. En este sentido, ¿se puede hablar de un nuevo retorno?

Entre diversidades, colores, potencia y elementos queer, los puntos más álgidos van de la mano con ‘Sexy Boy’, ‘All I Need’, ‘Kelly Watch the Stars’, punto en el cual los franceses transforman el Vans Stage en un verdadero viaje sideral, donde las elecciones estéticas, la performance y también la retórica se vuelven un espectro clave de admirar. La sorpresa estuvo en el bloque final, puesto que canciones como ‘Cherry Blossom’, ‘High School Lover’, ‘Run’ y ‘Don’t be Light’ conquistaron nuevas almas y nuevos oídos, pero también concretaron un vínculo con el público chileno que los baila a rabiar.

The Smashing Pumpkins: La revancha alterativa
El número final de la noche, como se había anticipado, prometía cerrar a lo grande. A las 21:30, el anhelado regreso de The Smashing Pumpkins a Chile se hizo realidad, y el público, que llevaba casi una década esperando el momento, respondió, a máxima capacidad, con una ovación que te calaba los oídos. Casi diez años habían pasado desde aquella apagada presentación de Billy Corgan en Lollapalooza 2015, y este regreso tenía sabor a revancha, y a un reencuentro en el que el grupo buscaría dar lo mejor de sí.

Esta vez, el escenario contaba con dos de sus miembros originales, además de Corgan: Jimmy Chamberlin en batería y James Iha en guitarra, completando así el mítico lineup que marcó la carrera de la banda, esa que inició por allá en Chicago en 1988. Esta vez venían en el marco de su gira “The World Is a Vampire", que comenzó en Norteamérica el año pasado. Con su ya insigne sotana negra, el cantautor subió al escenario mostrando el temple suntuoso que lo caracteriza, aunque esta vez algo afectado de la garganta. Al comienzo, se le vio tomando un té, probablemente reforzado con flores de Bach y propóleo, para proteger la voz y asegurarse de no perder potencia en el show, acción que causó más dudas que certezas. Sin embargo, cuando empezaron a sonar las melodías iniciales, cualquier debilidad vocal se esfumó y su voz alcanzó casi sin problema los tonos rasgados y conmovedores que tanto se querían escuchar.

El primer tramo fue muy variado, fluctuando entre pasado y presente con ‘The Everlasting Gaze’, ‘Doomsday Clock’ y ‘Today’ que marcaron el inicio del fin de la noche, en medio de un montón de luces estroboscópicas, estruendos y revueltas controladas. También hicieron acto de presencia algunos covers inesperados que mostraron las influencias de los Pumpkins: ‘Zoo Station’ de U2, ‘Landslide’ de Fleetwood Mac y la nostálgica ‘Shine On, Harvest Moon’ de Ruth Etting, las que sin duda, fueron la instancia más íntima de la velada. Cercanía que Corgan afianzó aún más al compartir un momento personal, contando que el país fue cuando se enteró de que será padre por primera vez a sus 57 años. Hecho que sacó risas y aplausos, y generó simpatía al decir que su hijo vendría siendo “mitad chileno". Esa conexión se percibió en los clásicos que vinieron después: ‘Ava Adore’, ‘Disarm’, ‘Mayonaise’, ‘Bullet with Butterfly Wings’, ‘Perfect’, ‘1979’, y una versión extendida de ‘Gossamer’ en la que Corgan mostró toda su destreza en la guitarra tocando un solo tan técnico como emocionante. Y por qué no, dándose la libertad de hacer una especie de duelo de guitarras con el James Iha que mantuvo el ambiente al rojo vivo, encantando tanto a los fans más nuevos como a quienes han seguido a la banda desde los noventa. Finalmente, cerraron con las mandatorias ‘Cherub Rock’ y ‘Zero’, detonando la energía acumulada entre los miles de asistentes, creando una especie de terapia grupal que el alma agradeció, cerrando así, la primera de sus dos jornadas de la mejor manera posible.

Bárbara Henríquez
Karin Ramírez
Fotos: Hernán Urtubia - Ramón Eme Gómez (The Smashing Pumpkins)