Jacob Collier: Talento, energía y tecnología al servicio de la música

Ciclo Santiago Fusión
Lunes 28 de agosto de 2017, Teatro Nescafé de las Artes

Con una serie de canciones reversionadas en su estilo como hombre orquesta, popularizadas en Youtube y un galardonado disco debut titulado "In My Room" (2016), con el cual obtuvo dos premios Grammy, Jacob Collier presentó en su primer paso por Chile, toda la magia y tecnología con la cual ha maravillado al mundo de la música. El joven londinense se ha convertido en una de las figuras del jazz actual, tiene todo un futuro prometedor por delante y su inmenso talento y creatividad van de la mano con las tecnologías y las plataformas digitales. Sin duda, un representante idóneo de las nuevas generaciones.

El escenario dispuesto en círculo y rodeado por distintos instrumentos, presenta el concepto de "In My Room", lugar en donde el músico da rienda suelta a todo su talento musical, entre los instrumentos, un piano de cola ubicado a uno de los costados, además de un baby bass, un harmonizer con el cual armoniza su voz, un sintetizador para bases y solos, un set de percusión, una batería al otro extremo del escenario, un bajo eléctrico y una guitarra con cuerdas de metal.  

Unos minutos después de las 21 horas, aparece Jacob Collier enérgico en el escenario, corriendo, saltando, saludando con mucho ímpetu y logrando desde un comienzo una conexión y onda con el público. Sus primeras palabras con el harmonizer fueron "Santiago", para dar paso y comenzar con Don t  You Worry Bout A Thing , original de Stevie Wonder, en donde en breve comenzó a loopear diferentes percusiones, una base en el baby bass y sintetizador, entregando un primer corte totalmente rítmico y activo. En Close To You de Burt Bucharach, siguió en la dinámica anterior corriendo por el escenario, loopeando la batería y tomando el bajo el cual ejecuta con total destreza y groove. En ambas, la pantalla ubicada al fondo del escenario, va mostrando las diferentes imágenes de Collier tocando cada uno de los instrumentos, la cuales son registradas en vivo por las cámaras de Xbox o kinect, visuales que se convierten en parte fundamental de su puesta en escena.

En la siguiente, Hideaway , el músico entra a su disco solista y baja completamente las revoluciones para tomar la guitarra acústica y cantar con su voz limpia en un formato totalmente íntimo. De a poco inserta bajos con su pie con el bass pedal keyboard y las visuales de fondo acompañan con figuras en estilo caleidoscopio. De un momento a otro, sigue arpegiando la guitarra con una mano mientras con la otra comienza a realizar una delicada melodía al piano, al cual prontamente pasa de lleno para continuar con la misma delicadeza del comienzo y solear en clave jazz, destacando también por su amplio registro y bello timbre vocal.

Los minutos de respiro e introspección se acaban con Don t You Know corte popularizado en el álbum "Family Dinner Vol. 2" de Snarky Puppy. En esta pieza Collier, vuelve a los loopeos, entrando con la característica intro en el teclado, la cual fue reconocida y ovacionada inmediatamente, para segundos más tardes pasar a la percusión, la batería, el bajo y comenzar a cantar. Este activo corte trajo los aplausos constantes del público y mostró a un Collier que sin descanso y con energía desbordante corría por todo el circulo para tocar cada uno de los instrumentos, animaba al público, saltaba e incluso se tiraba literalmente al piano para deslizarse en sus teclas desde los agudos a los graves.

Luego de presentar el concepto de "In My Room" y explicar su funcionamiento, dio paso al corte del mismo nombre, perteneciente a The Beach Boys, entregando otra versión reposada  y de gran belleza, primero loopeando diferentes percusiones y luego entrando con su voz armonizada y prontamente con un sentido solo de piano. Le siguió Down The Line , otra de su disco debut junto con Saviour , un corte funk y de groove derrochante, en donde el público toma nuevamente participación, esta vez de pie, bailando y cantando, separados en dos grupos con letras distintas, las cuales fueron proyectadas en la pantalla, con el joven conduciendo las voces de la gente y haciéndolos modular constantemente en su final. 

In The Real Early Morning es otro momento de plena quietud y belleza, con Collier nuevamente al piano y con voz limpia, sacando afuera el lado más clásico de la balada jazz, totalmente visceral y de gran destreza y sensibilidad al piano. En Fascinating Rythm de George Gershwin, incluyó un solo de melódica y nuevamente tuvo la participación del público, con Collier dirigiendo y pidiendo  dinámicas de forma corporal, agachándose  para los pianos y saltando para los fortes. El bis estuvo a cargo de Blackbird de Lennon y McCartney, en una particular e intensa versión que nuevamente permitió a la gente participar con palmas y las voces, sacando risas, aullidos y una ovación total. 

El debut de Jacob Collier en Chile cumplió con creces lo esperado y si bien el joven músico todavía no es popularmente conocido en nuestro país, el público que presenció su particular espectáculo, se retiró completamente satisfecho. Su tremendo talento musical es innegable, no sólo en la técnica de la ejecución de los diferentes instrumentos, sino también en la sensibilidad que imprime en su música, sin contar el carisma, la cercanía con el público y la contagiante energía que derrocha en el escenario. Collier no dio respiro, moviéndose constantemente por cerca de dos horas y entregándolo todo para una presentación impecable, completamente interesante y, por supuesto, de gran calidad musical. 

Ilse Farías
Fotos: Peter Haupt

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