Ignacio Orrego: "Aguaturbia, retratos de una vida de luz"

(Publicado originalmente en revista #Rockaxis166, febrero de 2017)

 

Vivir en el presente: ésa es la máxima de Denise y Carlos Corales en el siglo XXI. El fotógrafo Ignacio Orrego compila en “Aguaturbia, retratos de una vida de luz”, momentos cotidianos y espectáculos en vivo de la banda que rompió esquemas a finales de los años sesenta en Chile, y que lejos de quedarse en las enciclopedias, pretende seguir formando parte del panorama actual del rock.

 

-El libro cita que el momento en que Aguaturbia te flechó fue para la Cumbre del Rock en el Estadio Nacional el año 2007. ¿Qué fue lo que te atrajo de la banda en ese momento? ¿Cuál crees que ha sido el elemento que te ha mantenido cautivado durante estos diez años?

 

-Ese momento fue la primera vez que vi a la banda en vivo y fue un flechazo instantáneo. Me maravilló su energía en vivo. Entre todas las bandas y artistas que tocaron ese día en el Estadio Nacional, Aguaturbia presentó el mejor directo, con un magnetismo sin precedente en mi memoria. Durante esta década en que los he seguido siempre han sido iguales, aún con cambios en su formación o la pérdida de su baterista Willy Cavada. Siempre me sorprenden en vivo, con las formas más particulares que un músico puede disfrutar lo que hace arriba de un escenario. Un ejemplo de esto fue verlos hace muy poco en su concierto en Feria Pulsar 2016, cuando Denise y se acostó en el escenario y cantó un tema entero así.

 

-¿Qué crees que distingue a Aguaturbia de otras bandas de su época y actuales?

 

-Es muy marcada la diferencia entre las bandas contemporáneas a su época de inicio. Pienso que principalmente se da por cómo enfrentan su presente como artistas. Sin mirar al pasado ni tampoco colgarse de este. No viven de la nostalgia, no les gusta. Eso se puede ver en sus conciertos, al conversar con ellos y en su vida cotidiana. Son una banda única en su especie, no tienen paralelo u otra banda con quién pudiera referenciarlos. 

 

 

-¿Cómo desarrollaste el vínculo de confianza con ellos?

 

- Ese vínculo de confianza se ha generado de forma muy orgánica. El compartir juntos, vivir el día a día con ellos en su entorno, como su casa, pienso que ha sido fundamental para lograr esta sinergia. Nos complementamos muy bien. Siempre respetándonos como profesionales y amigos. Doy gracias al destino por haberme puesto en su camino y siento una profunda admiración por la vida que han forjado.

 

-¿Cómo es la relación de Carlos y Denise en el estudio? 

 

-Su relación es igual en todas partes, solo que cuando ellos están solos en la intimidad de su casa o estudio los puedes sentir en plenitud. Son sumamente respetuosos el uno del otro en cuanto a su profesión de músicos y como pareja de vida. Ese respeto profundo que veo siente el uno por el otro, lo he visto reflejado justamente en las sesiones de grabación del nuevo disco. Carlos grabó a todos los músicos. Y como buen jefe sabe cuándo es el momento. Recuerdo que Denise grababa en la mañana, en la noche, en el día, no había un horario definido para grabar. La grabación de sus voces en este nuevo disco fue muy espontánea, cuando ella sentía que estaba lista para interpretar de la mejor manera la canción, grababan y quedaba al tiro perfecto.

 

-¿Cómo trabajaste la selección de imágenes para el libro? ¿Fue una decisión conjunta con Carlos y Denise o más bien fue una decisión personal que posteriormente fue aprobado por ellos?

 

-Por supuesto hubo una curatoria en la selección final de cada fotografía. Ellos fueron sumamente generosos y me dejaron a mí ese trabajo. A medida que iba trabajando, les iba contando los avances, pero nunca tuve que mostrarles fotos para que ellos las aprobaran. Primero recopilé todo el registro fotográfico que tenía, mitad análogo y mitad digital. Luego, y en base a la edición en conjunto con Ocho Libros respecto al formato y cantidad de páginas, fui acotando cuales serían las imágenes finales, y el libro solo fue tomando forma. Fue un proceso muy rico como autor, la editorial y la banda me dieron libertad total.

 

-¿A quiénes está dirigido este libro? 

 

-Está dirigido a toda la gente, es transversal, no tiene casillas. Está pensado para las personas que vivieron esa época de los sesenta y setenta y también para la generación actual. Ese es el espíritu del libro.