Rage: Potencia y cercanía

Viernes 2 de Febrero de 2018 - Club Subterráneo

A más de seis años desde su debut en Chile, con cuatro nuevos álbumes a su haber y dos miembros distintos en su formación, Rage volvía finalmente a tierras nacionales presentando “Seasons of the Black”, su trabajo más reciente a la fecha. El Club Subterráneo de Providencia fue el lugar en donde el trío liderado por Peter “Peavy” Wagner se reencontraría con un público que ansiaba una nueva visita después de tanto tiempo, pero que ocupó poco más de la mitad de su capacidad total, sin haber un lleno absoluto, algo que de alguna forma resulta extraño si consideramos la valoración de este importante nombre del metal alemán.

Los sonidos étnicos de Austral marcaron el inicio de la jornada, ante un público todavía menor al momento de iniciar su presentación, pero que de todas formas disfrutó lo que los nacionales ofrecieron. La buena calidad del sonido jugó a favor de que su propuesta musical  -que incluyó secciones de trutruca, flauta de madera y percusión- se entendiera claramente,  junto con que los presentes vibraran con ese metal de un estilo tan propio. Cortes como ‘Kloketen’ o ‘Cacería’, de su aclamado primer larga duración “Patagonia” (2017) fueron parte de un show de aproximadamente 30 minutos al que no le faltó energía, actitud, e incluso, ese misticismo propio de la cultura indígena que la banda plasma tanto en lo musical como en su puesta en escena, la cual fue reducida en comparación a sus shows en solitario dado el menor tiempo disponible, además de un no muy amplio escenario dispuesto en el recinto.  Cabe mencionar que era la primera vez que Austral era banda invitada en un evento internacional, y con un show así de sólido, no hay duda de que los veremos en eventos de este tipo más de una vez.

En el caso de Iron Spell, tenemos una banda mucho más conocida dentro del heavy metal criollo, ganándose su reputación  a través de sus shows en vivo y su excelente material en estudio. Actitud de la vertiente más clásica de su género y una alta energía sobre el escenario fueron parte de los poco más de 25 minutos de show, sin embargo, el sonido no estuvo a la altura de notables canciones como ‘The Night of the Mothman’, ‘Torches in the Woods’, ‘We Are Legion’ o la  encargada de cerrar en varias ocasiones ‘Heavy Metal Witchcraft’, ya que hubieron varios desbalances y acoples que no permitieron entender de forma clara el set de los liderados por “Merciless” y “Steelhammer”.  Más allá de aquel problema, no hay dudas de que Iron Spell es uno de los nombres más aplaudidos dentro de su género en la actualidad, y cada show, ya sea en solitario o acompañando a una agrupación extranjera, habrá apoyo incondicional siempre, por más que no haya sido lo apropiado en términos sonoros.

Cualquier problema acústico previo fue olvidado completamente apenas iniciados los primeros acordes de ‘Justify’, parte del mencionado álbum que actualmente Rage está promocionando. La euforia no se hizo esperar, teniendo “Peavy” y los suyos una recepción más que acorde a la potencia y claridad expuesta en cuanto a sonido y puesta en escena. Un breve saludo del frontman precedió a ‘Sent By The Devil’, siguiendo con la fiesta que apenas empezaba. Solo un telón con el arte de “Seasons of the Black” era lo que decoraba el pequeño escenario del recinto, y fue más que suficiente para un show en donde cada miembro demostraba su carisma y ganas conforme avanzaba el set, sin necesidad de recurrir a la tantas veces manoseada tecnología, dando un ejemplo de ejecución y actitud al punto de no necesitar nada más para lograr un show de calidad.

La principal diferencia de este show respecto al debut en el nunca bien recordado Club 334, fue la actual formación de la banda. Tras la salida de Victor Smolski (Guitarra) y André Hilgers (Batería) en 2015, el venezolano Marcos Rodríguez y  Vassilios "Lucky" Maniatopoulos ocuparon dichos puestos respectivamente, estando completamente a la altura de ambos músicos. En este sentido, destaca el primero, al tener esa técnica en las cuerdas siempre presente en cada álbum de Rage, junto con poseer una poderosa voz que lució tanto en los coros como en solitario llegando al final del show. Además, siendo el español su lengua materna, se comunicó en varios momentos con su público, bromeando, incitando a la locura, e incluso imitando el acento local de una manera que, a diferencia de una infinidad de artistas, no se sintió forzada. Por su parte, “Peavy” demostró una vez más su calidad como frontman, siendo en cada momento enérgico y cercano con los suyos, además de tener una química evidente con sus compañeros.  El trío demostró su efectividad en vivo, incluso siendo una formación de menor edad si consideramos la historia completa de la banda.

Lo que primó en el setlist fue material de discos de la década de los 90, como ‘From the Cradle to the Grave’ y ‘Turn the Page’ de “XII” (1998), ‘Nevermore’ de “The Missing Link” (1993), o la que Marcos definió como una canción que no habían ensayado, dada su reciente inclusión en el repertorio respecto al resto de la gira, ‘Deep in the Blackest Hole’ de “End of All Days” (1996). Como era de esperarse, también sonaron cortes de “Seasons of the Black”, como lo fueron ‘Blackened Karma’ y la canción homónima, e incluso hubo un breve paso por “The Devil Strikes Again” (2016) con ‘My Way’, siendo este el primer álbum de la actual formación. Rage es una banda con ya 23 álbumes bajo el brazo (Sin contar su único álbum bajo el nombre Avenger) y cuesta repasar cada uno de esos trabajos en un show de solamente una hora y 25 minutos como el de ahora, así que termina siendo incluso entendible el hecho de que otros momentos de su discografía parezcan olvidados a ratos.

Si bien cada canción era aclamada con distinto fervor por los fans, el punto más alto en cuanto a  euforia llegó con ese clásico llamado ‘Don’t Fear the Winter’, único vistazo al catálogo ochentero de Rage. Saltos, un siempre fuerte coro e incluso un mosh fueron lo que marcaron la interpretación de uno de los himnos de la jornada, tras lo cual la banda se retiraría unos breves instantes del escenario, volviendo para rematar con otro momento de la misma altura, siendo ‘Higher than the Sky’ la encargada de cerrar. Cabe destacar que, en medio de ella, Marcos asumió las voces para interpretar partes de ‘Heaven & Hell’ de Black Sabbath y ‘Holy Diver’ de Dio. El hombre de las cuerdas es parte de un tributo al fallecido cantante llamado Diolegacy, y ocupó sus dotes vocales para hacerle un breve pero bien recibido homenaje al siempre recordado Ronnie James Dio, intercalando aquellos momentos con el clásico que daba por terminada la presentación.

Rage no es solo una máquina en términos de composición y lanzamiento de nueva música, sino que también lo es en vivo. Entregaron un show que, si bien pudo parecer corto dada la trayectoria de “Peavy” y los suyos o que faltaron varias canciones, fue sólido en cada momento, demostrando tanto ellos como su público esa complicidad entre ambas partes, expresada en las evidentes ganas de la banda y en la locura de sus fans, quienes fueron menos que otros compatriotas de mayor éxito masivo en Chile, pero con una fidelidad que no siempre se ve. Además, las bandas que los acompañaron hicieron lo suyo de una manera notable, más allá de los problemas que afectaron a Iron Spell o los atrasos entre cada número respecto al horario establecido. Jornadas como esta son de esas en donde da gusto estar, habiendo metal nacional e internacional lleno de potencia e incluso variado si consideramos que cada agrupación tenía un estilo distinto a la otra. Es de esperar que no pase tanto tiempo para que podamos volver a Rage en estas tierras, porque bandas así son fáciles de extrañar después de una larga ausencia.

Luciano González

Fotos: Peter Haupt

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