Beginning to Fall in Line Before Me, So Decorously, the Nature of All That Must Be Transformed Miércoles, 13 de Diciembre de 2017 2017. W.25th Disco que nace a partir de la presentación realizada por el trio Nazoranai en los últimos días del año 2014, en el ya conocido recinto SuperDeluxe de Tokio, Japón, y en el que Keiji Haino, Oren Ambarchi y Stephen OMalley realizan una violenta transición, que escala desde un abstracto minimalismo percutido hasta completar una terrible atmósfera noise. Una inquebrantable mutación desplegada en una sola pista que se divide en dos partes de más de 20 minutos cada una, con escasas pausas en su progresivo avance improvisatorio, uno que se desprende desde la sinuosa batería de Ambarchi y el onírico bajo de O´Malley, dupla que forma la perfecta base rítmica de una improvisación que permite -quizás como nunca- el protagonismo absoluto del oscuro Keiji Haino, quien, a sus 65 años, sigue floreciendo -una y otra vez- desde tinieblas y penumbras. En la primera de las dos partes, Haino ejecuta dos poco conocidos instrumentos: la Zanfona y la Shruti Box. El primero de ellos es un cordófono que, debido a su complejo funcionamiento (manivela y arco incluidos), provoca una persistencia tonal que es coherente con el sonido del mismo Haino, el que indirectamente se acerca al drone, y con la cual ya había experimentado en Even Now, Still I Think, pieza de 1998 de más de 72 minutos y de una sonoridad que se observa desnuda frente al carácter estridente y disonante de la presente ejecución. Luego el mismo Haino asume la ejecución de la Shruti Box, la que también es utilizada por el japonés desde la década de los noventa (en la colaboración con Boris del año 1998, por ejemplo), teniendo una sonoridad constante al igual que la zanfona debido a su sistema de fuelle, permitiendo su tétrico progreso entre la vorágine primitiva creada por las mántricas percusiones de Ambarchi y el bajo elíptico de OMalley, quien acentúa el violento y oscuro carácter psicodélico de la pista. Ya en la segunda sección, a partir de sus cuatro minutos, Keiji Haino cambia su instrumento por la guitarra eléctrica, ejecutando un solo cargado de una imponente atonalidad, un sonido que pareciera extraviado y con el cual comienza el ruidoso camino que marcará el restante desarrollo de la pista. Una pausa en su medianía arroja la voz herida e iracunda del mismo Haino. Su palabra es el lamento de animal atrapado, un grito salvaje de muerte. Luego, los cinco o seis repetitivos golpes de Oren Ambarchi y los indescifrables pellizcos de Stephen OMalley terminan por desbordar los márgenes de un cúmulo imposible de ruido y delirio. Dos ejecutantes que nuevamente rasgan y escarban los extremos de la música, como extasiados o embrujados por la perenne luminiscencia del expresionista sol negro japonés. Carlos Navarro A. Tags # Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Chile Noticias Voy y vuelvo: Chancho en Piedra agota entradas en el Movistar Arena Jueves, 30 de Marzo de 2023 Chile Videoportada rocky Miércoles, 29 de Marzo de 2023 Chile Noticias Valentín Trujillo y Mapocho Orquesta unen fuerzas en vivo Miércoles, 29 de Marzo de 2023 Chile Noticias Pascuala Ilabaca y Fauna lanza 'Estocolmo' Miércoles, 29 de Marzo de 2023 Chile Noticias Pop punk romántico: Noiz versiona a Chayanne Miércoles, 29 de Marzo de 2023 Chile Entrevistas MediaBanda: ''Fieles a nuestros ideales y a nuestros muertos'' Miércoles, 29 de Marzo de 2023 Chile Noticias Ya tiene fecha la sexta edición de Destroyer Fest Miércoles, 29 de Marzo de 2023 Chile Noticias Sastre y Apache: Emilio Fabar lanza su nuevo proyecto Miércoles, 29 de Marzo de 2023