Tributo anónimo aterciopelado

Lunes, 29 de Octubre de 2018

Independiente. 2017

No resulta novedad citar a la agrupación Aterciopelados como una de las más influyentes e importantes en la historia del rock nacional. Su música apareció a mediados de los años noventa con la fuerza suficiente para golpear en el underground de entonces un cúmulo de bares y medios de comunicación de corta vida y rápidamente pasar a ser un fenómeno masivo gracias a canciones como Bolero falaz, que con la chispa de la cantante Andrea Echeverri, incluso la llevaron a compartir con Soda Stereo en su clásico MTV Unplugged: Comfort y música para volar.

Aterciopelados no se ha quedado dormido en los laureles. Si bien los esfuerzos solistas de sus miembros pasaron inadvertidos para muchos de sus seguidores, el conjunto editó su octavo disco de estudio, Claroscura en este 2018. También es importante mencionar la fuerte actividad escénica que ha tenido la banda desde su reunión hace cuatro años, donde han sido cabezas de cartel en muchos festivales iberoamericanos.

Este Tributo anónimo Aterciopelado recopila una serie de covers hechos por variopintos artistas nacionales a la banda que también lidera el bajista y compositor Héctor Buitrago. Originalmente se grabaron 28 canciones, de las cuales quedaron 15 dentro del álbum. Esta producción ha sido valorada por Buitrago por la libertad que expresan sus interpretes, curiosas perspectivas de temas que hemos oído ampliamente en su versión original, y que aquí toman otros colores, en su mayoría fascinantes.

La iniciativa de llevar a cabo este homenaje a los Atercio corrió por cuenta de Mauro Satori de la agrupación La Sonora Bristol en compañía de los estudios Thria, ubicados en Bogotá. Hubo una amplia búsqueda de talento que quisiese tributar a este grupo que conjuga el rock y la cultura pop con un estilo único. El resultado es un interesante paseo por corrientes tradicionales de nuestro folclor, mucha exploración y cierto arrojo en algunos covers.

Los sanadresanos Red Crab abren con mucho sabor en Caribe atómico, tema que dio nombre a aquél cuarto álbum de Aterciopelados. La artista huilense María Vanedi nos brinda Florecita rockera, esta versión se aleja de las guitarras distorsionadas de la original con un fino trabajo de cuerdas como piso a esta bella voz. Los señores de Mr. Badulaque presentan una resonante versión de Expreso amazonia que les cae como anillo al dedo. Por su parte Gipsy Kumbia Orchestra apuesta por un estilo ranchero y guapachoso para La estaca.

Uno de los cortes más atractivos viene por parte de Sara Delgado, cuyo ejercicio electrónico le da mucha brillo a la rockera, No necesito. La elegancia del jazz la aporta Etcera Big Band con una cuidada interpretación para La culpable. Mientras, recogiendo el sonido andino, Dave Muchilero apuesta por una versión muy espontanea de Mujer gala. Un bello juego de voces amparado en una sencilla base instrumental hace de Rio, uno de los homenajes más dulces. La versión es de Corrientes Canciones en Movimiento.

En la segunda mitad de la compilación los distintos géneros se continúan combinando. A veces en fusiones con menor gracia con respecto a la primera. Por ejemplo Pilas y Ciudad candela no suenan convincentes, pero hay que quitarse el sombrero al escuchar El álbum. Los chicos de Uraba Conexión se fajan con este aporte. La cuota hip-hop la da el conjunto femenino Soyla Crew, quienes no olvidan el bandoneón que caracteriza a la versión inicial de Maligno.

Del cierre del disco se encargan con gran espectacularidad Dafne Marahuntha con Miss Panela y Morfonia contemporáneos a Aterciopelados con Hijos de tigre. Cabe resaltar que esta última cuenta con la participación de la propia Andrea Echeverri en los coros. La colaboración surge ya que Gregorio Merchán es baterista tanto de Morfonia como de Aterciopelados.

No hace falta ser un gran seguidor de Andrea y Héctor para disfrutar con esta propuesta. El grueso del repertorio son temas claves en la historia de la dupla. Sin ser una producción de alto presupuesto o gran impacto comercial, estos músicos nacionales dejan bien clara la huella que han dejado Aterciopelados en sus carreras. Los aplausos son para ellos.

Ricardo Suescún