Burn It Down

2018. Spitfire

Cuarto disco de estudio de las meteóricas y ascendentes “Margaritas Muertas” que en sólo cinco años de vida, ya han dado varias veces la vuelta al mundo tocando su hard rock fuertemente influenciado por el espíritu de los 70, aunque esta vez todo suena mucho más moderno, duro y consistente gracias a la visión y producción del afamado Marti Frederiksen (Aerosmith, Foreigner, Ozzy Osbourne), quien se repite el plato en los controles, dado los buenos resultados del disco anterior “Make Some Noise” (2016).

La principal novedad de la placa, aparte del sonido más directo y contundente, la marca la presencia vital y todopoderosa del tremendo Deen Castronvo en la batería, quien reemplaza al no menos notable Brian Tichy. Para Castronovo su ingreso a The Dead Daisies implica volver a la carretera y a la giras por primera vez en tres años, luego de un período oscuro donde tocó fondo a nivel personal y que le valió además algunos problemas con la justicia (no se pierdan la extensa entrevista exclusiva que realizamos con él), por lo que tenerlo de vuelta en la escena y plenamente integrado a una gran banda, no puede ser una mejor forma de comenzar de nuevo. Junto a él se mantienen los notables Doug Aldrich en guitarra, Marco Mendoza en bajo, John Corabi en voz y David Lowy en guitarra rítmica, músico y magnate australiano quien fundó la banda.

‘Resurrected’ arranca rompedora, y a pesar de que se trata del sonido habitual de la banda, se nota ese empuje y dureza en la pegada proporcionada por Castronovo quien también contribuye ampliamente en las armonías corales. ‘Rise Up’ es el acertado primer single de difusión, un tema ganchero y contagioso para ponerse a tono con un himno rockero que de seguro en vivo será un número matador. El tema título tiene esa vibración blusera de los setentas tan revisionista en un momento en que todo lo “nuevo” apunta a lo antiguo, a las fuentes primigenias del Rock. ‘Judgement Day’ cumple exactamente esa misma premisa, pero en plan balada poderosa que puede recordar a Blue Murder o Badlands o directamente a Zeppelin que prácticamente patentaron el uso de las acústicas sobre un pesado beat de batería.

‘Bitch’ sin duda es otra canción que puede ser un bombazo en vivo, con la poderosa batería de Castronovo y las gruesas guitarras de Aldrich y Lowy, todo bordado por esa voz pasada por agua ardiente inconfundible de Corabi. Gran tema y con una gran solo de Aldrich, que toca lo justo y preciso, siempre al servicio de lo que la canción requiere sin excederse de manera autoindulgente. ’Set Me Free’ nos presente otra reposada y sentida balada; pausada y llena de bonitos detalles tanto en la voz como en los arreglos orquestales para luego dejar caer ese ladrillo de riffs entrecortados que es ‘Dead And Gone’, un tema áspero, lleno de músculo rockero. ‘Leave Me Alone’ cierra la placa llena de energía dejando con ganas de más, en otro track que en vivo ganará preferencias con seguridad. Y para que nadie quede con gusto a poco, ‘Revolution’ de The Beatles mantiene la tradición de la banda de despacharse grandes versiones en sus discos, en un acertado bonus track.

Fácilmente “Burn It Down” puede ser el mejor y más completo disco grabado por la banda en su explosiva y aún corta carrera; no hay trucos nuevos, pero si un renovado poder y toda la clase y elegancia de una manada de élite de lobos veteranos del Rock que no han perdido el hambre de conquistar el mundo a punta de guitarras.

Cristián Pavez

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