Niña Tormenta

2023. Uva Robot

Uno de los nombres más bajo perfil y atractivos del sello Uva Robot es sin duda Niña Tormenta. El melancólico proyecto de Tiare Galaz demostró desde "Loza" (2018) que el pop y el folk a la chilena está a salvo y en buenas manos. Redefiniendo el uso y concepto del ukelele y sus figuras, Niña Tormenta ha entregado delicadas canciones con poquísimos arreglos y una lírica original pero potente, ideal para pasar penas, recordar y tomar impulso después de algún llanto o no.

Su segundo largo, "Las Cosas Lento", sigue la misma línea musical, y ahora con más actitud y experiencia, fortalece esa idea. El talento y la sensibilidad de Tiare convierten sus canciones en cálidos refugios donde no hay más compañía que las cuerdas del ukelele, un bombo y otros arreglos. Y entrar a ese refugio parecería pantanoso si la decisión fuera dejarse llevar por la oscura intro de cello de 'Cintas lentas' y la primera parte de 'Vivo imaginando cosas', sin embargo, la canción se descubre lentamente como un retrato hasta mostrarse clara y abierta ("No te quiero confundir / Vivo imaginando cosas / Desde chica he sido así / Siempre me he sentido sola").

En 'Pequeñas esperanzas' y 'Voy a hacer las cosas lento' aparecen por primera vez arreglos electrónicos, dejando de lado la idea de minimalismo y fragilidad de las canciones, arriesgando y apostando mucho más. Así como varias de las canciones funcionan como manifiestos, el trabajo en las letras y su poesía está lejos de ser simple, al contrario, los mensajes son frescos y sensibles, nos identifican y conversan con nosotros, construyendo un relato colectivo en cada una donde se valora mucho más el trabajo y dedicación que se le pone a cada track ("Voy a hacer las cosas lento / no me importa demorarme"). Con esa calma es lógico que el resultado sean todas buenas y tiernas canciones. Sin duda, entre cada uno de estos tracks, destacan 'Flor de lavanda' y la romántica 'Tu cabecita y la mía' junto a Diego Lorenzini, como puntos altos. Es ahí donde Niña Tormenta deja entrever sus intenciones de no abandonar un relato que acude al folclor y sus melodías y compases, evidenciando también un ejercicio de rescate moderno y fresco.

No existen muchas diferencias desde "Loza" pero sí una evolución que se nota en decisiones de estilo con detalles más texturales y la incorporación de capas y escenarios oníricos, volátiles y tenues como la atmósfera que acompaña 'Niebla', arreglos de piano y elementos sobre versos tan certeros como "voy envejeciendo / y nada pesa más / que lo que amo y lo que amé". ¿A quién le canta Niña Tormenta? Sus mensajes calan hondo musicalizando diferentes etapas y momentos, encarnando sentimientos entre el invierno, el frío, los días lluviosos y acompañando a todos los que tenemos pena ("Quisiera jugar un juego / que se trate de vaciarme / con el filo de una hoja (…) Esto es mío, esta es mi pena").

Niña Tormenta ha demostrado ser dueña de un talento y un carisma único, de voz suave y frágil pero que es capaz de escucharse cercana, logró cautivar con un bajo perfil necesario entre un mar de nuevos proyectos en el que su propuesta, a primera vista simple, entregaría mucho más de lo que proyecta. Es esa modestia clave para componer y entregar un resultado tan abrazable, cálido y sólido, consolidando a Tiare como una de las compositoras más interesantes de la escena actual.

Matías Muñoz