Slowkiss

2024. Gunner Records/Inhumano Records

Slowkiss es una banda nacional que desde 2014 ha ido ganando un suntuoso terreno en la escena del nuevo rock. Desde grabar y girar por Estados Unidos, hasta tocar en Lollapalooza en 2022, su ascenso ha sido un verdadero viaje meteórico lleno de reinvenciones. Responsables de traer de vuelta al radar el shoegaze y punk rock con un giro renovado, es que el conjunto regresa al mundo discográfico con su segunda placa, "K.O" (2024). Una creación conceptual que no solo marca el retorno desde su pasado larga duración en 2019 titulado “Patio 29”, sino que también nos ofrece una perspectiva femenina y personal condicionada a los turbulentos hechos de los años que pasaron entremedio.

Durante la pandemia, el grupo estuvo abocado cien por ciento a la grabación de lo que sería "K.O" en Estudio del Sur con Elisa Froti a la cabeza de la producción. La mezcla estuvo a cargo del sonidista Franco Maestri, y los singles fueron masterizados por Ted Jensen en Sterling Sound USA, un ingeniero de renombre conocido por su trabajo con potencias de la talla de Deftones, Alice In Chains y Green Day. Algo que, sin dudas, contribuyó significativamente a dar dirección y pulir el sonido de este elepé en el mejor sentido posible.

Para empezar, tenemos como obertura la lúgubre y pesada ‘Coffins’ que bien establece el tono de los siguientes 40 minutos. Tiene un sonido inmersivo que captura de muy buena forma esa aura de misticismo sepulcral, tejiendo referencias varias que recuerdan a bandas como Sonic Youth, Nirvana, The Smashing Pumpkins o Lush, mientras también le ponen mucho de su cosecha propia. Estos matices se hacen notorios en temas como 'Chaos Of Today', 'Be Cold', 'Fast Food' y 'Sound Off, Salvation'. Pero, delineando aún más la traza oscura es que sorprenden piezas como ‘N.O.C.G.A’, que apuesta por una guitarra pesada media fuzzera que la adereza sutilmente y que termina transicionando y mutando a ‘Ghost Me’, su sucesora en intensidad decibélica. En esta lógica, es que ‘My Body’ de igual manera posee esa misma profundidad reverberante.

‘Dreaming’ por otro lado, es el corte más melódico y pasa deslizándose como un sueño etéreo entre las ondas nebulosas que veníamos escuchando hasta el momento. Aquí, el trabajo armónico de la cantante resalta notablemente, puesto que su voz se funde con la instrumental creando una sensación sonora muy bonita al oído. ‘Pulling Me Back’, lleva consigo un peso similar, aunque juega más en la esfera del britpopera debido a sus arreglos danzantes, los que le dan dinamismo al álbum. ¿Y el punk rock? Lo encontramos en pleno esplendor con la estridente ‘In A Hurry’ y con 'Girls United', una oda feminista a la revolución, donde la energía cruda y la pasión por el cambio se unifican en un himno de rebeldía y empoderamiento, que en serio se agradece.

Cuando un álbum está hecho con dedicación y ganas, la calidad brilla y la música misma se convierte en su mejor portavoz. "K.O" es un claro ejemplo de este principio. Conformado por múltiples capas interesantes de analizar, irradia reverencia y referencia hacia sus diversas influencias con gran originalidad. Además, es sólido y coherente en su propia narrativa, pero sobre todo, posee mucha identidad.

Bárbara Henríquez