El Cruce: El camino sigue y sigue

¿Qué mejor idea para revisitar la trayectoria de El Cruce que un álbum compilatorio en vivo? Con material rescatado de varios puntos de su carrera, la emblemática agrupación de Blues Criollo no solo muestra actividad con esta flamante junta de varias de sus canciones en directo, sino que también con una gira que los llevará a lucir su propuesta por La Serena, Quilpué y Casablanca, inaugurando este recorrido con el lanzamiento oficial de lo que es “El Camino” este 9 de julio en el Club Chocolate, junto a más proyectos para los siguientes meses.  El mismo bajista Eduardo ‘Negro’ Silva define esta nueva adición a su catálogo como algo, en sus palabras, muy particular.

“Yo hace un rato vengo llevando discos duros o me he estado preocupando de los registros de audio de las cosas que han sucedido en la banda. Entre eso, aparecieron las pistas del “770”, por eso también pudimos hacerlo en vinilo, y esto de “El Camino” tiene que ver un poco con lo mismo, porque se logró ubicar por amigos sonidistas que tuvimos en tiempos pasados, y yo mismo que tenía cosas, llegamos a una cierta cantidad de actuaciones y momentos que estaban totalmente logrables de manejar, de mezclar, de hacer algo. Fuimos ahí meticulosamente buscando, y además, pasaba esto que aparecieron grabaciones de un concierto en AIEP el 2003, que es lo más antiguo que tenemos por pista. De ahí pa’ adelante se fueron sucediendo otras cosas. Apareció otro amigo que tenía una grabación de un par de temas de otro lado, parte de la Radio Futuro que habíamos hecho cosas ahí, más una serie de conciertos que estaban grabados, alguno salió en un DVD el 2006, para el lanzamiento de “A Mi País”. En fin, había una serie de cosas que nos pusimos a investigar, y llegamos a esta especie de línea temporal que decidimos hacer, e incluir lo que nos parecía más entretenido, de eso se trató un poco. Curiosamente, buscando nombre, “El Camino” resultó ser algo súper significativo también, porque de verdad el disco es como eso, sonoramente hablando, hay cosas tan antiguas que están tan desordenadas, las grabaciones no eran las mejores, entonces eso también está bueno, porque es una especie de historia también”.

- ¿Es “El Camino” una manera ideal para introducir a El Cruce a quienes no estén tan familiarizados con su música?
- Exactamente, es súper interesante para conocer a la banda.  Hay cambios de formación entre medio también, hay una grabación ahora con Gustavo, nosotros cinco, antes estaba Pablo en el teclado y estaba Orlando permanente en las percusiones. Justamente, está súper bueno como una especie de entrada hacia El Cruce. Además, yo creo que El Cruce se caracteriza harto por su sonido en vivo, por sus tocadas en vivo, hay harta energía ahí que también le buscamos inculcar, así que creo que es entretenido también escuchar a la banda en vivo.

- Me imagino que, entre tanto material, fue complicado elegir solo 17 canciones para el lanzamiento final.
- Sí, no fue fácil, pero también, como en toda situación, habían momentos con errores de la banda, habían cosas de sonido… ahí pudimos descartar un poco harto (risas), pero en ese descarte, claro, empezamos también a fijarnos en las versiones que hacíamos, esas también están en ese disco, hay versiones de temas que en un momento montamos y por situaciones de integrantes, o también cambio de giro, o también por situaciones de madurez, fuimos cambiando. Eso es muy entretenido, y también tratamos de que fuera algo que estuviera presente también en este disco, obviamente hay temas muy principales que tienen que estar, pero hay otros por ahí que las versiones están buenas, así que nos metimos por eso también.

- Como parte de este proyecto, también están lanzando videos en vivo en YouTube, en los cuales tuvieron colaboraciones de músicos nacionales como Manuel García o Joe Vasconcellos. ¿Hay alguien con quien les gustaría colaborar a futuro en una situación así?
- Oh, qué buena pregunta… fíjate que grandes de los amigos y de las personas que aparecen por ahí,  creo que han estado con nosotros. Estoy pensándolo. No se me viene nadie inmediatamente a la mente, pero tratamos de ubicar a la Juanita Parra en un minuto,  y estaba súper contenta de participar en algo, y yo creo que probablemente logremos algo por ahí, porque ella se mostró súper buena onda y también gustosa de hacer algo, pero la pillamos en un momento complicado. Mira, personalmente, una de mis bandas chilenas favoritas siempre ha sido Congreso, lograr algo con el Tilo, con el Pancho, con el mismo Seba Almarza, quizás, sería hermoso por decirlo de alguna forma. Un poco soñador quizás, pero creo que me encantaría hacer algo con esa banda, ese estilo, esa música.

- Después de todo el tiempo de pandemia, El Cruce está volviendo a tener una mayor actividad en vivo. ¿Cómo fue para ustedes volver a los escenarios tras tanto?
- Eso fue súper difícil. La verdad es que es como que se salga la cadena de la bicicleta, es algo que iba andando y funcionando tan normalmente que de pronto se cortó todo, y también estaba esto como de no saber qué va a pasar, fue súper difícil. Nos tratamos de reinventar yo creo todos los músicos en general, buscando otra faceta, ampliando un poco todo, lo mismo con las bandas y los cabros de El Cruce, en el fondo empezamos a equiparar los equipamientos de todos para poder generar y empezar a grabar las ideas de mejor manera, eso es como la vuelta que le saca uno a todo esto, hay que sacar algo bueno, pero fue muy difícil. Y claro, el momento de reencontrarse, de ver de nuevo a las personas… la verdad es que uno hace obviamente la música para uno, como una salida de algo que siente, pero también el feedback de la gente siempre es el otro lado, es el 50%, no hay comparación a mirar a las caras de las personas cuando cantan las canciones. Este último tiempo los aforos empezaron a cambiar y podemos optar a shows con más personas. Lo mismo de los videos que mencionaste, en el Caupolicán fueron hartas personas, estaba súper llenito en la parte de abajo, fue hermoso cómo cantaban las canciones…  eso es inexplicable con palabras, quizás uno se pone medio latero, medio hueón, pero es vivir el momento, y es maravilloso, esa es la conexión que genera la música.

 

- ¿Fue fundamental una reinvención en general?
- Sí, yo creo que definitivamente, porque fue algo tan heavy y tan complejo, que o te echabai a morir o haciai algo por  reinventarte, por darte vuelta, por que la cabeza siguiera funcionando. Para los músicos, tocar en vivo es lo máximo, podemos hacer otras cosas también, pero ya tocar las canciones de tu banda, si trabajai con un artista, eso es mágico. Claro, la reinvención fue lo mejor que tuvo esto, el lado bueno, de ver lo que podíamos hacer desde la casa, cómo decía, ver cómo mejorar los equipamientos para poder registrar las maquetas mucho mejor, aprender de los programas, creo que todo eso, en diferente medida, para todos los músicos algo fue muy sanador también, que nos ayudó a luchar esta etapa de alguna forma.

- Hace diez años El Cruce anunció su separación, regresando sin embargo en 2015. Al momento de volver a la actividad, ¿qué tan distinto resultó todo para ti? ¿O seguía tal cual como era hasta ese momento?
- Yo creo que, mira, de un punto de vista, fue lo mismo en el sentido que somos amigos ya, como buenos amigos, pasamos por etapas distintas, y nunca hemos dejado de decirnos todo a la cara, eso también produce roces. Todo eso, como de muy familia, de muy cariño, siempre se mantuvo, entonces, en esa vuelta, eso venía bien y venía como echarse de menos arriba del escenario. Por otro lado, desde el lado de siempre mejorar, para todos fue muy bueno ir madurando por nuestro lado, extrañar la música de El Cruce, extrañar lo que nos pasaba tocando juntos. Todas esas sensaciones yo creo que finalmente provocan que volvamos con más energía, conociéndonos también y entendiendo las falencias desde el punto de vista correcto para poder mejorarlas y buscando echarle pa’ adelante con todo. Para todos los cabros es lo mismo, desde nuestro lado, nuestras ambiciones, nuestra vida, pero con el cariño inmenso de la banda, la música que hemos hecho y también a los años. Imagina que llevo más 20 años ya en la banda, entonces llevamos mucho tiempo juntos. Podí alejarte, distanciarte, a pesar de que, como te digo, nosotros tampoco nos dejamos de ver, hasta nos juntamos a tocar, a huevear, a carretear, tampoco es que perdimos todo contacto, pero sí sobre el escenario, eso fue muy bonito, y creo que la energía que ha venido desde ese tiempo también lo demuestra, estamos a full siempre, sacando cosas, ahora vienen canciones nuevas, hicimos esto del Caupolicán, ahora viene esta celebración en Chocolate, entonces siempre estamos haciendo que pasen cosas, y eso lo siento como una energía renovada que se trajo de cada lado.

- Se anunció que en la fecha del Club Chocolate, este 9 de julio, presentarían dos canciones inéditas. ¿Hay planes para más nuevo material?
- Sí, hay ideas, hay cosas. Ya grabamos un par, que tenemos en proceso de posproducción y ya están registradas. Vienen más. Ahora la cuestión digital es lo más importante. Yo soy melómano, para mí, un disco es importantísimo desde el disco en dónde está hecho, la edición, los comentarios, pero eso es para un melómano yo siento, ahora en la gente, para todo, la inmediatez es lo que manda, y las plataformas digitales. La verdad, es que, por ahora, vamos a seguir en esto de grabar canciones, trabajar los temas y tirarlos. Quizás uno en el macro ve un disco finalmente, pero no es necesario terminarlo para poder lanzarlo como era hace 15 años, que teníai que terminarlo para poder lanzarlo. Ahora no es así. Uno va mostrando las canciones, y eso también es mortal, por la reacción de las personas antes quizás. Desde un macro, puede encerrarse en una especie de disco nuevo más adelante, pero, por ahora, la visión es grabar cosas que estén, y hay que hacerlo ahora, el tiempo pasa y no sabí qué puede pasar, así que hay que hacerlo.

- Hablando de discos, recientemente reeditaron “770” en vinilo. ¿Qué los motivó a querer este trabajo en dicho formato?
- Mira, voy a hablar a título personal igual, pero sé que los cabros piensan lo mismo.  Ese disco lo grabamos a cinta análoga, donde el tremendo Pancho Straub, maestro. Fuimos allá a Huechuraba, donde tenía su estudio con el Champo, otro maestro también, fue una grabación muy linda, grabamos en cinta. Sentimos, y siento también, particularmente, que en el proceso de mezcla y master, como que no existió la cinta, como que algo perdió de eso análogo que en algún momento queríamos lograr. Siempre fue una cuestión un poco atravesada, una bala. Habían temas que no nos gustaban por la batería, que sonaba muy distinta a otra, cosas que quedamos ahí como… bueno, tampoco fue un disco barato para nosotros, entonces al final lo hicimos y bueno, ya está. Y resulta, como te contaba al principio, que en esta suerte de energías que se alinean a veces y empezó a aparecer todo este material, llegamos al traspaso de la cinta análoga a digital del “770”, o sea, después de grabarlo en cinta, lo pasamos al computador. Encontramos todos los temas, y ahí me puse la capa de superhéroe y empecé a juntar todo por pista, toda la hueá, me demoré harto, pero finalmente lograr las sesiones enteras de nuevo, entonces nos juntamos con los cabros, y un poco perillando así a la rápida, la verdad es que todos nos entusiasmamos mucho con esto. Como te decía, como viene de una cinta análoga, en vez de sacar una reedición del disco, nos lanzamos en la idea de decir ‘hagamos un vinilo po hueón. Yo tengo torna, Felipe, Jorge creo que también’, entonces es como ‘hueón, hagámoslo’. Obviamente es una idea que uno tiene que lanzarse un poco, entonces hicimos esta venta en verde y resultó. Fue toda una odisea el vinilo, se atrasó mucho más de lo que nos dijeron, lo mandamos a hacer, si no me equivoco, a Bélgica, entonces la fábrica demoró mucho. Entre eso, venían otros vinilos también, de Manuel García, creo que la Fran Valenzuela, Nicole parece también. La cosa es que fue algo que se demoró mucho, tuvimos problemas con personas, fue todo un tema cabezón la verdad, pero bueno, está ya el vinilo, llegó hace un ratito, está mortal, y en realidad era un gustito, no sé si es algo que pensemos hacer siempre, pero como te digo, con este disco de alguna forma sentimos que cerramos un círculo, porque como lo grabamos en cinta, terminó en un vinilo, eso lo mezclé yo acá y Chalo González lo masterizó para vinilo. Está como esa cadena, buscamos hacer esa cadena un poco más analógica y nada, finalmente está, quedó, estamos felices, lo tenemos ahí, lo escuchamos, y todo bien.

- ¿O sea que prefieres siempre el sonido análogo?
- Chuta, buena pregunta. Claro, me gusta mucho, tengo mi torna, mis vinilos, y me preocupé un poco de que sonara rico, acá tengo unos parlantes para bajo, unos sub, aparte tengo acá mi estudio donde trabajo siempre, y tengo máquinas análogas que proceso cosas, pero además, tengo hartos plugins, y en ese caso, es como, claro, me gusta mucho lo análogo, pero lo digital también es la raja, pero yo creo que está todo en el equilibrio un poco igual. Ahora, en cuanto a reproducción, yo soy fanático de Tidal, porque Spotify encuentro que no suena rico, no me gustó, no sé, con unos ingenieros en sonido lo corroboré, entonces me quedé ahí y se escucha mucho más suelto, no tan comprimido, y si te gusta escuchar música y te fijai en eso, lo vai a notar y lo disfrutai, con unos buenos fonos y unos buenos monitores, ufff… es mortal.

- Aparte de estas nuevas fechas, ¿qué otros planes hay para el futuro próximo de El Cruce?
- Hay unas ideas de viajes por ahí, que no voy a adelantar mucho. Queremos salir a mostrar esto sin una pretensión más de que nos escuchen, que escuchen la música, que expandamos un poco el horizonte, porque uno hace esto de tocar en Santiago y tampoco podi tocar tanto, porque a la gente tampoco le gusta ver lo mismo, así que también hay que saltarlos, salimos a regiones, estamos con esta gira que vamos a ser parte del centro y un poco para el norte. La verdad es que ese es como el norte más distinto, digamos, porque vamos a seguir haciendo música, hay cosas que vienen, siempre estamos con la idea de hacer tocatas, de generar cosas entretenidas, buscando por ahí quizás alguna alianza para hacer conciertos, pero como algo más novedoso, te diría que estamos buscando full salir de Chile, no pa’ siempre, no así como una locura, sino que ir a buscar, a tocar, estamos en esa.

Luciano González