Delain: Debut de alto nivel

Delain – Frank’s White Canvas
Club Subterráneo - 23 de noviembre de 2017
Santiago - Chile

Formados hace ya 15 años por el ex tecladista de Within Temptation, Martijn Westerholt, Delain debutaba en tierras nacionales en el marco de su actual gira promocional de “Moonbathers” (2016), placa en la cual centraron su repertorio. Poco faltó para que el Club Subterráneo de la comuna de Providencia se repletara de fans de una banda esperada en nuestro país no por su relación con un importante nombre del género, sino que por su reconocimiento tanto en vivo como en estudio.

El crédito local para la velada fue el dúo Frank’s White Canvas, ofreciendo una presentación acústica algo distinta a lo que normalmente muestran en sus shows en solitario de tipo eléctrico. Con la baterista Francisca Torés encargada de la guitarra y Karin Aguilera en las voces, durante cerca de 25 minutos demostraron por qué son una de las agrupaciones nacionales de mayor reconocimiento en los últimos años, ganándose a los presentes con canciones como ‘Good Rebel’, ‘Let it Go’ o ‘Wake Up’, interpretadas con técnica, actitud y, sobre todo, sentimiento. Este fue primer concierto internacional que les haya tocado abrir, y con los aplausos con que se retiraron, en donde varios pidieron escuchar al menos otro tema, no sería sorpresivo verlas en otro evento de este tipo, sobre todo dada su versatilidad y calidad, ya que pocas bandas de pop rock podrían estar en el mismo cartel de una de metal sinfónico. Frank’s White Canvas lo hizo, y se retiraron victoriosas.

La euforia de los fans del sexteto holandés ante su esperado debut no se hizo esperar apenas cada miembro aparecía en el escenario, aumentando al iniciar el show con ‘Hands of Gold’, corte que abre también su más reciente placa. Sin descanso siguió ‘Go Away’, único repaso a “April Rain” dentro del setlist, siendo también aclamada. Incluso una canción reciente como lo es ‘Suckerpunch’ fue recibida efusivamente con saltos y coreos, dejando en claro que la espera había sido larga y el fanatismo seguía ahí, además de apoyar los nuevos aportes a la creciente discografía del conjunto. Por su parte, Delain derrocha ánimo, felicidad y ganas de hacer lo suyo. Un headbanging casi sincronizado fue elemental dentro de lo que ofrecían, junto con apoyar con segundas voces (el bajista Otto Schimmelpenninck lo hacía con voces guturales, mientras que el guitarrista Timo Somers lo hacía de manera más limpia) interactuar entre ellos mismos y los fanáticos, además de moverse por el reducido escenario del local.

Un sonido que, si bien era bueno, podría haber mejorado bastante aun, fue la tónica de cada momento del prendido show. La vocalista Charlotte Wessels saludó y agradeció en más de una ocasión a un público que la aclamaba por su potente voz, su carisma y su belleza. Su manera de animar a los presentes fue más que efectiva, haciéndolos saltar, gritar y levantar las manos varias veces y teniendo éxito en todas, y el público en el bolsillo siempre, por más que no entendiera algunos gritos de sus admiradores o si alguien anticipaba que tema vendría a continuación. Los músicos no se quedaron atrás y también estaban animados, mostrando gran entusiasmo a su manera. Se notaba el compañerismo entre ellos, habiendo una química que en varios casos simplemente no se ve. Destaco la actitud y cercanía de la guitarrista Merel Bechtold, una de las más activas en aquel sentido.

El setlist fue algo que complació a quienes esperaron tantos años para poder ver al fin a Delain. Como ya se dijo, hubo una mayor cercanía con el material reciente de “Moonbathers”, del cual sonaron cortes como ‘The Glory and the Scum’, ‘The Hurricane’, ‘Fire With Fire’ o ‘Danse Macabre’, siendo el centro de lo presentado. El resto de la presentación varió entre los otros cuatro álbumes de la banda, con canciones como ‘Get the Devil Out of Me’, ‘Army of Dolls’, ‘Here Come the Vultures’ o ‘Don’t Let Go’, por nombrar algunas. Llegado el final de la presentación, varios gritos provenientes del público pedían canciones como ‘Lucidity’, ante lo cual la vocalista pidió al baterista Joey DeBoer (quien reemplaza en giras a Ruben Israël) que anunciara el tema que cerraría la jornada, y como varios esperaron, ‘We Are The Others’ marcó el coreado fin de otro debut en tierras nacionales en un año en que no fueron pocas las agrupaciones que visitaron Chile por primera vez.

Una hora y 20 minutos puede parecer poco para un show que tardó tanto en pasar por nuestro país. Pero aun así, la satisfacción fue total dentro de los fans presentes, que despidieron a Charlotte y los suyos con una fuerte ovación ante un show certero y potente. La banda es joven, con pocos años de trayectoria si los comparamos con otras de similar popularidad, e incluso algunos de sus miembros no superan los 25 años de edad, así que no se ha escuchado la última palabra de Delain. En un futuro podría materializarse un nuevo álbum y su posterior gira. Es de esperar que aquello los traiga de vuelta a nuestro país, y con un recibimiento así, es lo mínimo que podría ocurrir en un par de años más, en donde probablemente ambas partes volverán a ser tan cercanas y amenas como lo fueron durante la noche de este jueves.

Luciano González
Fotos: Sergio Mella

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