Gufi: nostalgia adolescente

Viernes 26 de mayo, 2023
Club Chocolate

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Gufi comenzó a comienzos de los años 2000 y desde ese momento la historia de la banda ha experimentado altos y bajos. Tras su gran concierto en Lollapalooza Chile 2023, este gran comeback ha ganado muchos nuevos seguidores. Ahora llegó el momento de poder disfrutarlos en un show en solitario, con todas las entradas agotadas en la previa.

La gente se comenzó a reunir en una larga fila que daba vuelta la cuadra del Club Chocolate. Cerca de las 21:30 hrs y ante la euforia de todos los asistentes, comienza a sonar la legendaria ‘Emmanuel Finlayson’ del maestro Ennio Morricone, la cortina para la aparición de Juan Pablo Varela (batería), Roberto Varela (bajo y coros) y Tim Picchetti (voz y guitarra), dando comienzo al concierto con ‘Kedate Conmigo’. La respuesta de los asistentes fue inmediata y con todo.

Dentro de las 23 canciones que repasaron su catálogo, además de algunos adelantos de su próximo larga duración, del que pudimos escuchar ‘Joshie’, ‘El Bar de Rene’, ‘Trance’, ‘Banda en Extinción’, ‘Solo Dios lo Sabe’, ‘Sunny Day’, ‘Condón’ y ‘Loko’. El trío ofreció una actuación sumamente sólida, con un buen sonido y una energía increíble, sumamente felices por la reacción del público, algunos incluso viajaron desde el extranjero. A una pareja de mexicanos el conjunto dedicó ‘México’, se cantó un feliz cumpleaños; pero sin lugar a dudas los puntos más altos de la noche fueron cuando tocaron sus hits ‘Eso es todo lo que soy’, ‘Punk Superstar’ y ‘Paul’. Inmediatamente fuimos transportados a esa época donde la radio era nuestra principal fuente de música, cuando muchos usaban cassettes para registrar a su artista favorito, rogando que el conductor no interrumpiera con su voz la mejor parte.

Ante una euforia total que se estaba desatando en Club Chocolate, Gufi tuvo que volver al escenario para entregarnos las últimas tres composiciones de la velada: ‘Cocíname’, ‘Mejor Muertos’ y ‘Por Ella’, los últimos dos esperados durante todo el concierto. Un cierre emotivo donde incluso pudimos ver llorar al bajista Roberto Varela, quien se emocionó por el gran cariño entregado por los fanáticos. Uñetas, baquetas y setlist fueron parte de los regalos que la banda dio al público quienes comentaron repetidas veces que su versión adolescente se encontraba muy feliz.

Matias Arteaga
Fotos: Luis Marchant