Fight
War of Words

(Publicado originalmente en enero de 2023)
1993. Epic
Luego del esperado regreso de Judas Priest a nuestro país el pasado 11 de diciembre del 2022 en el Knotfest, queremos recordar uno de los proyectos no tan populares que tuvo Rob Halford, la banda que formó junto a Scott Travis tras su salida de Judas Priest: Fight y el álbum “War of Words” que marcó el debut de esta banda en 1993. Siempre se dice que los primeros álbumes son los más importantes para cualquier banda, ya sea para definir que sonido tendrán, las temáticas que trataran, lo nuevo que ofrecerán al género, e incluso, como en el caso de Halford, cómo se diferenciarán de proyectos tan importantes que traen a sus espaldas.
Es importante en primer lugar remontarnos al año 1990, donde Judas Priest vivía su mayor apogeo con el lanzamiento del increíble “Painkiller”. Este poderoso álbum mostraba algunos tintes de lo que Halford quería realizar, reflejándose en el estilo más frenético y pesado que tuvo la banda hasta ese momento, pero sin dejar de lado sus grandes raíces en el Heavy Metal.
Pasando al “War of Words”, este álbum parte por todo lo alto con la canción que nos da la bienvenida esta nueva etapa: 'Into The Pit'. Esta canción es, sin duda una de las más rápidas y potentes al mostrar un estilo musical más cercano al Trash Metal, lo que también se aprecia en todo el poder de la batería de Scott Travis con ese doble bombo que clava con tanta precisión. La voz de Halford es el complemento perfecto para las guitarras que marcan un simple pero acelerado ritmo que vuelve casi imposible el no hacer Headbanding. Sin embargo, puede que detrás de esta voz cargada de rabia y de un sentimiento de descargo que plasmó junto a Fight, haya una razón que el artista contó recientemente.
Cabe recordar que de manera repentina en 1992 Rob Halford dejó a Judas Priest luego de exitosas giras. Por años este hecho ha sido uno de gran especulación, pero ha sido el propio Halford quien habló acerca de esto durante una entrevista para la revista “La Heavy” de Mariskal Rock. En esta señaló que, dentro de las diversas cosas que llevaron a su separación de Judas Priest, estaba el incidente de la ciudad de Remo, Nevada, donde dos jóvenes se quitaron la vida en 1985 a causa de supuestos mensajes subliminales en el álbum “Stained Class”. Este hecho marcaría tanto a Halford cómo a la banda debido al acoso mediático que recibieron por parte de los medios durante el juicio, el que terminaría con la banda siendo declarada inocente y absuelta de todos los cargos.
Sumado a esto, el mismo artista menciona las diferencias musicales y las ganas de hacer algo distinto ya en los años del “Turbo 30” de Judas. Esto más lo vivido durante el juicio, sería clave para definir este rumbo que plasmó en cada canción del poderoso “War of Words”. Y es que no solamente su voz cargada de rabia y poder puede sentirse en la primera canción, ya que de inmediato nos golpea con el máximo poder la canción siguiente, 'Nailed to The Gun'.
Por si no fuera poco con esta doble bienvenida, a medida que avanzamos en este recorrido musical entra 'Contortion', 'Kill It' y 'Vicious', las que muestran una notable influencia por lo que venía haciendo Pantera con su marcado Groove Metal desde el “Cowboys From Hell”. En estas canciones, al igual que en las que siguen en el álbum, predominan solos de guitarra crudos y frenéticos, con riffs que muestran el gran talento de Russ Parrish y Brian Tilse. El sencillo 'Little Crazy' vendría a ser la canción más comercial musicalmente hablando. Esto debido a lo calmada y pegajosa que es, siendo esta más cercana al Rock clásico, convirtiéndola en el tipo de canciones que sonarían en las emisoras más mainstream de aquella época. Sin embargo, en comparación con las demás canciones, es la más disonante con lo que plantea el álbum, ya que corta un poco el aura de este mismo.
En canciones como 'Inmortal Sin' se puede sentir la influencia del Grunge que comenzaba a ganar terreno en la escena musical de aquellos años. Lo que se siente en los sonidos más crudos de la guitarra, la batería con el Hit Hat predominante y el marcado sonido del Ride en los coros, junto a una voz más grave de Halford. Elementos que se repiten en 'Laid To Rest', convirtiendo a estas dos en las canciones más cercanas al tipo de Grunge que, por ejemplo, hacía Alice In Chains en el “Facelift” de 1990.
Más allá de los diversos elementos musicales que Halford incorporó dentro de esta etapa, también se puede apreciar un cambio a nivel estético y lirico. Por un lado, los clásicos looks de cuero y látex que definieron el look metalero por el cual era reconocido el artista y que, predominaban en sus presentaciones, fueron dejados a un lado. Haciendo que Halford en algunas presentaciones en vivo, como la del MTV “Headbangers Balls”, llegara a tener un estilo más cercano a las nuevas bandas de aquella época. Por otro lado, también se vio un cambio en las temáticas de las canciones ya que muchas de ellas se enfocaban más en criticas sociales.
Pese a esta búsqueda por nuevos sonidos, sus raíces en el Heavy Metal son marcadas al punto que la canción 'For All Eternity' recuerda a las baladas más reconocidas de este estilo. Dentro de este disco se muestran las diversas facetas que un artista tan importante como Rob Halford puede tener, junto a la versatilidad para poder sonar bien en cualquier estilo, ya que su voz nunca se siente fuera de lugar y, por el contrario, se vuelve el complemento perfecto para este nuevo sonido que se diferencia tanto al de Judas Priest.
Escuchar “War of Words” a 30 años de su lanzamiento hace que aún se sienta como una propuesta tanto fresca como vigente, transportándonos a una época marcada de diversos sonidos y géneros musicales. Este primer trabajo hace que, escucharlo de corrido se sienta como una amalgama musical que se disfruta de principio a fin. En 50 minutos que son un gran desplante musical y sobre todo el poder vocal de Halford. Sin duda este álbum es de aquellos que cualquier fanático del Groove Metal de Pantera, el Trash Metal de Slayer y el mítico “Overkill” debe tener en su playlist.
Aarón Vergara Berríos
Luego del esperado regreso de Judas Priest a nuestro país el pasado 11 de diciembre del 2022 en el Knotfest, queremos recordar uno de los proyectos no tan populares que tuvo Rob Halford, la banda que formó junto a Scott Travis tras su salida de Judas Priest: Fight y el álbum “War of Words” que marcó el debut de esta banda en 1993. Siempre se dice que los primeros álbumes son los más importantes para cualquier banda, ya sea para definir que sonido tendrán, las temáticas que trataran, lo nuevo que ofrecerán al género, e incluso, como en el caso de Halford, cómo se diferenciarán de proyectos tan importantes que traen a sus espaldas.
Es importante en primer lugar remontarnos al año 1990, donde Judas Priest vivía su mayor apogeo con el lanzamiento del increíble “Painkiller”. Este poderoso álbum mostraba algunos tintes de lo que Halford quería realizar, reflejándose en el estilo más frenético y pesado que tuvo la banda hasta ese momento, pero sin dejar de lado sus grandes raíces en el Heavy Metal.
Pasando al “War of Words”, este álbum parte por todo lo alto con la canción que nos da la bienvenida esta nueva etapa: 'Into The Pit'. Esta canción es, sin duda una de las más rápidas y potentes al mostrar un estilo musical más cercano al Trash Metal, lo que también se aprecia en todo el poder de la batería de Scott Travis con ese doble bombo que clava con tanta precisión. La voz de Halford es el complemento perfecto para las guitarras que marcan un simple pero acelerado ritmo que vuelve casi imposible el no hacer Headbanding. Sin embargo, puede que detrás de esta voz cargada de rabia y de un sentimiento de descargo que plasmó junto a Fight, haya una razón que el artista contó recientemente.
Cabe recordar que de manera repentina en 1992 Rob Halford dejó a Judas Priest luego de exitosas giras. Por años este hecho ha sido uno de gran especulación, pero ha sido el propio Halford quien habló acerca de esto durante una entrevista para la revista “La Heavy” de Mariskal Rock. En esta señaló que, dentro de las diversas cosas que llevaron a su separación de Judas Priest, estaba el incidente de la ciudad de Remo, Nevada, donde dos jóvenes se quitaron la vida en 1985 a causa de supuestos mensajes subliminales en el álbum “Stained Class”. Este hecho marcaría tanto a Halford cómo a la banda debido al acoso mediático que recibieron por parte de los medios durante el juicio, el que terminaría con la banda siendo declarada inocente y absuelta de todos los cargos.
Sumado a esto, el mismo artista menciona las diferencias musicales y las ganas de hacer algo distinto ya en los años del “Turbo 30” de Judas. Esto más lo vivido durante el juicio, sería clave para definir este rumbo que plasmó en cada canción del poderoso “War of Words”. Y es que no solamente su voz cargada de rabia y poder puede sentirse en la primera canción, ya que de inmediato nos golpea con el máximo poder la canción siguiente, 'Nailed to The Gun'.
Por si no fuera poco con esta doble bienvenida, a medida que avanzamos en este recorrido musical entra 'Contortion', 'Kill It' y 'Vicious', las que muestran una notable influencia por lo que venía haciendo Pantera con su marcado Groove Metal desde el “Cowboys From Hell”. En estas canciones, al igual que en las que siguen en el álbum, predominan solos de guitarra crudos y frenéticos, con riffs que muestran el gran talento de Russ Parrish y Brian Tilse. El sencillo 'Little Crazy' vendría a ser la canción más comercial musicalmente hablando. Esto debido a lo calmada y pegajosa que es, siendo esta más cercana al Rock clásico, convirtiéndola en el tipo de canciones que sonarían en las emisoras más mainstream de aquella época. Sin embargo, en comparación con las demás canciones, es la más disonante con lo que plantea el álbum, ya que corta un poco el aura de este mismo.
En canciones como 'Inmortal Sin' se puede sentir la influencia del Grunge que comenzaba a ganar terreno en la escena musical de aquellos años. Lo que se siente en los sonidos más crudos de la guitarra, la batería con el Hit Hat predominante y el marcado sonido del Ride en los coros, junto a una voz más grave de Halford. Elementos que se repiten en 'Laid To Rest', convirtiendo a estas dos en las canciones más cercanas al tipo de Grunge que, por ejemplo, hacía Alice In Chains en el “Facelift” de 1990.
Más allá de los diversos elementos musicales que Halford incorporó dentro de esta etapa, también se puede apreciar un cambio a nivel estético y lirico. Por un lado, los clásicos looks de cuero y látex que definieron el look metalero por el cual era reconocido el artista y que, predominaban en sus presentaciones, fueron dejados a un lado. Haciendo que Halford en algunas presentaciones en vivo, como la del MTV “Headbangers Balls”, llegara a tener un estilo más cercano a las nuevas bandas de aquella época. Por otro lado, también se vio un cambio en las temáticas de las canciones ya que muchas de ellas se enfocaban más en criticas sociales.
Pese a esta búsqueda por nuevos sonidos, sus raíces en el Heavy Metal son marcadas al punto que la canción 'For All Eternity' recuerda a las baladas más reconocidas de este estilo. Dentro de este disco se muestran las diversas facetas que un artista tan importante como Rob Halford puede tener, junto a la versatilidad para poder sonar bien en cualquier estilo, ya que su voz nunca se siente fuera de lugar y, por el contrario, se vuelve el complemento perfecto para este nuevo sonido que se diferencia tanto al de Judas Priest.
Escuchar “War of Words” a 30 años de su lanzamiento hace que aún se sienta como una propuesta tanto fresca como vigente, transportándonos a una época marcada de diversos sonidos y géneros musicales. Este primer trabajo hace que, escucharlo de corrido se sienta como una amalgama musical que se disfruta de principio a fin. En 50 minutos que son un gran desplante musical y sobre todo el poder vocal de Halford. Sin duda este álbum es de aquellos que cualquier fanático del Groove Metal de Pantera, el Trash Metal de Slayer y el mítico “Overkill” debe tener en su playlist.
Aarón Vergara Berríos
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