IN///PARALLEL

2017. BMG
Causa curiosidad lo inadvertido que ha pasado el disco debut de Dhani Harrison como solista. Sabemos que desde muy joven ha estado involucrado en la música, desde proyectos como Fistful of Mercy, a otros más desconocidos como componer bandas sonoras para cine y TV. Hasta fue coproductor junto a Jeff Lynne- de Brainwashed (2002), el disco póstumo de su padre. Sin embargo, es a sus casi 40 años que el hijo del difunto George Harrison se lanza con todo en su carrera musical.
La primera recomendación (y advertencia) es que se deben dejar las predisposiciones guardadas en el cajón del velador, porque este no es un disco tributo a George. O por lo menos, no de la forma en que lo impone la cultura pop, de manera literal y simplona, como si el arte y su inspiración- fuesen algo instantáneo. O un derecho de nacimiento. Lo que se intuye que hizo Dhani fue hacer un viaje hacia lo más profundo de la música de su padre, para así comprender la naturaleza de su inspiración, y con ello, gestionar sus propias influencias, perfeccionar sus habilidades, y crear su propio estilo en todo ese océano de estética sonora.
La forma en que Harrison, Dhani manejó y extendió la influencia de Harrison, George es brillante. Provocó una tensión. Por una parte, está la lucha interna de no ser la sombra de su padre, por lo que compuso melodías que buscan alejarse del canon que estableció el guitarrista de The Beatles, pero a su vez, se dejó permear por ellas y las utiliza muy inteligentemente.
Desde la primera canción, Never Know, muestra su sonido diferente, extraño, pero con una delicadeza y belleza sorprendentes. Se respira un estilo psicodélico y misterioso, remozado con sonidos de instrumentos orientales como el sitar- que se fusionan con sintetizadores, creando una cadencia envolvente y moderna. Aquella ambición de sonar fresco y auténtico recorre todo el álbum, al igual que su intención de crear líneas intrigantes con una oscuridad clamorosa y elegante. #WarOnFalse y Ulfur Resurrection son precisamente eso. Canciones que se ubican más cerca de las nuevas propuestas de Gary Numan y Nine Inch Nails.
Sin duda, toda la primera parte de IN /// PARALLEL es la más atractiva. Muestra a un Dhani Harrison exploratorio, propositivo, temerario. En esa inquietud encontró su sonido propio, creando poderosas melodías donde la expresividad y el misterio toman por asalto nuestros prejuicios. Es más, este es de esos discos que mientras más se escuchan, más detalles se van encontrando, más va gustando. Y más se va comprendiendo el camino que tuvo que recorrer para aprender los diversos idiomas musicales que utilizó para su creación.
También, mientras pasa el disco se va poniendo en evidencia el universo Harrison, con aquella aura espiritual con el que creció desde niño. No es solo su color de voz, que en temas más introspectivos traen de inmediato a primer plano el conmovedor énfasis vocal de George (Downtown tigers), sino que también la herencia del sonido Beatles aparece ya sin disimulo hacia el final (All about waiting), como un viaje en el tiempo con extensos paisajes sonoros, que van desde la estética sonora a lo Peter Gabriel de los 80 (Summertime police) al post-rock (Poseidon, The light under the door).
En definitiva, IN /// PARALLEL, con sus mayúsculas y todo, es el anuncio tardío- de un artista inesperadamente intenso, cuya misión es contar historias no sólo con palabras, sino también desarrolladas con ambientaciones sonoras que bien pueden rendir homenaje a Can y Pink Floyd, entre los ya mencionados. Y, por supuesto, en el énfasis vocal tributario y heredado de su propio padre. Lo que se hereda no se hurta, dicen.
César Tudela
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